Nuestro secreto: Bella - chiquititas

Capitulo 1

Narra Bella:

Lunes de invierno por la mañana.

Ya habían terminado las vacaciones de invierno, lo que significa que tendría que volver al colegio nuevamente.

Estaba desayunando en la casa de mi papá, con mis hermanos menores.

Algo que siempre me gustó fue tener muchos hermanos.

Tengo cinco hermanos de parte de mi mamá y tres de parte de papá, y eso me hace ser la mayor de todos ellos.

Es una responsabilidad que a veces pesa, pero también me llena de orgullo.

-¿Ordenaron su mochila?- preguntó mi papá mientras tomaba un sorbo de su café

-Sí- respondió Marti- ya tenemos todo listo

-Papá, yo ya me voy- le dije mientras terminaba mi jugo

-¿Ya entras?- dijo él, sorprendido- ¿tan temprano?

-No- respondi- lo que pasa es que mamá me dijo que quería que estuviera en el desayuno

-Qué feo tener dos familias y repartirte en dos- comentó Marti

-Ni me lo digas- dije soltando un suspiro

-Decile a tu madre que te llevo yo al colegio- propuso mi papá- para qué te vas a ir al lado a desayunar si ya estás desayunando acá

-Fefi nos quiere llevar a los seis juntos- expliqué

-Amor, dejala- intervino Lu- cuando arrancaron las clases a principio de año vos llevaste a Bella con nuestros hijos- dijo- así que ahora le toca a Cami

-Además, dejé todas mis cosas en casa- dije mientras me levantaba de la mesa

-Bueno, princesa, andá- dijo mi papá con una sonrisa cariñosa- pórtate bien y no hagas líos

-Sabes que siempre me porto bien y te traigo buenas notas- le recordé con una sonrisa

-Ya lo sé- dijo, dándome un beso en la frente- adiós, mi amor

-Chau- me despedí de todos mientras agarraba mi mochila

-Mandale saludos a Cami- dijo Lu desde la cocina

-Dale- dije mientras salía de la casa de mi papá y cruzaba al lado, hacia la casa de mi mamá

Mi hermana tiene razón.

Esto de tener dos casas y dos familias es súper complicado.

Aunque en realidad somos todos familia, a veces parece que vivimos en mundos distintos.

Pero bueno, normales nunca fuimos.

Estaba por entrar a mi casa cuando desde afuera empecé a escuchar ruidos.

Eran mis hermanitos que no paraban de quejarse.

En la casa de mi mamá siempre hay mucho ruido; somos muchos y se viven peleando todos mis hermanos.

En cambio, en la casa de papá todo es más pacífico, más tranquilo.

Estoy pensando seriamente en irme a vivir definitivamente con él.

Suspiré y agarré coraje para entrar y soportar todos esos ruidos.

Narra Cami:

-Terminen de desayunar por favor- grité mientras estábamos sentados todos en el comedor

-Tranquilizate, gorda- dijo Feli con una sonrisa burlona- estás muy alterada

-Las vacaciones los volvieron rebeldes- dije mientras agarraba un vaso derramado por Valentin