Capitulo 1

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Sonia:
El despertador suena sin miedo a herir la tímpanos de alguien. Que considerados son😒.
Son las 6:30h de la mañana. Dentro de 2:30h empiezo el nuevo instituto. Empezaré 3 de la ESO.
¿Qué porque me cambio de insti? Muy fácil, es solo una palabra: bullyng.
Desde que tenía 3 años hasta que acabé sexto de primaria, fui al colegio donde mi tía era la directora. No caía bien a la gente, y nunca he sabido bien porque. Mis compañeros solo me hablaban para que les hiciese los deberes o para que convenciera a mi tía de que les levantara un castigo. Cuando tuve que empezar secundaria, cambié de colegio, porque el otro acababa en primaria. No hablé con NADIE. Nadie se molestó en decirme nada. Por eso cambio de aires, aunque no habría sido posible sin el traslado de mi padre. Ahora, vivimos en Madrid, y hemos dejado atrás a Sevilla.
Me quedo pensando en la cama, pero otro sonido del despertador me sobresalta.
Lo paro, y me siento en la cama.
Dos minutos después, me levanto y me dirijo al armario. Cojo una camiseta blanca de tirantes gruesos, un jersey de lana azul, una falda negra y unas medias negras transparentes. Cuando acabo de vestirme, me pongo unas Victoria negras con plataforma.
Me pongo delante del espejo. Me lavo los dientes. A continuación, cojo mi cepillo de pelo y lo peino con delicadeza. Peino mi mecha azul turquesa como si fuera la cosa más frágil del mundo. Puede que lo sea. Es lo que (para la gente de mi alrededor) me reconozca. Si, soy la de la mecha. Después, me hago la raya de los ojos y me pongo rímel.
Cuando acabo, bajo a desayunar. Me preparo un bocata de nocilla y me lo como en un santiamén. Cuando acabo, subo a mi cuarto. Cojo el bolso y meto mis libros de texto, el estuche, el estuche de maquillaje, y mi libro de lectura. Además, claro está, de las llaves, el monedero, los auriculares y el móvil.

Cuando vuelvo a bajar, miro la hora. 7:30h. Mi madre ya esta desayunando.
-¡Me voy!-digo.
-Sonia, hija, ya te vas? Es muy pronto...
-Bueno, mejor pronto que tarde.
Me sonríe y me desea suerte.
Me despido y voy para el colegio.
Llego a las 7:45h.
No hay nadie. Supongo que la gente normal no llega tan pronto al colegio. Me siento delante de la puerta de entrada y empiezo a leer.
-Suelo ser la primera en llegar-dice una voz delante mío.
Hay una chica alta, morena, con mechas californianas. Tiene los ojos marrones claros, el pelo suelto y lleva un gorro de lana con dos orejas de gatito. Lleva botas negras con tacón, unos pantalones largos, ajustados de color negro y una camiseta que pone WTF y debajo <where's the food>. Es rosa clarita y tene dibujos de patatas fritas alrededor.
Miro la hora. 8:45h. Dios, como ha pasado el tiempo...
-Es raro, solo falta un cuarto de hora para empezar las clases-digo.
-Ya-dice-Suelo llegar antes, pero mi hermana se ha quedado dormida.
Suelto una pequeña risita y ella sonríe.
-Soy Rocío.
-Yo Sonia-he de decir que lo he dicho bastante insegura.
-Encantada.
-Igualmente.
Empieza a llegar gente. Y empieza a montarse un buen jaleo.
-Oye-me dice ella- si quieres te puedo enseñar donde esta tu clase.
-¡Claro! Voy a 3ºA.
-¿Enserio?-asiento-Nos ha tocado en la misma clase!
-Genial!-digo.
Al menos ya he hecho una amiga. Espero...
Somos las primeras en entrar en clase.
-¿Donde quieres sentarte?-me pregunta.
Elijo un sitio en la esquina derecha de la última fila. Yo cojo la mesa de la punta y ella la de mi izquierda.
Poco a poco, empieza a entrar gente. Rocío y yo permanecemos sentadas en nuestro sitio.
La gente se va pidiendo sitios, hasta hay peleas. Cuando suena el timbre, entra el que se supone que es nuestro tutor.
-Hola, buenos días chicos y chicas, soy vuestro tutor y Profe de física, me llamo Alberto, bienvenidos a tercero de la ESO... ¿Primero de todo, falta alguien?-la gente señala el sitio de delante mío y el de delante de Ro-Bueno, aquí están sus mochilas, ya llegaran algún día.. ¿Y segundo, hay alguien nuevo?-La gente me mira, y mi corazón se acelera-Venga aquí por favor-me dice el Profe. Me levanto del asiento y Rocío me susurra suerte-Esta bien, preséntate.
-Me llamo Sonia Gómez-digo-Soy de Sevilla.
De repente, un tío (que intuyo que es el guay) me suelta.
-¡Hey, sevillana, tu acento me pone!
Toda la clase se ríe. Miro a Ro, que mi dice que no le haga caso.
-Y que le gusta hacer Sonia?-pregunta el profe.
-Pues... Me gusta la música..am... El cine, dibujar...leer y..estudiar..-vuelvo a ser interrumpida por el mismo chico de antes.
-¡¿Estudiar?! Con razón te has hecho amiga de la empollona-ahora se dirige a Rocío-Hey empollona, a esta sevillana también le gusta la música, haber si algún día montáis un trio con la problemática de delante vuestro.
¿Empollona? ¿Rocío? Con la pinta de popular y con lo guapa que es... no me lo habría imaginado.
-¿Ya esta?-dice el Profe.
Asiento y me voy a mi sitio con la rabia en los dientes.
Me siento, y Rocío me dice:
-No les hagas caso, son todos iguales.
-Dudo poder llegar a fin de curso sin haberles metido una hostia.
Sonríe y prestamos atención a Alberto.
Ha tardado dos horas en resumirnos todo el curso y en entregarnos la agenda, los horarios y la carpeta. Por fin, suena el timbre que indica el recreo.
-¿Me acompañas al baño?-pregunta Ro.
Asiento. Coge un estuche y vamos hacia allí.
Se para delante de un espejo y abre el estuche. Acerca la cara al espejo y se empieza a tocar el ojo. Me empiezo a preocupar, al final se sacará un ojo... OK, ya esta, eran solo unas lentillas. Se las cambia por las gafas.
-Ah, mucho mejor-dice.
Me asomo a la ventana del baño. Veo a dos personas, besándose... Sin parar.
-¿Quienes son esos?-preguntó. Ella se asoma para mirar de quien estoy hablando. Hace una cara de <Que bonita imagen>
-Son Alba Reig y Carlos Marco. Llevan saliendo desde hace dos años. Viven la típica historia de amor que todo el mundo quisiera tener. Ya me entiendes, un tío que arriesgue la vida por una sola caricia...supongo que ya me entiendes. Bueno, vamos a la cafetería?
-Si, vamos.
Por el camino, le pregunto como ellos.
-Alba es una chica estupenda, en serio. Bueno, es la típica malota, la rebelde, que siempre gasta bromas. Te caerá súper bien, ademas, ¡también le gusta la música! Carlos es un chico súper guay, que odia a los guays y a los popus. ¿Irónico, no crees?
Suelto una pequeña risita.
-Pero que no te engañe-continua- Alba es una persona ABSOLUTAMENTE diferente cuando está con Carlos. Puede pasar de estar súper enfadada a estar riendo en menos de 2 segundos. Y Carlos igual-sonrío, haciéndole saber, que he escuchado lo que ha dicho-¿No hablas mucho, verdad?
-No es eso es que... soy demasiado tímida..
Entonces llegamos a la cafetería. Cogemos un plato de Macedonia y nos sentamos en una mesa "apartada de la sociedad".
-Eso no es timidez, te lo aseguro-dice. Miro al suelo-Puedes contármelo. Yo te puedo ayudar.
-(le cuento todo)Tal vez.. tenga miedo a decir algo que haga que me abandones como a un perrito o algo por el estilo.
-Créeme-dice-Solo te abandonaría si dijeras cosas que de verdad no piensas o no sientes. Escucha, solo me cae bien la gente que es ella misma, que es justo lo que tu haces. De momento, que yo sepa, solo somos 8 personas en todo el insti que seamos nosotros mismos. Y me llevo genial con todos vosotros. En cambio a los otros les tengo un asco...
-Gracias-digo-De verdad necesitaba oír eso.
Me da un abrazo.
-Oye, por curiosidad,-pregunto-Quienes son las otras seis personas que son ellos mismos?
-Alba, el grupo de amigos de Carlos: Auryn, tu y yo.
-Ah..y...Tocas algún instrumento?
-El piano y un poco la guitarra, y también canto. ¿Tu?
-La guitarra, el Ukelele y canto.
-Que guay, me encanta el ukelele!
Acabamos de desayunar y suena el timbre que indica volver a clases.

Forever-Sweet CaliforniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora