𝐓𝐰𝖎𝐧 𝐅𝐥𝖆𝐦𝖊 [𝐘𝐮𝐫𝐢 𝐏𝐥𝐢𝐬𝐞𝐭𝐬𝐤𝐲]

𝐈𝐌𝐏𝐔𝐑𝐈𝐓𝐈𝐄𝐒

Impurities [LE SSERAFIM]

Oh, por favor, al menos tenía compañía y no podía pedir menos. ¿Por qué lo haría? Estaba feliz de verlo aquí, claro, no tenía ni idea que estaba haciendo en este lugar y en este horario, pero, eso no me iba a detener de tomarme de mejor manera su visita.

¿Qué más podía decir? El chico estaba haciendo cualquier cosa menos estudiar, y esa es la impresión que estaba dando desde hace días.

Es broma. Es obvio que le tengo fe en esto, simplemente es intrigante recibir visitas de forma tan seguida.

—Ajá, ¿Y sabes que haría yo en tu lugar? —le pregunté, claro que sin detenerme de mi vieja actividad.

Extraño y lo que le sigue a esa palabra. Un día estaba angustiada por salir a otra prisa, y al otro ya estaba guardando las cosas de mi práctica mientras sostenía una bonita plática con Yuri.

—¿Trampa? —asumió con notable picardía.

Sí, claro, eso no podía faltar, era Yuri después de todo.

—¡No! —negué rápidamente, y deposité mi última pertenencia en mi maleta—. ¿Tan siquiera me veo como alguien que sabe hacer trampa en las pruebas?

Yuri sabía que de una forma u otra, yo tenía razón; el punto aquí, era ver quién podía sostener más la provocación.

Antes de proseguir, cerrar la maleta, un movimiento sorprendente, me detuvo de tomar algún zipper externo al artículo.

—No sé, y tampoco estoy muy seguro. ¿Vas a ayudarme a estudiar, o a hacer trampa?

No tengo ni idea de la necesidad, pero la acción ya se estaba dando, y era notoriamente tarde como para evitarlo. Eso, y que en lo personal no me molestaba tenerle tan cerca.

—¿Estás tratando de manipularme? —pregunté fingiendo exagerada curiosidad.

Una pequeña sonrisa, y una expresión más honesta de lo que sinceramente estaba esperando, fue todo lo que mis palabras recibieron.

No tengo ni idea de lo que él estaba pensando, ¿Qué acaso esto le iba a salir en la prueba? Vaya lugar más raro, entonces.

—No —afirmó, y se acercó mucho más—. No me interesa hacer eso.

Habíamos pasado días complicados, y todo el conflicto, era normal si se sentía más confiado de lo regular, y eso era decir mucho, porque definitivamente al chico no le faltaba confianza, ni siquiera para estos asuntos.

Ni que hacer en ese caso, yo por el contrario, solía ser distante a este tipo de movimientos, a menos que fuera en momento idóneo, y en lo personal, los lockers de la pista, no me parecían el mejor momento.

—Bueno, lo que sea que estés tratando de hacer —pausé por un momento—, puede que debas esperar un poco más.

Así de fácil, el chico listo lo captó rápidamente, aunque no de las mejores formas, digo, no esperó a hacérmelo saber, pero como sea, abandonó el asunto, y retrocedió a sentarse al otro extremo de la banca, frente a los lockers.

Por otro lado, al menos ya tenía mejor oportunidad de guardar mis últimas cosas.

—He esperado casi un mes para esto. No podíamos hacer nada si te la pasabas mordiéndote el labio todo el tiempo —expresó de forma frustrada—. No es que sea grave, pero... ¿No crees que..?

Listo, eso era todo lo que yo requería escuchar. No es cuestión de ser ingenua, pero pensé que no lo diría de todas formas.

Ah, y claro, este es el tipo de consecuencias tan precisas a las que sorpresivamente me iba a enfrentar, después de todo, seguimos siendo novios, ¿No?