3.4. Declaración Impactante

1 0 0
                                    

3.4. Declaración Impactante

—Por favor no me mates —rogó.

—Ya te dije que no lo haré —bufó Bernar.

—¿Y entonces por qué me llevas en tu globo? —Preguntó asustada, mirando como el lago se hacía más pequeño a medida que subían.

—¡Cielos Irene! ¿Cuántas veces no te he llevado en mi globo? —Cuestionó irritado.

—Después de decirme que me ibas a matar...—meditó —tan solo una vez.

Él rodó los ojos —de nuevo te dijo que no te voy a matar, prácticamente te debo la vida, así que tómalo como el pago de una deuda.

—¿No me vas a matar? —Insistió incrédula.

—¡Que no mujer! —Exclamó exasperado.

—¿Entonces a dónde me llevas? —Preguntó con desconfianza.

El asunto es que ni él mismo sabía la respuesta, por eso se mantuvo en silencio deseando que ella no siguiera interrogando, pero no tuvo que contestar más, y no porque ella no continuaría, no, sino porque otras voces se hicieron presente.

—¡CORRAN! ¡BERNAR SE ESCAPA! —Chillo Brexie mirando hacia arriba totalmente descolocada e histérica —¡ARFAXAD Y FLYEN! ¡NO LO DEJEN IRSE!

Rápidamente una criatura enorme, de dientes grandes y afilados, dos aletas del tamaño de un humano promedio, color durazno, mandíbula ancha y masa corporal predominante impacto con el globo donde iban, pero sólo eso ya que no pudo hacer nada más que desviarlo un poco de su trayectoria antes caer al agua.

—¡SIGAN ATACANDO! ¡NO SE DETENGAN! —Ordenó la voz airada de Brexie —¡DE AQUÍ NO TE VAS BERNAR!

—Lamento decepcionarte querida pero ya yo estoy escapando —sonrió Bernar quien miraba hacia abajo estando de pie en el globo. A su lado Irene iba sentada porque nunca había podido mantener el equilibrio mientras volaba ahí.

—¡SERÁS ILUSO SI CREES QUE VOY A DEJARTE IR! —Argumentó ella.

—Eso suena a que me amas —se burló. Brexie sintió como sus ojos se salían de órbita y sus dientes chocaban entre si —pero no podrás tenerme porque mi tiempo aquí se ha acabado, de hecho, la única razón por la que dure un dia entero fue por esto —señaló a Irene quién quedó pasmada. Brexie no la había notado hasta su mención —así que como ya lo tengo, me voy —declaró sin más. Brexie miró fijamente a Irene con desprecio.

—¡NO DEJEN DE ATACAR! —Les gritó —ARFAXAD USA TU DON CON TODA SU MAGNITUD —le encomendó, él le dio una mirada cansada para luego extender sus manos y sacar a todos los marinos con facultades afiladas que pudiera.

—Eso no va a lograr nada, ya te había dicho que sabía sobre este ataque ¿no crees que me iba a preparar? —Preguntó Bernar —este globo que ves lo mandé a construir especialmente para tu gran espectáculo, por lo tanto es resistente a cualquier ataque.

—¡ERES UN INFELIZ! —Estalló en impotencia, sus ojos brillaban en lágrimas y sus dientes dolían de haberlos apretado con mucha fuerza.

—Ya verás que no lo soy, tú simplemente no entiendes mi causa, pero está bien...realmente no me importa —sonrió sin mostrar los dientes —además para demostrarte que no soy tan malo como crees, les dejaré a Max para que descarguen sus frustraciones en él —señaló al aludido que estaba frente a los mandas, siendo resguardado por algunos supervisores que tenían sus manos extendidas para contraatacar con sus arcules. Max lo miró entre sorprendido, incrédulo y molesto.

—¿Qué quieres decir con eso? —Preguntó él lentamente.

—Que ya es hora de que obtengas tu castigo por embarazar a Celia —expuso como si dijera la cosa más simple que pudiera entender cualquiera.

Veneda, la nueva Tierra 3Where stories live. Discover now