𝕷𝖚𝖓𝖆 𝖉𝖊 𝕾𝖆𝖓𝖌𝖗𝖊 // 𝕾𝖊𝖛𝖊𝖗𝖚𝖘 𝕾𝖓𝖆𝖕𝖊

Cap. 70 // NUEVOS RECLUTAS

-Muy bien mis mortífagos- continuó Voldemort hablándole a sus seguidores- Como bien saben, las criaturas de la noche siempre han sido aliadas nuestras y todos los magos oscuros anteriores a nosotros- unos cuantos comentarios se escucharon en la mesa- Quiero que continúen siendo nuestros aliados, entonces ustedes irán a reclutarlos, el líder de la misión será Corvus. Por otra parte..- dijo mientras entraba un grupo de chicos y todos volteaban a verlos- Tenemos nuevos reclutas- Pettigrew les indicó que pasaran y estos lo hicieron mientras Voldemort se levantaba y Corvus se situaba a su lado.

- Mi señor- dijo dramáticamente una chica lanzándose a los pies de Corvus, mientras este y Voldemort se miraban entre sí- Mi lealtad está completamente con usted mi señor- Corvus volteó a verla y la arrojó con una patada a los pies de Voldemort.

- El es tu señor mocosa- comentó con desprecio mientras la chica lo volteaba a ver, al verla le dio nauseas, Daniela Dursley le dio una mirada triste y Corvus solo bufó para mirar a el resto de chicos, se sorprendió al ver a sus hermanos y a su primo entre ellos, también estaba Blaise, Theo, Crabbe, Goyle y Pansy junto a otros magos que no conocía- ¿Ustedes solo se quedarán ahí observando?- preguntó el segundo al mando mientras daba unos cortos pasos hacia ellos- Inclínense ante su señor y besen el bajo de su túnica- tras escucharlo, todos se pusieron de rodillas, se arrastraron hacia Voldemort y le besaron el bajo de la negra túnica.

- No seas tan agresivo con los nuevos, Corvus- dijo Voldemort sonriendo antes de que el grupo de chicos se alejara poco a poco y se levantaran- Me gustaría que hicieran una prueba de lealtad antes de convertirse en mortífagos- los chicos se voltearon a ver entre sí y algunos dieron un paso atrás, mientras tanto Voldemort se acercó a Corvus y susurró sobre su oído- Quiero que traigas el corazón fresco de un dragón- Corvus se separó un poco del hombre para verle la cara pensando que era una broma, y al no ver ningún rastro de travesura o diversión, asintió y salió del salón.

Poco rato después Corvus traía un baúl de roble oscuro en sus manos, con sangre embarrada por todos lados, mientras Corvus traía el pantalón empolvado, la camisa con dos rasgaduras en la espalda debido a sus alas y con un zarpazo por el frente quedando casi con el torso desnudo, y en vez de su máscara, traía una espada de plata que era la que ahora hacía su transformación y con la que había asesinado a el dragón, su rostro estaba totalmente sucio y su cabello había sido estropeado por el dragón, Corvus volvió a sacar sus alas para regresar a la mansión y pronto se encontró de vuelta en el comedor, nadie se había movido a excepción de Voldemort que estaba sentado de nuevo en la mesa.

- Aquí tienes lo que me pediste, Tom- dijo dejando el baúl frente al hombre y este lo miraba.

- ¿Un arduo trabajo, Corvus?- preguntó el hombre al ver el estado de Corvus.

- Solo un par de descuidos, Tom- ambos hombres sonrieron y Voldemort miró el cofre antes de abrirlo, el corazón del dragón seguía latiendo y estaba envuelto en una esfera de sangre.

- Muy bien hecho, Corvus. Ahora ve a arreglarte, empezaremos cuando vuelvas- Corvus hizo una reverencia antes de salir de la sala, caminó por los pasillos hasta llegar a la habitación principal y darse un baño, incendió en la chimenea la ropa que había usado, transformó la espada en un collar y se dirigió totalmente sin ropa al baño, la tina ya estaba llena y solamente entró en el agua.

Su baño no fue rápido ni muy tardado, y una vez que terminó y envolvió una toalla en su cintura, tomó el collar, se lo puso para transformarse de vuelta en Corvus y salió del baño, escuchó la puerta abrirse un poco y se quedó estático, entonces usando su velocidad sobrehumana se acercó y abrió la puerta encontrándose lastimosamente con Dursley.

- Veamos que tenemos aquí- dijo mientras la chica temerosa movía su vista hacia el rostro de Corvus- Creo que te perdiste, cariño- sin esperar si quiera a que reaccionase, la tomó por el cabello y caminó rápidamente hacia el comedor, abrió la puerta de un brusco movimiento que llamó la atención de todos y lanzó a la chica sobre la mesa frente a todos los mortífagos- Creo que esta mocosa se perdió de camino al baño y decidió espiarme en la habitación, si usted me permite yo la mato- dijo de forma brusca hacia con Voldemort.

- Está muy mal lo que hizo tengo que admitirlo, pero también debo de admitir que con el cuerpo que tienes es entendible lo que hizo.. La torturarás enfrente de todos, no más- indicó Voldemort y Corvus lo miró furioso.

- Crucio- conjuró el hombre mirando a la chica y esta comenzó a retorcerse de dolor, sus gritos de agonía inundaron la sala y todos se quedaron helados a excepción de Bellatrix que comenzó a reír de diversión- Legeremens- conjuró también Corvus, y fácilmente entró en la mente de Dursley, comenzó a revisar sus memorias y las usó contra ella como lo hacía su padre, destrozó cada parte de esta y pronto la tuvo suplicando morir, para ella el dolor físico y psicológico que usó Corvus fue demasiado, entonces Corvus sintió un golpe en su cara y paró la tortura, miró a quien lo había golpeado y era Draco.

- ¡Draco!..- le llamó la atención su padre levantándose rápidamente al ver lo que había hecho, Corvus entonces miró a Lucius de forma seria- Corvus, puedes golpearlo de vuelta si quieres, pero quiero encargarme yo de su castigo- él sabía que el castigo que le daría Lucius sería pesado, quizá no tanto como lo haría el mismo pero decidió dejárselo a el, regresó contra Draco y le propinó un golpe mucho más fuerte que el que había recibido, dejándolo tirado y apenas consiente.

- Dale gracias a tu padre que no acabo contigo- dijo antes de salir del lugar.

Pronto regresó totalmente vestido y Draco se acercó a el.

- Le pido que me disculpe, solo quería parar la tortura de mi novia- dijo en chico con la cabeza gacha.

La prueba de lealtad que les había dado Voldemort era en parte simple, comer un bocado de el corazón del dragón sin escupirlo ni vomitar, una vez todos lo hicieron y los que no lo hicieron, murieron, después Voldemort y Corvus se encargaron de ponerle la marca tenebrosa a los muchachos y estos se quedaron parados detrás de las sillas de la mesa.

- Muy bien, ahora todos ustedes sin excepción irán con nuestros aliados- ordenó Voldemort con una sonrisa.