Capitulo 1

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No podía creer lo irónico que era, morir envenenado con su vino... bastante divertido al ser lo que calmaba sus penas y todo lo que podía sentir. No quedaba nadie de los que amaba, si amaba, no se dió cuenta hasta muy tarde cuando ya no podía hacer nada.

Así falleció Aegon Targaryen el segundo de su nombre, primogénito de Viserys Targaryen y Alicen Hightower cuyo reinado resultó tan breve como amargo. Tenía 24 años y reino 2.

Cayó en un vacío oscuro... pero luego de unos momentos que parecieron ser una eternidad, sintió un ardor en su mejilla lo cual lo puso confundido y de apoco la oscuridad se fue desapareciendo, logrando visualizar a su madre, la cual parecía estar riñendolo como siempre. Pero no podía escuchar lo que decía, vio a su alrededor y pudo ver a su hermano sentado en la silla mientras miraba a el suelo con furia. No podía creer lo que estaba viendo, era simplemente imposible. Giro su vista y ahí estaba Helaena, tan tranquila y como si estuviera en otro mundo lo cual era bastante normal, solo la miro arrepentido, ella era bastante inteligente, solo que los acertijos que murmuraba para los demás eran puras locuras. Aun si  el sabía que su hermana era una soñadora, solo debían prestar más atención a lo que decía y se podrían enterar de muchas cosas.

Aún recuerda cuando se entero de la muerte de su hermana. Se encerró en su habitación por días, ahogandose en vino. Su pequeño Jeahearys había sido asesinado y eso la había vuelto loca. Se odiaba asi mismo por ser tan estúpido al no cuidar a su familia y solo pensar en putas y vino.
Trataba de no culpar a nadie por sus actos ya que era cobarde, pero aún así odiaba a Otto, sus problemas habían sido iniciados por el, su madre, era constantemente manipulada por ese hombre que no tenía derecho a nada. Sabía que su madre los quería aunque no lo demostrará tenía su manera de darles a entender que si lo hacía.

Había cometido demasiados errores, pero ver a toda su familia de antes, le estaba dando a entender que los dioses, los cuales antes no había respondido a sus plegarias, por fin lo habían escuchado y le habían dado una oportunidad de remediar todo.

—Quien te dijo esas mentiras —Pregunta Viserys mientras miraba a su hijo con el ceño fruncido. Eso saco a Aegon de sus pensamientos y miro como su hermano no sabía que hacer, y se notaba el miedo de su madre quien ya suponía que la iban a matar por decir esas calumnias.

Aegon se encontraba molesto, al estar sobrío logro ver todo bien y decidió dejar de ser tan cobarde, tenía que ser valiente en esta vida para proteger a su familia de todos los que la amenazaran, no importa como, el iba aprovechar esa oportunidad que le habían concedido a el máximo.

—Fui yo— Dijo sin ningún tono de miedo en su voz y al ser escuchado por los demás solo hubo un silencio inminente y Aemon solo miraba a su hermano con confusión.

—Y tu hijo—Hablo Viserys mientras se acercaba lentamente a su hijo mayor— Dónde escuchaste esas calumnias, Aegon!— Grito esto último molesto mientras todos guardaban silencio y Alicent miraba asustada por lo que le podían hacer a su hijo y parecía apunto de confesar.

—Todos lo saben, solo míralos padre— Respondió el menor ardiendo en furia la cual no demostraba y antes de que Viserys dijera algo Aegon se adelantó— No se porque pierdes el tiempo tratando de silenciar la verdad, por eso esque todos lo murmuran en los pasillos y en todas partes, porque mi hermana mayor y tú no aceptan la verdad. No es justo que vengas a interrogarnos cuando uno de tus hijos acaba de ser mutilado, acaso no te has puesto a pensar como se siente Aemond, es solo un niño de 11 años el cual acaba de perder su ojo— Mira acusadoramente a Viserys—
En vez de estar acusandolo, deberías estar consolandolo y estar preocupado por el ya que es tu hijo.

—Hijo y-yo—Trato de hablar el mayor al darse cuenta de cómo los demás lo miraban y susurraban.

—No! Es injusto que estés haciendo esto, también somos tus hijos, te atreves a defender a Rhaenyra llamándola tu única hija cuando también estamos nosotros, que culpa tiene Aemond, vamos dime, no tiene un ojo y está siendo tratado como si fuera un criminal, ignoras a Helaena, estoy seguro de que es porque cometió el error de no ser Rhaenyra, me ignoras a mi y nisiquiera te preocupas en porque siempre me estoy haciendo daño a mi mismo con el vino. Probablemente hayas olvidado que Daeron existe. Corta mi cabeza y ponla en una estaca por decir la verdad ¿Porque te casaste con ella?— Pregunta mientras señala a su madre— Todo lo que haces es ponerla triste. Todos los días la pones triste. Nunca la has echo sonreir— Dice con los ojos vidriosos al igual que su madre quien estaba sorprendida por como estaba enfrentando a El rey.

El renacer de un dragón Where stories live. Discover now