capitulo 4

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Estar con Sunfyre hizo que el tiempo pasara demasiado rápido, sin darse cuenta que ya casi era la hora de la cena, se escucho el sonido metálico de una armadura llegar alertando a la dragona quien movió un poco su cabeza para despertar a Aegon quien se había quedado dormido sobre ella.

El rubio al tener un sueño sencible se levanta rápidamente y cuando abre los ojos, su mirada va ela el caballero que parecía estar apunto de decir algo.

-Mi príncipe, La mano pide por usted, ya casi es hora de la cena y la princesa Rhaenyra ha llegado junto con los príncipes-Habla Sir Arryk mientras le da una mano a el menor para ayudarlo a ponerse de pie.

-Muchas gracias Sir Arryk, iré con usted-Responde con una pequeña sonrisa dejándose ayudar para ser llevado su habitación. Al entrar es recibido por su madre y su abuelo, este último tenía el ceño fruncido y lo miraba con una pose arrogante cómo siempre.

-¿Donde estabas?-Pregunta el hombre acercandose a el pero es parado por Alicent quien llega más rápido donde Aegon.

-Dije que iría con Sunfyre, no tengo porque darte explicaciones Lord Mano-Responde el menor altanero y su madre solo ahoga un ruidito- ¡¿Quien te crees que eres para hablarme así mocoso?!-Dice el hombre exaltado y justo cuando le iba a dar una cachetada es parado por segunda vez por la mujer-Te dije que con mis hijo no-habla firmemente Alicent quien es escuchada por Criston. El caballero entra rápidamente y saca a Otto de la habitación mientras esté reclama aún furioso, Aegon suelta un suspiro divertido internamente y voltea a ver a su madre quien estaba cruzada de brazos.

-Te dije que tenías que estar temprano aquí, en poco tiempo será la cena y tú estabas perdido por ahí-Reprende mientras se pasea por la habitación-Lo lamento madre, se me pasó el tiempo sin darme cuenta, no volverá a pasar-Promete tomando las manos de su mamá para que está deje de hacerse daño, ella lo mira sería pero luego de unas miradas intensas se rinde y asiente-Que no vuelva a pasar, cada vez que desaparece uno de los tres me preocupa que les pase algo malo-Expresa la pelirroja cerrando los ojos con cansancio, luego de lo de Aemond no solo el había salido embarrado de alguna manera, su madre temía que les pasará algo y que está vez fuera aún peor. Aegon no pudo evitar abrazarla escondiendo su cuello en la mujer quien luego de unos momentos le corresponde el abrazo acaricando la espalda del rubio, su olor era tan relajante, cuando estaba pequeño también hacia lo mismo de esconderse en el cuello de su mamá cuando se sentia mal, su olor era leche, miel y frutos rojos. Aegon se siente demasiado bien, en su vida pasada no tenía la atención de su madre se la manera que quería, si hubiera sabido que ella se preocupaba verdaderamente por el tal vez las cosas hubieran sido diferentes. No debía pensar en eso, ahora tenía a su hermosa mamá con el y nadie los iba a separar jamás.

-Debes darte un baño, apestas a dragón y tus ropas están sucias, no me vas a avergonzar de esa manera jovencito-Pide su madre separándose de el abrazo y poniendo sus manos en su cintura. Algunas cosas nunca cambiaban, Aegon soltó una risita y asintió para irse a meter a el baño, Alicent solo nego y salió del lugar para darle privacidad, no sin antes decirle dónde iba a estar.

Ya en la bañera, Aegon estaba jugando con los pétalos de flores que había dentro mientras pensaba en las cosas que había cambiado, la pelea de su hermana y su madre se había evitado y Rhaenyra no había partido a Rocadragon aún, de echo, sabía que ella probablemente ya había regresado y por eso mismo todos se iban a reunir en la cena para celebrar el onomástico Rhaenyra, no podía creer el descaro de su padre al tratar de unirlos por milésima vez cuando era el quien hacía que no fueran una familia unida por sus preferencias hacia cierta personita, no iba decir el nombre porque quién era el para juzgar.

-Esto es estúpido, nadie se va meter conmigo ni con mi familia, lo juro por mi vida-Se promete así mismo y a los dioses que lo escucharon, después de todo el era un angelito de dios, que no se note la mentira. Sale de la bañera y no pide ayuda para vestirse, sabía que le iban a poner el típico verde, estaba cansado de esos colores porque ni que el rojo y el verde fueran los únicos que existieran. Empieza a buscar en su armario por un buen rato hasta que encuentra una camisa morada de seda que ni idea de dónde había salido y solo sonríe de lado para tomar un pantalón casi del mismo color solo que más lila que había ido a robar del armario de Helaena. Al verse a el espejo se muerde el labio, se sentía ridículo pero debía admitir que se miraba bien, aún no se había presentado su casta pero en su vida pasada había sido beta así que suponía que también iba ser beta en esta.

Mira mal su cabello despeinado, se lo había cortado por una buena razón, no se sabía peinar, no comprendía porque Aemond tenía el cabello tan bien cuidado que nisiquiera Helaena lo tenía como el. Después de estar mil años tratando de peinarse se hace una trenza que recogía todo su cabello, era la más sencilla de las trenzas pero se miraba bien y seguía viéndose masculino apesar se sus ropas que solo le daban un toque delicado que lo hizo sonreir, la golfa fodonga de Rhaenyra debía darle su puesto como la delicia del reino.

Al terminar por completo sale de su habitación notando que estaba desolado completamente y solo había un guardia al fondo del pasillo que nisiquiera sabía quién era, sin prestarle atención sigue su camino para entrar cuando anuncian su nombre siendo volteado a ver por todos sus familiares.

Se acerca sentandose junto a Alicent quien lo miraba como pez fuera del agua y luego sonríe con los ojos acuosos para acariciar su mejilla-Te vez perfecto querido-Alaga su madre y Aegon sonríe en modo de agradecimiento y voltea a ver a todos logrando un silencio totalmente incómodo pero obviamente Daemon tenía que hacer acto como presencia soltando una risita lo cual no era nada raro. Voltea a ver a las hijas de este con el ceño fruncido, por culpa de esas mocosas su hermano había perdido el ojo, sabía que en cierta parte Aemond tenía la culpa por reclamarlo en el mismo día del funeral, pero también fue inteligente, ademas estaba en su derecho ya que el era un dragón y debía tener uno para estar completo, rueda los ojos por el intento de intimidación de ellas hacia el y las ignora volteando a ver a Luke y Jace, el primero estaba jugando con figuritas y el último lo miraba atento, bastante maravillado se podía notar. Suspira, esos bastarditos les encantaba fastiarlo.

Su padre parecía en otro mundo mientras hablaba con Rhaenyra sin siquiera pregunrar por Aemond que no estaba presente ya que aun se estaba recuperando y no quería ver a los Velaryon, sospechaba que su hermano tenía un poco de miedo a Lucerys al igual que una obsesión insana pero luego pensaría en eso.

Volvió su mirada a el plato y obviamente empezó a comer, no iba a desperdiciar algo tan delicioso como eso, era de sus comidas favoritas.

-Mama y Aemond?-Pregunta el pequeño lucerys captando la atención de todos y Aegon suspira mientras le sale un tic en el ojo. Parecía que el patético niño se quería disculpar con su orgulloso y nada rencoroso hermano.

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Jelow, al final me decidí por hacerlo omegaverseee XD estaba en duda porque pensé que iba dar cringe o algo pero se necesita un poco muejejejej le da un picor a la historia 😛

El renacer de un dragón Where stories live. Discover now