Capitulo 2

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Al siguiente día del incidente, se ponía sentir la tensión en Marcaderiva, los verdes aún no salían de su habitación al igual que los rojos quienes se iban a quedar unos días más en el lugar antes de partir a casa.

Rhaenyra ya le había platicado a Laenor sus intenciones y este se encontraba bastante indeciso, después de todo amaba a sus hijos pero quería ser libre sin tantas responsabilidades así que estaba empezando a aceptar un poco la opción que le habían dado. Rhaenyra apesar de que no le tenía aprecio a los verdes había castigado a sus hijos con unos buenos azotes en sus traseros, después de todo era lo mínimo comparado a lo que había sufrido Aemond. Luke estaba bastante arrepentido pero no había querido salir de la habitación por la culpa que sentí. Por otro lado Jace había estado hablando con sus primas toda la mañana, se habían llevado bastante bien y entre los tres trataban de consolar a el menor de todos, Luke.

-Alicent es una perra sin color, toda paliducha y con esa cara de mosquita muerta-Murmuraba Daemon mientras recordaba como se había comportado la mujer la noche anterior, no había sentido ni una pizca de lastima por los verdes. Después de todo estaba de lado de su sobrina con la cual tenía una gran conexión que por más que quisieran separarlos jamás conseguirían romper está misma. Para Daemon, Alicent era una loca religiosa que no hacía más que ladrar pero nada de morder porque era una cobarde, con que derecho se sentía a imponer algo cuando nisiquiera el mandilón de su hermano le hacía caso. A decir verdad, siempre la había considerado una pequeña fastidiosa, aún más si era hija de Otto, hablarle así a Rhaenyra cuando era ella quien iba ser la reina, la historia no recordaba sangre, recordaba nombres. Así que juro proteger a los hijos de su princesa con su vida.

-Tio, te pueden escuchar, no seas tan escandaloso, es la reina después de todo-Lo hace callar Rhaenyra mientras carga a Joffrey-Sobrina, sabes que nadie tolera a esa mujer, no nos dirán nada-la tranquiliza el mayor mientras camina por la habitación y se sienta en una silla-Lo que si me llama la atención es la actitud de Aegon ¿cuantas copas habrá tomado para enfrentarse así a el rey?-Pregunta divertido y se sirve una copa de vino.

-Eso mismo me preguntó yo, jamás lo había visto de esa manera, sus palabras hicieron que hasta le prestará atención-Se burla y le da a Joffrey a las nodrizas para sentarse junto a Daemon- De igual manera no importa, el no será un inconveniente en mi camino a la corona-Trata de tranquilizar a el rubio y suspira sin saber que esas palabras no eran más que falsas y que debía cuidarse

-Buenos días mi dragón-Saluda la pelirroja a su segundo hijo mientras lo hacía levantarse haciendo que el menor suelte un quejido y se esconda en los brazos de ella, después de todo, el era la debilidad de la mujer- Buenos días reina mami-Responde Aemond en voz baja y luego de acomodarse bien en los brazos cálidos de su mamá suspira y cierra su ojo pero sin dormirse, haciendo que Alicent lo mire con ternura junto a la presencia de Helaena que estaba jugando con sus insectos y el perezoso de Aegon aún seguía durmiendo.

-debo ponerte este ungüento Aemond, los maestres dijeron que con esto te sanará más rápido-Explica Alicent bajo la mirada atenta del menor y con cuidado le quita la venda para morderse el labio, aún estaba molesta por como le habían arrebatado su ojo a su pequeño y que los perpetradores no recibieran ningún castigo. Con cuidado de no lastimarlo empieza a untarle el medicamento en la herida a Aemond, su corazón se siente lastimado al ver cómo si niño se quejaba de dolor logrando que con estos ruidos se levantara Aegon todo despeinado.

-Pero ¿Qué pasooooo?-Pregunta con sueño y abre los ojos con lentitud visualizando a su pequeña familia y al ver lo que sucedía se levanta rápidamente para acercarse a Aemond por detrás, metiéndolo en sus brazos tratando de mostrarle apoyo y consuelo mientras que su madre le temblabaa mano de los nervios mientras curaba la cicatriz.

-¡Mama me duele, ya no quiero!-chilla el menor poniéndose inquieto en los brazos de Aegon tratando de escaparse de ellos sin éxito, había soportado que lo costuraran sin soltar una lágrima y ni un quejido. Pero la razón a eso era porque la noche anterior se le había congelado la mitad del rostro y no sentia nada, pero ahora era diferente-Shh tranquilo, tranquilo, ya casi terminamos mi tesoro-Trata de tranquilizarlo Alicent mientras da los últimos toques para dejar que Aemond suelte un suspiro apoyandose en su hermano, la verdad que se sentía extraño porque jamás habían echo eso, pero se sentía bien ser protegido por otra persona y no solo por su Madre.

La burbuja se rompe cuando escuchan a Helaena pronunciando algo mientras juega con sus bichitos-La mano gira el telar, carrete verde, carrete negro. Dragones de carne, tejiendo dragones de hilo-murmura sería y suavemente para luego seguir jugando.

Ante esto, Alicent y Aegon tratan de desifrar su acertijo, pero al no entender por más que pensaran se rinden, ya luego se enterarían de que era. Aegon voltea a ver a su madre para apreciarla bien, llevaba su camisón de pijama y su cabello suelto, ella era hermosa pero nadie sabía observarla cómo se merecía, Helaena y Aegon eran idénticos a la mujer solo que con cabello blanco y ojos morados, en especial Aegon, hacían las misma muecas, poses y ademanes, eran totalmente iguales. Por otro lado Aemond se parecia a su padre pero con la belleza de Alicent, apesar de haber perdido su ojo aún tenía una belleza adorable y un aire salvaje e imponente. Daeron se convertiría en uno de los más guapos, llevaría el cabello más corto que ellos y sabía que su hermano era hermoso por dentro y por fuera, ya vería como hacer para que volviera a la corte, había que recordar que Daeron aún era un bebé prácticamente, necesitaba ser bien instruido no ser un guerrero desalmado de los Hightower.

-Madre, no crees que Daeron debería volver-Le pregunta a la mayor mientras le hace una pequeña trenza a Aemond para quitarle el cabello de la cara, Alicent al escucharlo sonríe con vergüenza y anhelo de su hijo menor- Tienes razón Egg, mandaré a traer a Daeron para que cuando lleguemos a la fortaleza ya habrá llegado el-Sonrie levemente y se pone de pie para darles el beso en la frente a cada uno- Pediré que preparen sus baños, dentro de poco nos marcharemos, no soporto estar más aquí- Dice arrugando la nariz y se pone de pie para salir de la habitacion cerrando la puerta para irse junto a Sir Criston que la había esperado desde la puerta todo el tiempo.

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Ta cortitooo pero esque no tengo tiempo de nada😭😭😭prometo que el próximo va ser más largo y interesante.

El renacer de un dragón Where stories live. Discover now