𝐅𝐚𝐯𝐒𝐡𝐢𝐩𝐩𝐖𝐞𝐞𝐤²⁰²³: 𝐑𝐚𝐧𝐩𝐨𝐞 [𝟕/𝟕]

𝟎𝟔. ¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐡𝐚𝐠𝐨 𝐬𝐢 𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐯𝐞𝐫𝐦𝐞?

Universo Alterno | Out of Character

Resumen:
「 Después de 10 años sin verse, Poe encuentra a su viejo y querido amigo de la infancia Edogawa Ranpo, pero teniéndolo en frente es incapaz de acercársele, porque, ¿y si él no quiere volver a verlo? ᴿᵉˡᵃᶜᶤᵒᶰᵃᵈᵒ ᶜᵒᶰ: 𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨.」

[2]
❝ ¿Qᥙᥱ́ hᥲgo sι ᥒo qᥙιᥱrᥱs vᥱrmᥱ? ❞
ʳᵉᵉᶰᶜᵘᵉᶰᵗʳᵒ

⠀⠀⠀A la edad de seis años, Poe había tenido su segundo amigo, porque el primero fue Karl. Cuando sintió que era una pertenencia más entre los muebles de aquella casa, un niño había entrado por la ventana y le sacó de ese lugar.

⠀⠀⠀Edgar apreciaba la soledad, pero gracias a Edogawa Ranpo, también disfrutó de la compañía, y la disfrutó tanto que comenzó a desear un poco más de esta. De esa forma, era muy recurrente encontrarlos a ambos juntos. Eran prácticamente dos estampillas pegadas entre sí.

⠀⠀⠀Llegando los 10 años, Edgar había tenido que dejar Japón, porque quisiera o no aún era un menor de edad y si su tutor amanecía con la idea de que la educación era mejor fuera de Japón, entonces tomarían el primer vuelo mañana de regreso a Estados Unidos.

⠀⠀⠀La despedida había sido triste y llena de mocos de dos infantes que habían aprendido al lado del otro, que no estaban solos y que definitivamente iban a reencontrarse.

⠀⠀⠀De ese recuerdo al día en que Edgar volvió a pisar Japón, habían pasado 8 años, 8 años en los que Edgar había esperado ese día con emoción. Pero en aquella vieja casa donde aún vivían sus memorias más felices, ya no estaba el niño al que esperó tanto por volver a ver, ni sus agradables padres, ni el bonito jardín.

⠀⠀⠀Buscando información supo que los padres de Ranpo habían muerto y que a los 15 años quedó huérfano. El dolor que sintió, la soledad que lo abrumó, el camino que tomó o a dónde se fijaron sus nuevas metas... Allan no lo sabía y se arrepintió de ese error infantil, de no haber ideado una forma de mantener el contacto pese a la distancia.

⠀⠀⠀Japón no era enorme comparado con otros países, así que un poco de positivismo sí tuvo.

⠀⠀⠀Dos años después, y haciendo gala de su fortuna, logró dar con él, por fin, después de encontrarse con tantos callejones sin salida. El nuevo hogar de Edogawa Ranpo era Yokohama, una ciudad portuaria, fresca y bonita.

⠀⠀⠀Al principio fue como un completo acosador, viendo al chico y su nueva vida desde lejos. Conociendo sus nuevas rutinas y sus nuevos amigos... a decir verdad, muchos nuevos amigos. Del niño solitario que eran ambos, Ranpo ahora estaba rodeado de muchas personas que parecían agradables.

⠀⠀⠀¿Era realmente necesario un reencuentro con él? Después de todo, hablaba de una amistad de hace mucho tiempo. ¿Y si Ranpo no se acordaba de él? Debía ser, ahora que tenía un aspecto más lúgubre que en su infancia, ahora... muchas cosas habían cambiado.

⠀⠀⠀Conforme Allan comenzó a pensar y darle más vueltas, le fue cada vez más imposible la idea de pararse frente a Ranpo. ¿Qué iba a decirle si lo hacía?

⠀⠀⠀—¡Aaaaaah! Karl, ¿qué debería hacer? —preguntó Poe mientras se tocaba la cabeza, estando agachado y bastante cerca del suelo. Estaba justo en el edificio frente a la Agencia de Detectives donde Ranpo trabajaba en la actualidad, y era el día 156 de que estaba ahí como un completo acosador.

⠀⠀⠀Ante ese absoluto mutismo, había volteado a ver, solo para no encontrar a su pequeño amigo donde debería estar.

⠀⠀⠀—¿Karl? —buscó con la mirada por los alrededores, y nada.

[...]

⠀⠀⠀—Hmm, es el día 156 y Poe-kun sigue solo viéndome desde el edificio de en frente —Ranpo había llevado una galleta de arroz a su boca, mientras Karl le veía con atención, solo por esto le dio un cachito diminuto al pequeño amigo de Edgar.

⠀⠀⠀Si se quedaba a esperar que Poe viniera hacia él, iban a tardar probablemente hasta que ambos sean tan arrugados como una pasa.

⠀⠀⠀Edogawa se levantó repentinamente, decidido.

⠀⠀⠀—No puedo esperar tanto, mi peludo amigo.

⠀⠀⠀Ya había esperado suficiente y todavía no entendía cómo es que Poe no estaba corriendo directamente a abrazarle.

⠀⠀⠀Ranpo podía ser el mejor detective, pero no veía dentro de los corazones de la gente.

⠀⠀⠀Diez años y medio se estaban volviendo una eternidad.

⠀⠀⠀Tomando a Karl entre sus brazos se acercó a la ventana, abriéndola. Enseguida tomó aire para llenar sus pulmones y gritar tan fuertemente como le era posible.

⠀⠀⠀—¡POE-KUN!

⠀⠀⠀Edgar, quien estaba en el edificio de enfrente casi sufría un infarto. Se había asomado hasta ver en la ventana de la agencia a Ranpo con Karl en sus brazos.

⠀⠀⠀—¡Karl! —dijo con sorpresa— ¡¿RA-RANPO-KUN?! —dijo con aún más sorpresa.

⠀⠀⠀¿Cómo es que...? ¿Desde cuándo él...?

⠀⠀⠀"Desde el principio", pensó enseguida, pues después de todo, se trataba de Ranpo, aquel que veía a través de todo. Entonces... ¿si Ranpo tampoco se acercó a él, quería decir que no era necesario en su vida actual...?

⠀⠀⠀—¡¿Cuándo vas a venir a decir qué has vuelto?! —gritó el azabache, aún desde la ventana mientras las personas transeúntes levantaban la mirada para verles—. ¡Esperarte está siendo una eternidad! ¡Tienes que traerme una bolsa de dulces en compensación!

⠀⠀⠀—¿Eh? ¿Eso quiere decir... qué sí quieres verme?

⠀⠀⠀Ranpo ladeó la cabeza.

⠀⠀⠀—¿Por qué no habría de querer? —Para Ranpo era más que obvio que quería. Porque Poe era su querido amigo de la infancia, aquel con quien se había sentido identificado por primera vez.

⠀⠀⠀Poe sentía que iba a llorar ahí mismo.

⠀⠀⠀—Ranpo-kun... —dijo con algunas lagrimitas cayendo.

⠀⠀⠀—Pero no te dejaré verme, ni a Karl, si no traes tu ofrenda para disculparte —dicho eso, el joven había cerrado la ventana de golpe, bajando también las persianas para que no pudiera verse el interior.

⠀⠀⠀Poe se quedó observando esa ventana cerrada, mientras mantenía un poco la boca entreabierta. ¿Ranpo había raptado a Karl? Más importante aún, esa no era el tipo de reencuentro que se había imaginado... pero, pero... si Ranpo le recordaba, si Ranpo quería verlo, eso era lo único que necesitaba saber.

⠀⠀⠀Dejando ese lugar, él compraría todos los dulces necesarios para que su viejo y querido amigo, Ranpo, pudiera perdonarle por haber tardado tanto. Mientras tanto, se llenaba la cabeza de todas las cosas que el otro tenía por contarle, después de 20 años de su indiscutible separación.