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𓆉
La rubia había pasado dos días en los que no quería salir de su cuarto, se sentía fatal. Nunca pensó en sentirse como se estaba sintiendo, sentía que su corazón cada vez se estaba rompiendo más y más, ella a pesar de ser fuerte ante todo el mundo era más frágil de lo que pensaban. Era una pequeña niña con buenos sentimientos que ahora se los rompieron totalmente por la decisión que jeremiah tomo aquel días.
Kaylee solamente salía de su cuarto cuando tenía que ir a comer junto a su familia, conrad se encargaba de que Susannah y Laurel no se preocuparan por ella ya que él estaba pendiente esos días de ella. La rubia, estaba distante con Jeremiah y él con ella, en esos días ambos sabían que no necesitaban hablar para entender lo que estaba sucediendo porque los dos rubios sabían que quizá todo aquello no se iba a poder arreglar o al menos no se arreglaría pronto.
En las cenas kaylee cambio de puesto con conrad para no tener que estar junto a Jeremiah quién al notar aquello trato de hablar con kaylee pero está simplemente no le contestaba o se volvía a encerrar en su cuarto sin querer escucharlo. Todos notaron aquel cambio en Kay pero nadie comento nada en especial Susannah quién quería hablar en algún momento con Kay pero sabía que no era el momento.
Kaylee estaba durmiendo en los brazos de conrad, está lo abrazaba mientras dormía, era algo común en ellos dos dormir de esa manera aún que sus madres antes pensaban que se gustaban por algo pero era todo lo contrario, simplemente se sentían bien al estar de esa forma.
— buenos días, chicos. — dice Susannah mientras entraba al cuarto de la menor.
Kaylee se mueve un poco abriendo un ojo viendo a susannah sonreír, para luego estirarse sentandose en la cama.
— Susi, ¿no me puedo quedar en casa hoy? — finge tocer. — me siento mal.
Susannah la mira alzando una ceja para luego negar divertida.
— kaylee te conozco desde que estabas en el vientre de tu madre, y se que no estás enferma.
Kaylee suspiro rendida mientras sentía como conrad se despertaba mirando a ambas.
— no sacaba nada sin intentarlo. — dice conrad riéndose de su amiga.
— cállate Connie. — le pega kaylee.
— ¿estás lista para hoy?
— no, no lo estoy. — dice kaylee pasándose las manos por la cara.
— lo harás bien, después de todo, eres la que ayudó a organizar todo, cómo sea ¿irás con jeremiah, no? — dice Susannah esperando su respuesta.
un pequeño detalle que se le escapó a kaylee fue contarle todo a susannah, pero ¿cómo le contaría que su hijo menor le rompió su corazón? no podía decirle eso a susannah, pero sabía que podía confiar en ella así que lo soltó todo omitiendo pequeños detalles.
