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Kaylee fue a correr por la cuidad mientras que trataba de pensar en que hacer con su futuro, mientras que iba trotando le entra una llamada de Marco haciendo que conteste mientras seguía en un trote suave hacia su casa.
— bien, eso creo, mamá está algo afectada pero bien, después de todo, mis padres jamás se casaron por amor. — comenta Marco suspirando.
— lo lamento tanto.
— no te preocupes, ¿cómo va todo por allá?
— bien, las cosas van bien, o eso creo. — dice Kaylee llegando a su casa.
— entiendo.
— hoy creo que trataremos de convencer a la tal tia Julia de que no venda la casa o eso era el plan hasta anoche. — comenta kaylee.
— uhh, suerte con eso, preciosa.
aquel apodo hizo que kaylee se sonrojara mientras caminaba a la entrada. Viendo cómo Jeremiah y Conrad caminaban hacia ella haciendo que se avergonzara.
— gracias. Te tengo que dejar, en la noche hablamos, un beso. Saludos a tu madre. — dice Kaylee.
— un beso, Kay. — dicho ésto kaylee corta la llamada.
ve como Conrad alzaba una ceja para así hacer que la chica negará.
— vieja chismosa. No te voy a contar. — dice kaylee acusandolo con un dedo.
— ¿contarle que? — pregunta el rubio.
lo que no había notado era que ambos venían sin camiseta haciendo que kaylee se fijará en Jeremiah haciendo que se sonrojara levemente para así negar abriendo la puerta
Jeremiah entraba junto a Kaylee, ambos se miraron sintiendo el olor a Muffins.
— ¿quien ha traído Muffins? — pregunta jeremiah.
— hola jeremiah.
— hola.
— hola Skye. — dice Kaylee mirándola.
— hola Kaylee.
— conrad. — saluda skye.
— Skye.
— no me dijiste que ella estaba aquí. — dice Conrad mirando a su hermano.
— es "Elle", no "ella" — comenta Skye. — dios, han pasado casi diez años desde que nos vimos. ¿cómo están ahora que su mamá...?
— ha sido duro.
— más ahora que la tía nos ha robado su casa. — comenta Kaylee.
