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No quería ir al medico pero no parecía tener nuchas opciones, había postergado lo que ya sabía que iba a escuchar.

-Amor - toqué a la puerta de la oficina de mi esposo - Debo salir un momento, es algo urgente con Porsche, llegaré a casa, no te preocupes, llegaré después y llevaré uno de esos cheescake que te gustan -

-Está bien, y dile a ese soquete que se busque otro amigo, las horas después del trabajo son sagradas para nosotros dos - reí y salí de ahí rumbo a la clínica, le había mentido a mi esposo pero sabía que esto era por su bien -

Esperé en la sala de estar por veinte minutos hasta que me hicieron pasar al consultorio donde mi nuevo ginecólogo me esperaba con cara serie. Este hombre se tomaba en serio su trabajo y sus regaños.

-Tienes tres meses de embarazo y una cita médica, eres un adulto y espero que sepas que has hecho mal -

-¿Cuál era el caso? Tomé las malditas vitaminas para evitar daño en el tubo no sé que de un bebé que no voy a tener, puede revisar, apostaría que de nuevo hay saco pero sin bebé, y así me ahorra estas tontas citas - el hombre trataba de ponerse en los zopatos de su paciente, pero jamás lo iba a lograr -

-Pete, yo jamás voy a sentir lo que tu sientes, eso es verdad, pero no creas que no intento entenderte, sé que es más fácil esperar lo peor, lo sé, lo he vivido, pero a veces, solo a veces la vida no va a golpearte con un maso sino con una flor de loto -

-Solo dígame donde debo acostarme y lo haré - me acosté en la mesa fría y me quité la camisa, esta humillación la había vivido antes y no iba a dejar que me afectara -

-Vas a sentir frío, es por el gel - puso ese horrible gel que no se limpia sobre mi - Si sientes que presiono demasiado avisame -

-Presionas demasiado - aun no ponía esa porquería sobre mi -

-Solo trato de hacerte ver que exageras y que no puedes vivir siempre a la defensiva - no lo entendería, nadie lo haría - Mira a la pantalla - la cosa esa comenzó a moverse sobre mi abultado vientre, no era muy prominente, podía parecer colitis - Mira esto - señaló con su mano la pantalla - Esto es el saco gestacional y - podía verlo de forma clara y yo no era médico, aunque era como ver una antigua pantalla que al cambiar a un canal que no se veía solo se apreciaba el ruido - Pete está perfectamente claro, sus manos, su cabeza, estos son sus pies, esta completo y bien formado para los tres meses, Pete hay un bebé sano y fuerte creciendo dentro de ti, hay un pequeño guerrero y ese eres tu -

No dejaba de ver la pantalla, no estaba vacío, había un bebé, uno completo, uno que seguía creciendo, uno que no... Terminaría por abortar, ni de manera involuntaria ni de emergencia, no era un saco vacío, estaba lleno, estaba ahí. Todo me rebasó y no pude evitar llorar, no reaccionaba a nada, mi mente se había cerrado por completo.

-Pete lo lograste, si, no podías concebir y ahora aquí estás, embarazado, pasaste los tres meses de mayor peligro y lo has logrado, hazte a la idea, tendrás un bebé - ¿Cómo se lo diría a Vegas? ¿Cómo le explicaría que lo sabía hace casi dos meses y que no le dije nada? -

-¿Estará bien? ¿Está sano? ¿Cómo... Cómo - nunca había llegado tan lejos, no sabía que hacer con lo que me estaba pasando -

-Está bien, completamente bien, pero cualquier problema lo veremos a tiempo, no creo que lo tenga, se está aferrando a vivir Pete, aferrate a cuidar de él -

Después de llorar viendo la imagen congelada de mi hijo, de recibir prescripción para vitaminas y suplementos, tuve que dirigirme a casa. Solo pensaba y pensaba en como se lo diría a Vegas, por que no pensé que todo esto se logrará, no pense que tendría un bebé, no después de tantos intentos fallidos, no sabía como iba a decírselo.

De Venecia con Amor |BibleBuild|Where stories live. Discover now