47 - Reveal II

554 43 17
                                    

Buenos días/tardes/noches,

Hoy os traigo un capítulo de DOS partes.

Esta es la 47, la segunda parte, ¡así que aseguraros de haber leído la 46 antes!

Un saludo,

likethelastwoman

likethelastwoman

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Chat... te amo.

No hubo fuegos artificiales. No hubo confeti ni matasuegras.

Chat Noir se la quedó mirando como si acabase de ver un fantasma. No movió ni las pupilas, parecía haber dejado de respirar. ¿Iba a quedarse paralizado, en shock, una segunda vez?

No, esta vez no. Chat Noir era más original que eso. Después de la sorpresa inicial se tambaleó como se hubiera mareado y luego, sin previo aviso, se desplomó. Literalmente.

El vórtice de emociones que estalló dentro de Adrien lo inhabilitó por completo.

Apagó su sistema, su mente, su cuerpo.

Sus piernas le fallaron y sus rodillas chocaron violentamente contra el suelo, incapaz de dirigir sus energías a otro órgano que no fuese el corazón, que bombeaba como loco, amenazando con salírsele del pecho.

Ladybug pegó un respingo e hizo ademán de agacharse para ayudarlo a levantarse, pero antes de que pudiese hacerlo, Chat le rodeó la cintura con los brazos y hundió su rostro, contraído por la emoción, en el vientre de ella.

No se lo podía creer.

¿Estaba soñando?

¿Había dejado de respirar, de vivir, de pensar?

¿Era así como se sentía morir?

¿Era ese el paraíso?

Sus ojos se inundaron de lágrimas y a una pequeña parte de su mente se le ocurrió que estaba manchando el traje de Ladybug y que era asqueroso, pero es que no tenía fuerzas como para hacer caso a nada más aparte de: «Te amo. Te amo. Te amo.»

La cantinela se repetía en su cabeza, matando cualquier otro pensamiento. Eso incluía la voz débil de Ladybug, que aunque estaba pegada a él, le llegaba lejana, distante.

¡Marinette —Ladybug— lo amaba!

No había sido todo un sueño. ¡Estaba pasando de verdad!

Chat Noir no podía creer su suerte. De hecho, cierta parte de él ya estaba comenzado a dudar de su propia valía, preguntándose si él —una marioneta de su padre, sin poder para decidir nada en su vida— era digno de una chica como ella, pero la alegría que estaba sintiendo fue tal que, gracias a Dios, no le hizo caso.

Marinette lo quería. Marinette era Ladybug. Ladybug lo quería.

Aún si su madre apareciera viva en ese mismo instante, Chat no creía que pudiera ser más feliz.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 19, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Última jugadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora