Cap. 4 Deseos Inconfesables

691 38 1
                                    

༺═───────⊰❪ DESEOS INCONFESABLES ❫⊱───────═༻

❛04 • Punto de vista de Judy Hopps •

-

-

-

—¡Tienes que enseñarme! —exclamé, jalando de su brazo y guiándolo hasta el automóvil.

—Zanahorias, ya sabrás lo que se siente...—sonrió, acariciando mis largas orejas de una manera tan íntima que logró tensarme.

Una corriente recorrió todo mi cuerpo, acalorando mi ser nuevamente, preocupándome de inmediato; tendría problemas con este zorro lujurioso, el mismo que anda asechándome cada que tiene oportunidad. 

Él es un depredador y yo su presa, está claro.

—¡Vámonos, fugitivo de la ley! —bromeé sobre su turbio pasado con el propósito de detener sus pensamientos pecaminosos.

—Golpe bajo.

Sí, exageré.

Abrió la puerta del copiloto y mi corazón se paralizó generando un frío que destelló en mi interior. ¿Acaso intenta ser caballeroso conmigo? Obviamente no es un comportamiento común; de repente, el duro manotazo contra una de mis nalgas quebró bruscamente mis ilusiones—. Sube de una vez.

—Zorro astuto...—ladeé mi cabeza para verlo de reojo hasta perderlo con la mirada. Realmente no cambiará—. ¡Depravado! —se lo lancé juguetonamente ni bien se acomodó en su asiento. Realmente me encantaba su actuar, especialmente conmigo.

—Eres parte de mi naturaleza carnívora —apretó fuerte el volante con ambas manos y de ese modo entendí su enojo o ¿frustración?

—¿Por qué dices eso? —traté de posar una mano sobre la suya, pero rápidamente me esquivó y encendió el automóvil para abandonar el lugar a los pocos segundos.

—Deberías buscar a alguien como tú —sus palabras me aterraron, ¿qué intenta decirme? No me alejaré de su lado—. Eres muy joven para mí, no comprenderías...

—¡Tengo 24 años! —interrumpí.

—¡Una vida por delante! —levantó la voz, estremeciéndome.

Volteé a verlo buscando desesperadamente una explicación, pero él seguía inmóvil con la mirada fija en el camino. Está evadiéndome.

—Judy, soy un peligro para ti —continuó. ¿Qué esta insinuando? Soy lo suficientemente adulta como para tomar mis propias decisiones y entender que los riesgos solo son preconcebidos por una sociedad disfuncional—. Nosotros...—no toleré más y sin dejar que siga hablando le lancé una bofetada tan dura como pude; al no medir las consecuencias ahí estaba aquella marca roja en su pómulo. Él no se burlará de mí.

Soy Judy Hopps, una coneja segura de sí misma —evalué la situación; es ahora o nunca.

—Quiero un macho como tú —sinceré.

Aprovechó la luz roja del semáforo para retirar sus gafas de sol y observarme con paciencia de pies a cabeza, como si intentara desvestirme con la mirada. Sabía que en su mente sucia estaría imaginándome desnuda.

—No asegurarás descendencia —devolvió su atención a la ruta, al mismo tiempo que soltaba una sonrisa de lado, la cual me encanta y acelera mi corazón; pero, observar como recorría su lengua sobre sus incisivos, terminó por agitar mi ser—. Te arrepentirás.

¿Qué pretendía? —no comprendí el porqué de esta inusual conversación; jamás me lamentaré por tenerlo cerca, es más, era evidente que me he enamorado y no iba a esconderlo más. Así no haya hijos biológicos, podríamos adoptar—. No hay excusas, Nick.

Instinto Erótico {Nicudy}Where stories live. Discover now