XVII: WHO IS THE KARMA?

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Karma.

El karma es considerado como una fuerza moral que rige la vida de las personas y que las lleva a experimentar tanto la felicidad como el sufrimiento.

La idea del karma malo se deriva de la creencia en la ley de causa y efecto. Según esta ley, cada acción tiene una consecuencia, y las acciones pasadas pueden influir en el presente y el futuro. Éste tipo de Karma puede ser considerado como una especie de deuda kármica que debemos pagar por nuestras acciones negativas en el pasado. En este sentido, lo malo puede ser visto como una oportunidad para aprender de nuestros errores y corregir nuestro comportamiento en el futuro. El camino puede ser muy doloroso y difícil de enfrentar, pero es importante recordar que siempre podemos elegir cómo reaccionar ante él. Es común que las personas se sientan abrumadas y desesperadas cuando experimentan las consecuencias.

Se dice que el karma malo no es una especie de castigo divino, sino que es simplemente la consecuencia de nuestras acciones pasadas… ¿En verdad no es un castigo?

El karma no es una cuestión de justicia o injusticia, solo se trata de tomar responsabilidad por nuestras acciones y aceptar las consecuencias que se derivan de ellas; en lugar de culpar a otros o a las circunstancias externas por nuestras dificultades, es importante aceptar aquella responsabilidad y tomar medidas para corregir nuestros errores o intentarlo… Al hacerlo, nuestra conciencia pesa menos y se prepara para olvidar nuestros pecados.

La práctica del perdón y la compasión nos muestra que podemos liberarnos de la carga que nos hace sentir como si fuéramos mierda en este mundo. ¿En verdad es eso lo que piensa la gente? El resultado de la ignorancia y el apego, que son las causas fundamentales del sufrimiento humano. Cuando nos apegamos a las cosas o nos aferramos a la ignorancia, estamos creando semillas kármicas negativas que eventualmente germinarán y nos causarán dolor en el futuro.

En realidad, el karma es mucho más complejo y no siempre es tan fácil de entender.

Acción y reacción… ¿No?

Vaya mierda.

Todos en el club se estaban comportando tan alborotados, parecían asustados. No, irritados. Los ojos de Jimin seguían a los pocos trabajadores entrar y salir por las puertas, importándoles muy poco cuando éstas chocaban con la sucia pared detrás. También había hombres subiendo y bajando con rapidez. Se veían como buscando algo. Algo importante al parecer. Demasiado.

Siendo comido por la curiosidad, agarró el codo de Sungmin, el chico de aparente buen y blanco corazón que le dejaba la mitad de su comida hace un mes atrás.

—¿Qué está pasando?— cuestionó con un toque raro en la voz—. Todos están jodidamente blancos, ¿encontraron un muerto o algo por el estilo?

Sungmin solamente negó con la cabeza antes de arrastrarlo hasta detrás de la barra, usando un poco de fuerza para empujarlo hasta una de las esquinas. Lo ignoró.

—Perdieron algo del jefe de éste lugar— susurró mirando detrás de su espalda—. Al parecer el viejo lo dejó aquí y cuando vinieron a recogerlo no lo encontraron y escuché que se está volviendo loco.

—¿Solo por eso?— Jimin arqueó una de sus cejas, incrédulo—. ¿Qué se le puede perder al jefe de un club de mala muerte?

El chico frente suyo soltó un suspiro extraño, estaba tenso igual que los demás. Sus ojos mostraban preocupación y Jimin estaba dudando seriamente que sea por esa cosa aparentemente valiosa.

—Te lo dije antes— Sungmin habló, mirando nuevamente encima su hombro. Tardando un poco más antes de volver a mirarle a los ojos—. Te lo dije antes de que trabajaras aquí, Jimin. No solo estás trabajando para un viejo dueño de un club.

Детонирующий || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora