9

59 9 0
                                    

Eun Ha recobró sus sentidos rápidamente luego de comer el sándwich que la menor le había preparado, ahora no sabía si se arrepentía de mostrarse así, pero lo cierto es que se sentía diferente, como si le hubieran quitado un peso de encima.

—¿Duermes temprano? —preguntó a la de cabello largo, manteniendo un tono de voz razonable, de todas maneras SinB le había dicho que la habitación de sus padres estaban en el otro extremo del pasillo.

La menor negó, con una pequeña sonrisa, y tomó asiento junto a ella en la cama.

—No realmente, pero mis padres deben creer que si —respondió con una pequeña risa—. Me entretengo leyendo o viendo películas en mi teléfono, es lo único privado que mis padres respetan.

—Comprendo —la mayor le sonrió con suavidad, y permaneció observando el rostro de Hwang en silencio, acción que la chica tardó en notar, y que la puso algo tímida.

—¿Q–Qué sucede? —preguntó confundida.

—Oh, lo siento —Eun Ha sacudió su cabeza, pero volvió su mirada a la de cabello largo—. Es solo que... De verdad te agradezco lo de hoy. Pensé que simplemente te decepcionarías de mí.

—Por supuesto que no, Eun Ha. Sé... que has pasado por cosas difíciles, no quiero que pienses que soy entrometida, pero tu madre me ha contado algunas cosas —SinB habló despacio y con cuidado, manteniendo la mirada desviada—. Con nuestros talleres no buscamos regañar a nadie, solo... Intentamos hacer que los adolescentes que se sienten perdidos entiendan que tienen un camino por delante.

Eun Ha siguió sus movimientos con la mirada, preguntándose qué tanto sabría SinB sobre su vida; nuevamente se sentía en una posición vulnerable.

—¿Qué hay sobre ti? —preguntó la mayor con curiosidad, inclinándose hacia adelante para ver su rostro—. ¿Alguna vez te has sentido...? Bueno, lo que ustedes llaman, ¿"perdida"?

SinB se mantuvo en silencio, y fue como si abandonara la habitación; Eun Ha creyó que se había equivocado en hacerle esa pregunta, y ahora no sabía cómo remediarlo.

—A veces me siento un poco sola —soltó, con una expresión algo pensativa, y enrolló un mechón de cabello en su dedo—. No habló mucho con mis padres, ni paso tiempo con ellos, y... Jamás he podido sentir lo que es tener amigos, o... No lo sé, sentirse apreciada.

La mayor la observó por algunos segundos, y luego se tomó el atrevimiento de colocar su mano sobre la de SinB con seguridad.

—Yo... Me he sentido de esa manera por mucho tiempo, pero ahora estás tú —dijo, con un nerviosismo que no era común en ella, ella era segura, toda una seductora, pero no en este momento; SinB la vio con una expresión confundida—. Hace mucho no me sentía... bien con alguien, y hoy me hiciste sentir que alguien se preocupa por mí.

La menor relajó su rostro, y bajó la mirada a sus manos, con un leve sonrojo en sus pálidas mejillas.

—Yo también quiero estar para ti —volvió a hablar Eun Ha, su voz se había vuelto más suave.

Los ojos se SinB se iluminaron con las palabras de Eun Ha, quien le sonrió casi con timidez, para luego bajar la mirada.

Entonces la mayor sintió que su corazón explotaría dentro de su pecho, cuando sintió la cabeza de SinB descansar en su hombro.

Ninguna de las chicas agregó algo, el silencio ya no era tan incómodo, parecía que empezaban a entenderse.

Fue la menor la primera en levantarse luego de varios minutos, y volteó hacia Eun Ha con una pequeña sonrisa.

—Te prestaré ropa para que puedas estar cómoda.

Jung recibió un conjunto de pijama de una tela delicada e intacta, bastante cómodo concluyó cuando ya se había cambiado.

Pero lo mejor de la noche estaba por llegar, SinB salió de su baño con un pantalón más corto de lo que eran las faldas que utilizaba normalmente, esa parte de piel extra que podía apreciar ahora era todo un arte, y su pulso volvió a acelerarse.

—Uhm... Puedes acostarte del lado que prefieras —dijo la menor, y Eun Ha asintió para tomar el lado más cercano al baño, por lo que SinB se acostó del otro lado—. Buenas noches.

—Buenas noches, SinB.

La menor apagó la luz, y rápidamente tomó una posición cómoda para dormir, al contrario de Eun Ha, que se mantuvo boca arriba viendo al techo y pensativa.

Había llegado demasiado lejos, no sabía si podría simplemente olvidarse de todo. ¿Dónde había quedado esa chica dura que tenía a todas arrastrándose por ella? Creyó que simplemente podría llegar, seducir a SinB y acostarse con ella para luego irse, como algo casual.

Primero se había sentido atraída por el reto difícil de seducir a una chica religiosa y pura, y luego comenzó a perder el tiempo abriendo su corazón con ella.

Había pasado un largo rato, SinB evidentemente se había quedado dormida apenas su cabeza tocó la almohada, era bastante inquieta, pero a Eun Ha no le molestaba, se sentía... como en casa.

Pero algo si perturbó su estadía, en un momento cuando estuvo a punto de quedarse dormida, sintió cómo la menor volteó en la cama y por accidente posó una mano en el muslo de Eun Ha; todas sus alarmas se encendieron, y un fuego creció desde lo más profundo de su pecho.

. . .

A la mañana siguiente Eun Ha abandonó la casa de la menor lo más temprano posible, quería evitarle problemas con sus padres, así que SinB aún en pijama bajó junto a ella para abrirle la puerta, acordando que se verían más tarde en el taller.

La de cabello corto abrió despacio la puerta de su casa, se sentía más aliviada que la noche anterior, pero aún así le provocaba nerviosismo el momento de encontrarse con su madre.

Sin embargo, apenas entró a la cocina, la mujer se aproximó a ella para abrazarla con fuerza, recalcando lo mucho que la había preocupado.

Su madre apenas notaba cuando Eun Ha se encontraba ausente, de todas maneras no pasaban tiempo juntas, pero esta vez se sentía diferente, y apenada correspondió el abrazo de su madre.

HOLY《2eunbi +18》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora