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Eun Ha dejó un pequeño plato dos sándwiches y un vaso de jugo frente a SinB que se encontraba sentada en su escritorio, y ésta última alzó la cabeza para verla.

—No era necesario —dijo con una pequeña y tímida sonrisa, mientras Jung se sentaba a su lado atrayendo un pequeño banquito, con otro plato para ella—, pero muchas gracias.

—No tienes por qué —respondió la de cabello corto, y tomó uno de los sándwiches de la menor para acercarlo a su boca.

—Eso tampoco es necesario —SinB rió y sin más remedio abrió la boca para morderlo.

—Hey, no desprecies mi esfuerzo —bromeó Jung haciéndola reír nuevamente—. Tienes las manos lastimadas.

Hwang asintió desviando la mirada, y le dio otro mordisco al sándwich antes de que la mayor volviera a dejarlo en el plato.

Comieron en un silencio cómodo para ambas, parecía bastarles con la presencia de la otra.

Eun Ha se encargó de llevar los platos y los vasos a la cocina, y al regresar se encontró con SinB ahora sentada en su cama, sosteniendo con sus palmas la crema que la doctora les había entregado para leer las indicaciones que Jung ya había leído.

—¿Puedo... ayudarte? —preguntó sin querer incomodarla, pero la menor asintió con una tímida sonrisa y lentamente se puso de pie.

Eun Ha se quedó quieta unos segundos, pero supuso que debía abrirle la camisa, por lo que con las manos algo temblorosas empezó a desabotornarla cuidadosamente, dejando a la vista el sostén negro de la menor; una vez la abrió completamente, con delicadeza se la quitó para dejarla sobre la cama, y SinB tenía sus mejillas sonrojadas, pero no parecía tímida del todo.

La menor volteó dejándole ver a Eun Ha un gran moretón en su cintura, y otro que parecía continuar hasta debajo de su falda.

Con un vacío en el estómago, la baja abrió el pote de crema y tomó una cantidad considerable para colocarla sobre su piel, a lo que SinB respondió con un pequeño quejido.

—Lo siento —dijo Eun Ha rápidamente, y lo más cuidadosa posible esparció la crema por su suave piel, notando entre suspiro y suspiro que SinB reprimía sus quejas por el dolor—. Tranquila, ya casi termino.

—No te preocupes —respondió la menor, y lentamente abrió el cierre de su falda para bajarla solo un poco y que la de cabello corto pudiera terminar de colocarle la crema.

Eun Ha tragó en seco al ver parte de su ropa interior negra, irónicamente se veía más nerviosa que SinB.

Le acomodó la falda nuevamente cuando la crema se absorbió en su piel, y tomó la camisa para colocársela aún abierta a la menor; ésta por su lado volteó, y levantó su falda para dejarle ver otro gran moretón en su cadera y parte del muslo.

Jung dejó caer el pote antes de poder abrirlo por su nerviosismo, y SinB soltó una pequeña risa, al parecer disfrutando al notar que Eun Ha estaba presa de ella; la mayor no levantó para cabeza para evitar exponer sus mejillas sonrojadas, y volvió a tomar un poco de crema para colocársela en su piel.

Se sentía bendecida de tocar a la menor, como si SinB fuera la diosa a la que le rezaba todas las noches porque le concedía milagros.

Dejó la crema sobre el escritorio nuevamente, y se volteó a la menor que permanecía con la camisa abierta, y ahora se acercaba lentamente a ella; Eun Ha recargó su peso en el escritorio, pareciendo acorralada por SinB a pesar de que ésta ni siquiera le había puesto un dedo encima.

—¿Quieres... i-ir a dormir? —preguntó sintiendo cómo su corazón podría salir disparado cuando la mano vendada de la menor se posó en su pecho, jugando con el primer botón de su blusa.

—No aún —respondió Hwang con seguridad, y lentamente bajó la mano acariciando desde su pecho hasta la cadera, provocándole un escalofrío a Eun Ha.

Jung se sentía reprimida por la chica frente a ella, ya no era la misma.

Eso le encantaba.

La sorpresa fue más al sentir los labios de la menor sobre los suyos en un desesperado beso, y cuando se separaron sus labios se quedaron a unos escasos centímetros de distancia.

—Necesité eso toda la semana —dijo la menor con una pequeña risa; pero Eun Ha a cambio colocó sus manos en sus mejillas y volvió a unir sus labios.

—También yo —respondió con una voz levemente acelerada, y los ojos de ambas fueron atrapados por los de la otra—. Y... lamento no haber hecho algo antes para evitar todo lo que te hicieron.

SinB negó con la cabeza, y bajó la mirada al cuello de la mayor.

—No tienes que disculparte por nada —aseguró la de cabello largo, y con delicadeza despeinó el flequillo de la mayor—, yo soy la que debe disculparse, no quería que te preocuparas por mí, menos ser una carga.

—No lo eres, sabes por qué me preocupo por ti —dijo la baja sonriéndole con ternura—. Me importas mucho, SinB.

( . . . )

Eun Ha le explicó en privado la situación de SinB a su madre, obviando su tipo de relación con Hwang, a pesar de notar a su madre algo desconfiada, y terminando por aceptar debido a que notaba que pasar tiempo con ella la había hecho cambiar.

SinB no quería ver a sus padres a la cara luego de cómo la policía se había involucrado en su situación familiar, pero con presión acabó por encontrarse con ellos en su casa y, por supuesto, con supervisión.

Eun Ha estuvo allí por petición de la menor, se sentiría más segura, así que se encontraba sentada en un sillón lejos de la mesa del comedor

—Hemos sido... algo estrictos —habló el hombre de voz grave e intimidante, mientras SinB permanecía con la mirada baja sentada frente a sus padres—. Trataremos de relajarnos un poco.

—Sabes que todo esto lo hacemos por tu bien —intervino su madre con una voz dulce.

SinB los observó por un par de segundos antes de asentir lentamente, pero se notaba en su expresión que no podía confiar ni siquiera un poco en sus padres, y le daba miedo volver con ellos.

—No creo que quieras ser una carga para la señora Jung —volvió a hablar la mujer con una sonrisa.

—No es ninguna molestia, señora —aseguró Eun Ha interviniendo desde su lugar, tratando de sonar respetuosa aunque su sangre ardiera por el comentario de la mujer; solo se ganó una mirada de disgusto por parte de la señora Hwang.

No le permitieron volver a meterse, pero Eun Ha estaba satisfecha de haberlo dicho.

—¿Cómo te sientes? —preguntó la baja al abrir la puerta para SinB, saliendo ambas al jardín; la menor se notaba distraída, pero Eun Ha no podía hacer mucho, precisamente no en esa casa.

—Agotada —respondió Hwang en un suspiro, y se detuvo en medio del jardín para apreciar sus flores, en un leve estado de abandono por su partida.

La de cabello corto asintió y se dejó caer en el césped, tomando a la menor del codo para que lo hiciera también.

—Vamos a ensuciarnos —dijo la menor al dirigirle la mirada, pero ante el puchero de Eun Ha solo pudo hacerle caso.

—Tranquila, saldremos de aquí y podrás descansar —habló Jung retomando la conversación, y se detuvo a mirar alrededor para tomar su mano—. Todo estará bien.

SinB le correspondió el agarre notablemente distraída, y respirando hondo asintió.

—No sé si quiero volver con ellos —dijo casi en un susurro, y entonces sintió los brazos de la baja alrededor de su cintura.

—Te prometo que pase lo que pase no te dejaré sola.

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⏰ Last updated: Oct 10, 2023 ⏰

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HOLY《2eunbi +18》Where stories live. Discover now