Cuando llego a mi casa sonrío feliz, no me puedo creer que esté aquí, pensaba que no iba a volver a mi casa hasta pasado mínimo un mes.
Toco a la puerta con lágrimas en los ojos, tampoco hace tanto tiempo que no veo a mis padres, pero me emociono igualmente.
Mi madre abre la puerta y me mira muy asombrada, pero no hace nada, no me abraza ni hace nada, yo sonrío y le abrazo.
-Mamá, te he echado de menos.
-Hija, ¿dónde has estado? -pregunta secamente.
-Ahora te explico todo -voy a pasar, pero mi madre se coloca en medio de la puerta, le miro con el ceño fruncido sin entender por qué no me deja pasar- ¿Por qué no me dejas pasar a la casa mamá, qué pasa?
-Respóndeme tú a mí porque te escapaste de la casa.
-Mamá déjame entrar, hace frío y solo llevo este vestido.
-Respóndeme primero. -le miro muy sorprendida, ¿de verdad no me va a dejar pasar?
-Mamá quiero entrar a la casa.
-Hija, -miro a mi padre muy feliz, él aparta a mi madre y me da un gran abrazo- hija, ¿dónde te habías metido? He ido a ver a todas tus amigas, pero ninguna sabía dónde estabas.
-Te lo he dicho cariño, se habrá fugado con algún hombre. -miro a mi madre cabreada.
-No mamá, no me he ido con ningún hombre, déjame entrar y te explicaré todo.
-¿Por qué no dejas pasar a la niña? -pregunta mi padre cabreado, pocas veces le he escuchado hablar cabreado-. Hazte a un lado que se estará muriendo de frío.
Mi madre se aparta con los brazos cruzados y yo entro en mi casa, rápidamente cojo mi batín que está colgado en un perchero y me lo coloco, he pasado mucho frío de camino a mi casa.
Mi padre se sienta a mi lado y toca mi pierna, sonríe y yo le sonrío a él.
-¿Dónde has estado este tiempo hija? -pregunta él, mi madre se sienta a su lado y me mira, su rostro está más bien serio.
-Papá, yo me marché de casa porque mamá me iba a obligar a casarme con Mateo, y sabes que yo no lo amo.
-Ya sabía yo que te habías ido por eso -mira a mi madre enfadado- y tú convencida de que se había ido con un hombre.
-Hice algo peor. -los dos me miran muy sorprendidos.
-¿Qué has hecho? -pregunta mi madre, yo agacho la mirada hacia el suelo.
-Estaba tan enfadada que no pensé en las consecuencias.
-Hija me estás asustando... -dice mi padre algo asustado.
-¿No estarás embarazada? -pregunta mi madre, yo niego con la cabeza.
-¿Que has hecho hija?
-Me fui a la zona oscura. -mi madre coloca su mano en su boca, mi padre suspira más tranquilo.
-Gracias a Dios que solo es eso. -exclama mi padre más aliviado.
-¡Como que solo eso! ¡La zona oscura está prohibida Sofia, no puedes entrar ahí, te podía haber pasado algo! ¡Eres una descerebrada!
-No le grites así, si se metió ahí fue porque se cabreó con nosotros, le queríamos obligar a casarse con alguien a quien no quiere.
-¡Es mejor que se case con Mateo, si le estoy obligando a que se case con él es por su bien!
-Mamá yo no me quiero casar con Mateo.
-¡Pero sí quieres quitarte la vida en ese sitio!
-No me he quitado la vida porque aquí estoy.
YOU ARE READING
Él, mi peligro... Ella, mi perdición
Romance-Sabes, en nuestra historia el villano se ha enamorado de la princesa, pero dime una cosa, ¿la princesa también está enamorada del villano? ¿O sigue buscando a su príncipe azul? Atracción, obsesión, deseo, amor... Dos zonas, la zona segura, la zon...