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ENZO
Londres Inglaterra 18:57
Dejo en celular en el banquillo del vestuario después de contestarle a Sofía. ¿Y ahora qué iba a hacer?, le había prometido a Nina que dormiría con ella hoy y si le cancelaba se iba a enojar más de lo que ya estaba. Estuvo toda la tarde reclamándome que no resubi la historia que posteó conmigo.
En realidad no la había resubido para que Sofía no se enoje. Esa foto era de hace una banda y aproveché la excusa para decirle a Nina que como era una foto vieja no la quería subir. Si le cancelaba ahora, sin importar la excusa que le pusiera se iba a enojar. Pero si le cancelaba a Sofia también se iba a enojar. Entonces hiciera lo que hiciera alguna de las dos se iba a enojar.
Que castigo.
— ¿Estás bien manito?, parece que viste un fantasma —dice João apretándome el hombro. Ni me había dado cuenta que entró al vestuario. Los últimos meses me había empezado a juntar más con él e increíblemente era mil veces menos negativo que Nicolás.
Hago una mueca.
— Me habló la innombrable —murmuro y al toque entendió. Así le habíamos puesto de apodo a Sofía, porque si alguien se enteraba que estaba hablando de ella, en especial Reece, se lo iba a contar a Nicole y Nicole a Nina.
Alzó ambas cejas y me sonrió.
— Bueno bien, ¿no?, eso querías.
— No pero, quiere que nos veamos hoy —entorno los ojos y me mira encogiendo los hombros sin entenderme todavía—, Que quedé con Nina y si le cancelo se va a enojar —agarro mi celular para mirar la hora—, Es más ahora la tengo que pasar a buscar.
— Y entonces ve con Nina, arreglaste antes con ella, no puedes estar cancelando tus planes porque la innombrable te dice todo a ultimo momento —me aconseja—, Le dices que se ven mañana y listo.
Razón tiene. Lástima que no conoce lo caprichosa que es Sofía.
— Se va a enojar, no entendés —me paso la mano por la cara frustrado.
— Pero hermano escúchame —me agarra por los hombros y yo volteo los ojos, me palmea la mejilla—, Mírame —lo miro—, No tiene que ser cuando ella quiere, ella tiene su algo y tu tienes tu algo, no puedes cambiar todo de un día para el otro así porque si, de a poco. Yo se que te vuelve loco, pero ella te dejó y se fue cinco meses, no te olvides de eso.
— No soy rencoroso igual —sonrío y me pega un zape—, para gil —me río empujándolo mientras veo que niega con la cabeza—, Ahora veo qué hago, me voy que me está esperando Nina.
