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ENZO

Londres, Inglaterra.

8 Diciembre 2024
( Dos meses después )
22:34


Veo a Sofia cargando a Olivia mientras las dos cuelgan las esferas en el árbol. Yo batallo con el quilombo de cables tratando de desenredar las luces. El piso de la sala cubierto de decoraciones de navidad, brillos que caían de los adornos y un montón de cosas más que habíamos comprado para decorar la casa.

Las últimas dos navidades no las había festejado de la mejor manera porque vivía peleando con Valentina y terminaba decorando sola todo. Después cuando nos separamos no festejé navidad y ahora lo estaba haciendo con Sofia. Se sentía distinto. Reconfortante.

Sonrío para mi mismo. Ya había pasado un par de meses desde todo el quilombo y como siempre, internet olvidaba rápido. Capaz se seguían diciendo un par de cosas pero nada de qué preocuparnos. En parte agradecía que haya salido todo a la luz porque ya solo quedaba afrontar todo y no era necesario ocultar más lo nuestro. Sofía estuvo mal el primer mes y de hecho hay cosas que le siguen afectando, yo las noto. Pero ya no le preocupa que nos vean en público.

Y eso es un golazo. Salir con ella, ir a comer, viajar juntos. Que me acompañe a los partidos y dedicarle goles. Dormir juntos y despertar de la misma manera. Pelearnos por boludeces o incluso verla fastidiada porque me encanta joderla. Era algo que siempre me había proyectado y ahora se me estaba dando finalmente. Parecía hasta irreal que después de tantas trabas estuviéramos así, en casa armando el arbolito para pasar navidad juntos.

Pensar que un año atrás creía que era solo atracción física, un capricho de querer sacarle la wacha a Julián así como él lo había hecho en el pasado. Negándome a mi mismo que estaba enamorado de ella, con miedo de que al final se quisiera quedar con él de todos modos.

Al final terminé enganchado de tanto que me negaba a mi mismo esa posibilidad. Enamorado de su mal genio, de la manera en la que se muerde el labio cuando está nerviosa o distraída. De sus malos hábitos. De lo terca que es. De esos ojos verde avellana que me miran de esa manera tan particular cuando está contenta o cuando quiere algo. De lo bueno y de lo malo por igual.

No había nada de ella que no me encantara. Es mi mujer ideal.

Dejo de lado las luces y me acerco a las dos cuando veo que no alcanzan a poner la estrella en la punta del árbol. Agarro a Oli tomando por sorpresa a Sofia que emboza una sonrisa cuando ve que la alzo para que ponga la estrella en su lugar.

— Muy bien mi princesita —beso la mejilla de Oli que se ríe abrazándome por el cuello.

— Las enredaste más amor —me reta Sofía agarrando las luces que anteriormente había dejado de lado. Hago una mueca y me encojo de hombros

— Ya estaban así —frunzo las cejas excusándome. Me mira con una cara de "sisi, mentiroso" e igualmente no tarda nada en desenredarlas.

Estuvimos media hora más terminado de decorar. Olivia se cansó y se quedó dormida en el sofá. Sofia estaba colocando las últimas esferas y yo envolviendo el árbol con las luces. Adivinen a quien se le ocurrió comprar un árbol de dos metros. Y sí, a Sofía. Mínimo habrá puesto unas quinientas esferas. Aún así ella estaba contenta, me había comentado que le encantaban estas fechas y le hacía ilusión todo eso.

SEX 2 | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora