3

1.7K 228 55
                                    

-¡Ni hablar! No voy a vivir contigo.

Si Hyunjin creía que le iba a dar órdenes como si fuese su empleado estaba muy equivocado.

- Tengo un departamento- Le dijo- No necesito, ni quiero venirme a vivir contigo.

- Tampoco yo necesitaba, ni quería tener un hijo - Replicó Hyunjin.

- Y te recuerdo que yo no me he quedado embarazado por obra del espíritu santo- Le recordó Felix- Además ¿Que tiene que ver eso con lo que estamos discutiendo?

- El barrio en el que vives es inseguro.

- ¿Y qué quieres? No puedo pagar un departamento- Le especto ofendido.

No todos en el mundo tenían la suerte de criarse entre algodones como él. Felix estaba seguro de que Hyunjin no tenía ni idea de lo que era tener que matarse trabajando para ganarse la vida, ni sobrevivir a base de comidas enlatadas hasta recibir la próxima paga.

- Si tanto te preocupa donde vivo, podemos llegar a un acuerdo- Le propuso- Si me ayudas económicamente yo buscaré un departamento en otro barrio que te parezca más seguro y todos contentos.

- No, tienes que venirte a vivir aquí.

- Pero es que yo ya te he dicho que no quiero vivir aquí- Le dijo irritado.

- ¿Necesitas que te envié a alguien para que te ayude a empacar?- Le preguntó Hyunjin, ignorándolo por completo.

Felix se consideraba una persona paciente, pero Hyunjin estaba comenzando a enfadarlo de verdad.

- ¿Estas sordo? Te he dicho que no voy a venirme a vivir aquí.

Hyunjin siguió hablando como si no hubiera escuchado.

- También he pensado que lo mejor sería que dejaras tu trabajo. Siendo como es en un hotel tendrás que trabajar con productos de limpieza que podrían ser peligrosos para tu embarazo, e imagino que también tendrás que agacharte y cosas así.

Parecía que alguien tiene cierto afán de controlarlo todo, pensó Felix ¿De verdad Hyunjin pensaba que iba a abandonar su trabajo y depender completamente de él?

Se había independizado a los dieciséis años y podía ser capaz de cuidar de sí mismo durante todo este tiempo, también sería capaz de cuidar de su bebé. Lo único que necesitaba era una pequeña ayuda económica.

Poso la vista en la licorera de cristal que había sobre su mesa, llena de un líquido ambarino que parecía brandy, y una alarma se disparó en su cabeza. Había oído rumorear a los otros empleados del hotel que tras la muerte de su esposa se había recluido en la casa y se había vuelto un alcohólico.

Lo de que se había vuelto un ermitaño se lo creía, lo de su dependencia al alcohol... esperaba que eso no fuera verdad.

- No quiero dejar mi trabajo. Si quieres que te mande semanalmente un informe de mi médico para que te estés más tranquilo lo haré, pero nada más.

- Eso me recuerda que me he tomado la libertad de escoger a un ginecólogo al que me gustarías que veas. Es el mejor en su especialidad y es de toda mi confianza.

¿También quería escoger un médico para él? Solo faltaba que le dijera lo que tenía que comer.

- Ya tengo un ginecólogo que paga mi seguro y estoy contento con él, aparte de que también es de toda mi confianza, gracias.

- El dinero no es problema.

- Para mí si lo es porque yo soy quien lo está pagando.

Hyunjin se cruzó de brazos y se hecho hacía tras el asiento. Su rostro estaba parcialmente oculto entre sombras, pero Felix estaba seguro de que si pudiera verlo su expresión seria de enfado.

- ¿No puedes descorrer un poco las cortinas? ¿O encender la luz?

Hyunjin descruzo sus brazos, se inclinó hacía adelante, encendió la lámpara que había sobre su escritorio, y si estaba enfadado.

- Estas decidido hacer esto más difícil de lo que ya es, ¿verdad?- Le preguntó.

- ¿Que yo...? Perdona, pero no es a ti a quien le va a cambiar la vida drásticamente. No tendrás náuseas por las mañanas, ni ganaras peso- Le dijo el castaño- Por no hablar de los dolores de parto. El día que tú puedas por todo esto en mi lugar te dejare que me impongas todas las condiciones que quieras, pero hasta entonces estamos hablando de mi cuerpo y de mi bebé, así que iré al médico que yo quiera y viviré donde me dé la gana ¿Estamos?

- Si no estás dispuesto a cooperar puedo demandarte para quitarte la custodia, y creo que no hace falta que te diga que con el dinero que tengo puedo pagar a los mejores abogados.

"A ese juego podían jugar dos" se dijo Felix.

- Para tu información, eso ya lo sabía. Tengo el número de muchos abogados que estarían dispuestos a defenderme sin cobrarme nada, y también son de los mejores.

Hyunjin lo miro divertido.

- ¿Estas seguro de que quieres pasar por eso? Si aceptas mis condiciones, no solo te cederé la custodia del bebé, si no que te ayudare económicamente para que puedas vivir con toda clase de lujos durante el resto de tu vida.

- Me parece que no me estas entendiendo. No quiero vivir rodeado de lujos, lo único que quiero es un poco de ayuda, un poco ¿Lo captas?

Él se quedó mirándolo y sus labios se arquearon en una sonrisa burlona.

- No veo que es lo que te hace tanta gracia- Le dijo Felix cabreado.

- Nada, es solo que estaba pensando en la noche que pasamos juntos.

¡Genial¡ ¿Iba ponerlo como condición practicar sexo con él?

- Ahora ya sé porque me gustaste.

Felix lo miro confundido.

- Eres la persona más idiota que he conocido en mi vida, y sinceramente cada vez estoy más confundido.

La sonrisa de Hyunjin adquirió un matiz travieso. Felix nunca hubiera imaginado que un hombre que parecía tan serio pudiera resultar tan... adorable ¿Adorable? ¿En qué diablos estaba pensando? No era adorable, era odioso.

- ¿Sabes qué? Olvida que he venido, no necesito que me ayudes. El bebé y yo nos la arreglamos sin tí.

Se dio vuelta y se dirigió a la puerta, cuando lo oyó llamarlo.

- Felix, espera.

Se giró de nuevo molesto.

- Estoy seguro de que debe haber algún modo de hacer que esto funcione.

- Pues a menos que estés dispuesto a ser razonable no veo cómo.

- Al menos puedo intentarlo- Le dijo Hyunjin- Siéntate por favor- Le dijo señalando la silla frente a su escritorio.

Felix se sentó, pero solo porque escucho el "Por favor".

- Dime cuales serán tus condiciones e intentaremos llegar a un acuerdo - Le dijo Hyunjin.

- ¿Hablas enserio?

- Por supuesto.

- Está bien. Pero... Antes de nada me gustaría conocer el motivo de tu repentino cambio en tu conducta, porque hace cinco minutos estabas comportándote como un gran idiota y ahora quieres hablar bien conmigo.

Hyunjin no se mostró ofendido por sus palabras, todo lo contrario, incluso de hecho sonrió.

- Por qué hace cinco minutos creía saber qué clase de persona eres.

- ¿Y ahora?

- Y ahora me doy cuenta de que te había juzgado mal.

Embarazado De Un Millonario | Hyunlix Where stories live. Discover now