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La señora Sana condujo a Felix a la habitación de invitados, lo primero en que se fijó en lo enorme que era. Sin embargo, las cortinas estaban corridas casi por completo y la penumbra le daba a la estancia un aire deprimente.

- ¿Aquí no encienden la luz?- Le preguntó Felix a la ama de llaves mientras buscaba un interruptor con la mirada.

La mujer le lanzo una mirada irritada antes de ir hasta el ventanal y descorrer las pesadas cortinas la luz del sol invadió la habitación, transformándola por completo.

- Es increíble... - Murmuró Felix- Y todo parece tan nuevo...

- Pues sí, y procure que a si se mantenga - Le dijo la señora Sana en un tono insolente- Si necesita alguna cosa hágamelo saber. El señor Hyunjin me ha pedido de que me asegure que todo esté a su gusto.

Instrucciones que sin duda seguiría, se dijo Felix, pero no de buen agrado. Felix sin embargo no quería problemas, y estaba decidido a ser correcto con la ama de llaves aun cuando tenía la sensación de no llevarían muy bien en los cinco meses que iba a estar allí.

- Gracias.

- Me he tomado la libertad de retirar los objetos de valor- Añadió la señora Sana.

Por como lo miraba parecía como si para ella fuera un chicle que se le hubiera pegado en la suela del zapato y no como invitado, pensó Felix. Obviamente Hyunjin no le había dado instrucciones de que fuera amable con él.

- Vaya por dios. En fin, a lo mejor consigo sacar algo con ese cuadro en el mercado negro- Ironizo Felix señalando a un cuadro de paisaje que había sobre la cabecera de la cama.

Al ama de llaves su broma al parecer no le hizo gracia.

- Después de todo por lo que ha pasado el señor Hyunjin no merece esto, no dejare que le hagas daño.- Le dijo la señora Sana.

Felix estuvo a punto de responderle que Hyunjin también era responsable como él de aquella situación, pero después pensó que seguramente no serviría de nada sin duda aquella mujer ya lo había juzgado mal.

– La cena se sirve a las siete en el comedor - Le dijo el ama de llaves.

Luego se sobre sus talones y salió de la habitación cerrando detrás de él.

Felix suspiro. Lo mejor sería que deshiciera las maletas.

Recorrió la habitación fijándose en cada detalle, al llegar al balcón, abrió las puertas en par en par. Observó la vista de los jardines.

Vaya aquello desde luego no le costaría nada acostumbrarse. Se dio la vuelta y fue hasta la enorme cama, donde habían dejado sus maletas, pero ver la puerta del cuarto de baño entreabierta se olvidó de sus maletas y se acercó a verlo. Había una bañera, tan grande que podía bañarse en ella una familia entera.

Seguramente era un jacuzzi.

Aquello era más impresionante que la suite presidencial del hotel en el que trabajaba.

Se froto la espalda y volvió a posar la vista en la bañera, pero se dijo que sería mejor que primero deshiciera las maletas.

Sin embargo, cuando termino de colocar su ropa en el armario estaba tan cansado que lo único que quería hacer era acostarse y dormir.

"Una siesta de quince minutos " Se dijo. Luego exploraría el resto de la casa.

Se desnudó, y aparto la colcha, se metió en la cama y acabo de un rato se quedó dormido.

[.....]

A Sumin le habría encantado ver los jardines en aquella época del año; llenos de flores, se dijo Hyunjin mientras miraba por la puerta de su despacho. Si cerrara los ojos era capaz de imaginarla allí afuera, jugando con su hijo. Ya tendría un año, y quizá habría empezado a caminar y decir sus primeras palabras.

Embarazado De Un Millonario | Hyunlix Where stories live. Discover now