CAP 06

896 119 9
                                    

—Han pasado casi 11 días desde la desaparición del alcalde de Andong, Kim Taehyung, la policía ha tomado el caso desde hace 6 días y no ha habido ninguna pista que nos pueda llevar hacia la víctima. Según la persona que ha interactuado por última vez con el señor Kim, nos informa que había salido de su casa en uno de sus autos, un Audi R8, hacia Seúl alrededor de las 9 de la noche, no se sabe nada más del caso. También, podemos informarles que el caso del alcalde Kim hace un día se le fue dado al agente Park Jimin, esperemos que pueda resolver esta terrible situación. Nos estamos informando, todos los días a las 7 de la noche, por el mismo canal. Hasta mañana.

—Bien, ahora todos saben que este caso importante es suyo, agente Park —le sonrió el policía novato mientras observaba la televisión de la estación policial.

—Hoseok, no me interesa —soltó el cigarrillo y lo pisó con la suela de su zapato.

—Usted es un agente muy reconocido que ha venido desde Busan, debería estar feliz de que le asignaron este caso.

—¿Cuántos años llevas trabajando?

—¿Uh? Un año, agente Park. Estudié en una de las mejores universidades de Andong, por eso ahora soy asignado como su asistente a pesar de mi poco tiempo a cargo de mi puesto.

—Solo pregunté tus años de experiencia, me es innecesaria la información que me acabas de decir. No me importa.

—Lo siento, agente Park.

—Prepara la patrulla, ya sabemos que hizo el alcalde antes de su desaparición. Solo debemos seguir sus pasos.

—A sus órdenes —sonrió para después retirarse.

[...]

—Las almas en pena son personas que dejaron algo pendiente en este mundo. —Jeon se cruzó de brazos y se recostó en el respaldo del mueble.

—Me estoy volviendo loco —murmuró Kim.

—Algunas de esas almas pueden ser inofensivas, mientras que otras, te llevan a tu propia miseria.

—Estoy seguro que esa voz es de mi propia cabeza.

—Esa alma te tiene como objetivo.

Ambos estaban sentados frente a frente, Kim en el mueble de dos asientos y el demonio en el mueble de un asiento, lo único que los separaba era la mesita de centro.

—¿Entonces me tengo que bañar en sal? —soltó burlón.

—No te dejará en paz hasta que te vuelvas loco.

—Que mierda estás dic-

—Te dije, hay tipos de almas, la que tienes como maldición, es una impura y maligna. Creo que conoces suficientes leyendas como para saber que no saldrás bien de esta.

—Leyendas son leyendas.

—Dime una sola cosa.

—...

—¿Qué sientes cuando la presencia de esta alma aparece?

—Pero qu-

—Dímelo en una sola palabra.

«¿Miedo?», pensó el demonio.

«¿Terror tal vez?»

«¿O pánico?»

—Curiosidad.

—¿Curiosidad? —sonrió torcido—. ¿De qué?

—De todo. Quiero saber porque siempre me llama.

DARK HOME / KookV Where stories live. Discover now