CAP 11

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El recreo al que Taehyung iba seguidamente de pequeño con su mamá era rústico, espacioso y divertido, muy divertido, bueno, también había comida deliciosa con la que llenarse el estómago hasta reventar.

Pero... Ese recreo en el que Taehyung estaba en ese instante, no tenía un trampolín para saltar hasta las estrellas o una piscina llena de mucha agua para jugar a ser peces, los juegos estaban oxidados y destruidos, la piscina era solo hueco con cerámica sucia adherida, las cabañas rústicas donde se sentaban a comer las familias estaban pulverizadas, apenas había rastros de su madera porque la paja estaba extinta.

El aroma del lugar era asqueroso, definitivamente no olía a comida recién preparada. Todo estaba abandonado, claro, se tenía en cuenta que como decoración estaban los cuerpos desmembrados tirados por doquier.

No mucho después de correr, Taehyung se tropezó con un brazo mosqueado por tener la mirada en el tercer piso, donde estaba Jungkook observando con diversión.

—¡Joder! —refunfuñó al ver la sonrisa burlesca del demonio cuando vio que casi se cae por culpa del brazo podrido en el suelo.

El olor putrefacto inundaba la nariz de Taehyung, había desechos humanos y cuerpos descompuestos en cualquier lado.

Taehyung tenía mucho espacio para correr, y por un segundo se le ocurrió la idea de huir, sin embargo, a lo lejos, después de divisar con los ojos agudizados, se percató del gran muro, uno gigantesco, que rodeaba el lugar y para fregarle el escape, en la parte de arriba de aquel largo y extenso muro, había alambres y unos fierros afilados, y ya no haría falta mencionar lo que parecía ser alambres con electricidad.

Sacudió la cabeza quitándose la idea de escapar. Sus pasos se detuvieron y dejó de correr para dar bocanadas de aire, giró sobre su propio eje para darle un vistazo a su alrededor.

Mierda. ¿Desde cuándo los muertos de hambre se habían triplicado?

Estaba muerto. Al parecer era el platillo principal del buffet. Y bueno, su ego subió solo un poco al ver que todos tenían sus ojos fijos en él y lo consideraban como una mejor opción. Por supuesto que el sol le estaba afectando, el prominente calor caía bajo todo el terreno, la única sombra que había eran la de los pocos árboles que estaban por el lugar.

El rubio empezó a correr hacia un árbol grande, todos detrás lo perseguían y si seguían en ese plan, lo iban a rodear. Todos ahí estaban enfermos, tanto mental como físicamente, quién sabe desde cuando estaban en ese lugar, sin tener alguna escapatoria.

Cuando Kim llegó al árbol, su mano izquierda posó en el tronco y su cuerpo descansó, flexionó un poco sus rodillas, colocó sus manos en sus muslos y agachó la cabeza con gotas de sudor recorriendo su frente.

Cuando alzó la mirada estando en la misma posición, casi pega un grito, aunque solo saltó ante el susto. Una persona estaba en el suelo, comiendo el cuerpo inerte de otro al que le faltaban los ojos y la nariz, además tenía todo su abdomen y barriga abierta mostrando sus tripas que estaba siendo comidas por el humano que estaba vivo y con un mal aspecto.

Con rapidez, a la mente de Taehyung vinieron todas las películas zombis que había visto en su vida. Por un momento se sintió dentro de una.

—¡Consigue tu propia comida, bastardo! —abrazó el cuerpo del muerto ensangrentado.

El rubio hizo solo una mueca de asco y miró hacia atrás, luego hacia adelante, así percatándose de la multitud corriendo a pasos lentos en su dirección, al parecer tenían pocas energías.

—Aunque... —balbuceó el hombre examinando su cuerpo de pies a cabeza—. Tú no te ves tan mal —sonrió mostrando sus dientes bañados en sangre.

DARK HOME / KookV Where stories live. Discover now