Capitulo 8 :)

170K 6.8K 804
                                    

Narra Natalie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Natalie

Cuando termina la cena, me levanto sin decir nada ni mirar a nadie en particular y comienzo a alejarme hacia las escaleras. Los pasos fuertes y pesados de Damon se escuchan, pero sigo tan ensimismada en mis pensamientos que no le presto atención. Soy una idiota, no debí sentirme de una forma derrotada. Me sentí intimidada, pero no hice nada malo. Casi me largo a llorar por algo sin sentido. No le dije nada a Damon por la simple razón de que no me respondía a mis llamadas, aparte de que desde que está aquí nunca tuve verdaderamente tiempo de hablar sobre algo así.

Pero ignoró todas mis miradas, hizo como si no existiera, mucho menos que estuviese en esa mesa cenando con todos. Estoy enojada por su actitud, por su enojo. Siempre busca algún pretexto por lo que enojarse. ¿Es que nunca podemos estar sin que se enfade por algo? Llego a la puerta de mi cuarto y entro, intentando cerrar la puerta antes de que Damon logre pasar, pero su mano la detiene y entra a la habitación hecho furia.

—¿¡Cómo es eso de que aceptaste la invitación de ese... doctor!? —gruñe Damon en mi cara ni bien la puerta se cierra con un fuerte golpe.

Me enfurezco por la simple razón de que se enoje por esta estupidez. ¡Solo acepté que me pagara el desayuno, no fui a desayunar con el doctor Staller! Tan solo... fue amable conmigo. ¿Por qué se pone así solo por haber obtenido un desayuno gratis?

—Solo me vio mal, me dijo que fuera a una cafetería cercana a pedir un desayuno y que lo cargara a su cuenta, y acepté. ¡¿Qué tanto problema haces, Damon?! ¡No fue conmigo, fui sola!

—¡No tenías que aceptar algo que ofrece otro hombre! —exclama, ignorando todo lo demás que salió de mi boca. Aprieto mi mandíbula y cierro con fuerza mis puños.

—No sabía qué hacer, quería irme y despejarme. ¡Estaba confundida, enojada y triste! Te habías enojado conmigo e ignorabas mis llamadas, mi padre estaba y está en coma, y lo peor de todo es que no podía hablar con nadie de nada. Estaba deprimida y asustada. ¿Sabes también lo que me causa estar aquí, en esta puta casa? Joder, Damon. Nunca piensas en los demás, pero luego de que te enteras de algo, ¡explotas como un loco! ¡Ten algo de consideración y piensa en lo que yo pasé! —grito.

Nunca me había enojado así con Damon, pero ya me saca de mis casillas al enojarse por una estupidez. Él es el que siempre se enoja por todo y yo, la que se lo perdona, pero esta vez me cansé. En este momento no puedo pensar en nada más que en mi enojo, recordar cómo me sentía en ese momento en el que el doctor Staller me dijo de ir a desayunar a la cafetería más cercana; saber al menos que hay alguien que se preocupa por mí, sin que me conozca, es lo mejor que me ha pasado en ese momento de soledad y tristeza. Me vio deprimida e intentó mejorar algo de mi estado de ánimo. ¿Hay que culparlo por ser bueno? Admito que sigue sin darme buena espina, pero por ahora no hizo nada malo, aparte de invitarme un desayuno y ayudar a mi padre. ¿Eso es algo malo?

—¡Pues no! ¡No sé nada, porque nunca me lo dijiste! No sé lo que sentías al respecto de esta casa, pero ahora me doy cuenta de que es algo por lo que preocuparse mucho. ¡Vi cómo entrabas en un ataque de pánico ni bien pisaste esa maldita habitación al otro lado del pasillo! —Se detiene y sus ojos demuestran un dejo de tristeza—. Pero me gustaría que no recuerdes nada más por hoy, así que cambiaré de tema porque sé que me pondré aún peor al saber algo sobre ese cuarto. —Respira hondo, intentando contenerse. Sus ojos llenos de furia se van relajando con los segundos, a la vez que su respiración vuelve a ser normal. Me mira triste, resignado y eso rompe mi corazón. No me arrepiento de haberle gritado. Ya era hora de hacerlo. Siento cómo algo dentro de mí se relaja al sacar eso de mi sistema y echárselo en cara. Siempre me lo callo todo y eso está mal. Tiene que saber lo que siento y no me gusta que sea siempre el que se enoje—. Natalie, me preocupo por ti, siempre lo hago. Eres lo único que ronda por mi cabeza ¡y vienes y me dices esas chorradas que no tienen sentido! ¡Me importas mucho, joder!

Completamente mio {Saga Damon #2} DISPONIBLE EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora