Capitulo 24 :)

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—Sam

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—Sam... —susurra Emma. Sus manos tiemblan a cada lado de su cuerpo a la vez que sus ojos parpadean de ida y vuelta entre la habitación y el rostro de mi hermano.

—¡Sorpresa! —exclama Sam, divertido por lo estupefacta que se ve su novia, sin la menor idea de que la razón de su inmovilidad es por el embarazo y no por su sorpresa.

—Eh... chicos... —llamo, pero rápidamente la voz de Emma hace que corte mis palabras.

—Sam... ¿Qué...? ¿Qué haces aquí?

—¿Qué no escuchaste? ¡Sorpresa! —Mi hermano ríe mirándonos a las dos y me fuerzo a colocar una falsa sonrisa en mis labios para no hacerlo sospechar. La tensión en el ambiente apenas la notamos Emma y yo, porque la alegría de Sam lo hace parecer inmune.

Me hago a un lado, cerrando la puerta de entrada, mientras veo a Sam acercarse con rapidez a Emma, rodearla con sus fuertes brazos y apretarla contra su pecho. Me derrito por completo ante la vista de estos dos abrazados. El amor que vuela por los aires es muy visible. ¿Es así como todos nos ven a Damon y a mí mientras nos abrazamos o besamos? Porque si soy sincera, es probable que todos nos vean cada vez que salimos, mucho más cuando nos besamos, ya que Damon es de esos que marcan su territorio en cualquier lugar sin importarle nada. ¿Se imaginarán corazoncitos que vuelan sobre nuestras cabezas cada vez que nos acurrucamos en algún parque? Eso sería genial; algo que quiero descubrir en algún momento.

Pero mientras, me concentro en mi hermano y mi cuñada. El cuerpo frío y congelado de Emma, tan tensa en los brazos de mi hermano me da una mala señal. No sé cómo va a reaccionar, ni tampoco lo que va a decir, pero me abstengo a todo y decido dar unos ligeros pasos hacia atrás para no entrometerme. Con las pequeñas y pocas compras que hicimos en mis manos, me dirijo hacia la cocina. Al instante en el que traspaso la sala, la puerta de la habitación de Elle se abre, revelando a Julieta, la esposa del primo de Damon, Finn. Ella me sonríe y me es imposible no corresponderle.

—Hey, Natalie, escuché cerrarse la puerta de entrada, por lo que creo que Emma ya llegó. ¿Vio todo?

—Lo hizo. —Asiento, sin agregar nada más. Suspira, cierra los ojos y los vuelve a abrir.

—Tendrá que decírselo en algún momento antes de que se le note o que Sam haga preguntas por su estado de ánimo y vómitos.

—Espera... ¿lo sabes? —pregunto y, antes de contestar, me hace entrar a la habitación de Elle, quien se encuentra sobre su cama, rodeada de juguetes y hojas con dibujos de colores. Le sonrío cuando alza la cabeza hacia mí y me acerco para depositar un suave beso sobre su frente. Luego, dejo las bolsas de compras a un lado de la cama y me giro a ver a Julieta.

—Sí. Vine a cuidar a Elle y así dejarle tiempo para ella misma, pero me la encontré llorando en el baño, junto al inodoro mientras Elle miraba la tele. La obligué a decirme todo y me hizo jurar no decir nada a nadie, ni siquiera a Finn o Damon. Mucho menos a Damon. Sabes cómo se pondría...

Completamente mio {Saga Damon #2} DISPONIBLE EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora