Cuando Roger conoció a Rouge aún era joven. Bueno, se podría decir eso. Ya que Rayleigh tenía que soportar que el hombre le dijera a pasar por la misma isla una y otra vez.
¿Otra vez? Esa mujer ni si quiera te hace caso— Dijo Rayleigh. Roger solo río en alto.
¡Tranquilo! Es cuestión de tiempo— Dijo el hombre con sombrero de paja. Rayleigh rodó los ojos.
Pero sonrió, para hacerle caso al hombre de camisa negra.
Y si, en lo que Rayleigh compraba provisiones con lo que habían ganado de una última disputa, Roger iba hacia donde vivía la mujer. La cual vivía sola a pesar de su corta edad.
¿Rouge?— Roger pronto estaba en la puerta de la pequeña casa con flores, ya que según Rayleigh eso le gustaba a las mujeres.
Pero para la sorpresa de Roger, Rouge salió con un sartén en la mano.
Roger se quitó el sombrero y le sonrió. Cuando vio el sartén le sonrió de manera nerviosa. Pero Rouge miraba la flores.
¡Ah! Son para ti— Dijo el hombre extendiéndoselas.
¿Las compraste? ¿O las robaste?— Dijo ella.
Vamos, no por ser un pirata robó todo lo que tengo— Bueno, el dinero lo había robado, pero había comprado las flores, con dinero robado.
Ella las tomo, y sonrió al olerlas. Roger solo quedó más idiota de lo que ya lo tenia esa mujer.
Bueno, ya vete— Dijo y le cerro la puerta en la cara.
A pesar de eso Roger volvió muy feliz con Rayleigh dispuesto a irse de nuevo.
¿Te fue bien?— Preguntó Rayleigh con bolsas en las manos
Roger asintió. Si, era cuestión de tiempo.
Pronto, la tripulación se hizo grande, El Oro Jackson llegó a sus manos.
Roger reía. Iban de un lado a otro. Aunque Rayleigh sabía que Roger siempre estaba desesperado por la aventura, sabía que también estaba desesperado por ver nuevamente a una persona.
¿Quieres ir? Hace tiempo que no vas— Roger lo miro, tal vez aún no se había casado ¿cuanto había pasado?
Fueron. Muchos de sus compañeros no preguntaron nada, simplemente se alegraron de dormir en tierra firme.
Roger trato de no ser visto yendo a la casa de Rouge. Seguía igual, aunque no ocupo tocar la puerta.
Esta fue abierta, dejando ver a Rouge.
Roger sonrió, no lucia casada para el. Igual si lo estaba el se la robaría.
Rouge ah pasado mucho tiempo— Rouge lo miro, examinando si era la misma persona que había visto hace años.
Rouge, siempre lo espero, a pesar de ser un desvergonzado, a Rouge le encantó, y por un momento pensó que había sido algo dura, pero estuvo esperando a Roger mucho tiempo.
Y por fin estaba aquí.
Ella miró las flores que él traía, se había vuelto más alto, y grande, Rouge solo se enamoró más al ver su bigote.
Ella se acercó lentamente y lo abrazó.
Te extrañe mucho— Dijo ella, Roger se sorprendió, pero sonrió y la abrazó.
Lamento haber tardado— Dijo el. Por fin, Rouge le regalo un beso a Roger.
Roger estaba feliz, aunque la mujer sabía que sería imposible tener a Roger siempre con el, ella estaba feliz, por que sabía que el era de ella y ella de el.
Roger se quedó esa noche a dormir con Rouge, pronto Roger haría de esa casa más grande, y más hermosa para su mujer.
Cuando Roger le dio el anillo, Rouge se sintió felizmente casada, habían pasado casi tres años, Roger había echo la casa más grande, y le había traído todo tipo de flores del nuevo mundo.
Ella estaba encantada. También conoció a Rayleigh un hombre diferente a Roger pero bastante educado.
Roger, ¿aún no vas a dormir?— El le sonrió a Rouge, quien se sentó a su lado para ver el mapa que tenía Roger en la mesa de la sala.
Iré en un segundo cariño, ve a dormir— Ella negó, y se quedó ahí. Ella sabía que él tenía un objetivo, y ella jamás le reclamaría o lo detendría, ella estaba feliz, de ver la alegría de Roger al ver que estaba cada vez más cerca de su objetivo.
Pronto, ella se quedó dormida y fue llevada en brazos por Roger quien esta vez se quedó dormido junto a ella.
Trataban de disfrutar lo más posible estando juntos
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