Roger estaba muy ocupado, miraba con arrogancia al almirante. ¿Que necesitaría? Bostezo de manera cansada.
Rayleigh carcajeo a su lado mientras Gabán se desasía del marine.
¿Lo acabarás tu? ¿O lo hago yo?— Rayleigh hablo sin mucho interés. Roger sonrió diciendo que no sería problema.
Pero, sintió una presencia conocida. Garp. Eso hizo sonreír a Roger. Por fin una pelea interesante.
Vaya, Garp, tiempo sin vernos, los años te sentaron mal— Garo gruñó diciendo que tenía un mocoso muy interactivo que cuidar. Roger carcajeo, recordando a su hijo.
Claro, claro..— Dijo el. Aunque sacó su espada, casi de manera inmediata, se posó alguien alado suyo.
Fuego, sintió caliente. Cuando volteo lo primero que vio fue a Ace.
¡Tu! ¡Tu fuiste quien quemó la flota que me acompañaba!— Garp lo señalo con toda la grosería del mundo.
Roger aún veía a su hijo, incendiado. Sin camisa, y con una sonrisa arrogante en la cara.
¡Un viejo vejete como tú debió darse cuenta! ¿no crees?— Garp gruñó, Roger pudo jurar como se le hizo una vena en la frente.
Primero, no sabía que Ace tenía una fruta del diablo. ¿Que hacía aquí? Tiene 16 años, debería de estar con su madre.
Pero Roger no dijo nada, su hijo se veía muy genial para el. Se volteo y tapó su boca para hacer un gesto de aprobación. Estaba tan orgulloso de su hijo.
Ey, lo va a hacer pedazos— Dijo Rayleigh. Roger lo sabía. Ace no era rival para Garp, fueron cuatro, Bueno cinco golpes. Roger reconoció a su hijo por haberlo soportado tanto.
Tu muchacho es obstinado— Roger río en alto tomando a Ace de la parte trasera de su cinturón levantándolo con una sola mano.
Claro que si, es mi hijo— Dijo dándole la espalda a Garp, Ace se quejaba diciendo que aún podía.
Tu mamá te va a regañar— Tarareo Roger haciendo que Ace callara de inmediato.
Aún a si, Roger se sentía contento. Su hijo es demasiado fuerte, ágil, y valiente. Estaba emocionado, y orgulloso. Aunque algo confundido ¿como había terminado aquí?
Bueno, ya no importaba, lo que tenía que hacer es decirle a Crokus que lo curara antes de que empezara a delirar.
¡Me duele! ¡Ah! ¡Basta! ¡Papá! ¡Ayudame me están matando!— Roger miraba todo desde el marco de la puerta de la habitación. Ya estaban en El Oro Jackson, y Ace era hora que no se dejaba inyectar un analgésico.
Rayleigh, gabán y crokus hacían su mayor esfuerzo para agarrarlo. Aunque era difícil ya que amenazaba con usar su fuego.
Roger lo hizo más sencillo. Hundió la cabeza de Ace en un cubo de agua y Crokus lo inyectó.
¿Lo vez? No fue tan malo— Ace solo dio un gran respiro y tosió. Pronto se echo encima de su padre jalándole los bigotes por hacerle eso.
¡Le dire a mamá ya verás! ¡Estás maltratando a tu hijo!— No duro mucho ya que se quedó dormido en el piso. Roger suspiró, todos salieron dejándolo dormir en el cómodo piso del oro jackson.