Te amo (Cap 54)

472 27 2
                                    

Camino por aquel pasillo con un nudo en el pecho. La incertidumbre de saber cómo está, se apodera de mi. No puedo negar que Simone es una parte importante de mi vida, no imagino nuestra familia sin el, el es un excelente papá, aunque estas semanas se ha comportado como un idiota.

Tomo asiento y comienzo a mirar ese reloj que está frente a mi, los minutos pasan y no hay noticias afuera del quirófano. Comienzan a llegar sus padres, me saludan y aunque no sigamos manteniendo relación, me toman de la mano fuerte mientras el otro me abraza.

Veo a la prensa en la puerta del hospital y no entiendo que pasa, los padres de Simone  piden a el personal de seguridad del hospital que por favor los saquen,pero es en vano, hay demasiada gente.

Nunca me gustó que Simone sea conocido por su empresa, todo el mundo sabía cuánto dinero poseía y por ende asumían cuánto tenía yo. Era una de las cosas que más odiaba, la suposición. Nadie sabía cosas concretas de mi pero lo suponían y lo plasmaron en sus notas con fotografías mías como si fueran cosas ciertas.

Cuando me case con Simone ví muchas revistas que aseguraban que lo usaba por su dinero. Si así fuera no me hubiese obsesionado tanto estos años con trabajar. De hecho,  me he dado cuenta que no le dedique tanto tiempo a mi hija por generar demasiado dinero para nosotras. Yo ni siquiera pensaba en Simone, pensaba en generar ese dinero para nosotras dos, por si algún día pasaba algo.

Cuando la prensa te etiqueta de algo, es muy difícil despegarse de eso, si no miren me a mi, soy la busca fortunas que se enamoro de uno de los millonarios de San Luis para vivir de su dinero.

Imbéciles.

Las puertas del quirófano se abrieron, el doctor se acercó a nosotros y aquí es donde empieza la crónica de una muerte anunciada. Bueno, no muerte porque el no ha muerto, pero ustedes saben, todos nosotrxs sabíamos que esto iba a pasar en el fondo.

¿Tu no?

Simone y Margot llevaban días saliendo pero con lo de nuestros abogados, las visitas restringidas y todo, comenzó a darse cuenta que había algo mal. Cito a Margot en su departamento para decirle que no iba a funcionar, pero nuevamente ella se altero al darse cuenta que no podía lograr su objetivo. Le desvalijo la casa a Simone, se llevó dinero y para empeorar la historia le disparó. La bala fue a parar cerca del corazón, pero no lo suficiente para matarlo.

Cuando supe esto,mi corazón se estrujó, y ni siquiera se muy bien por qué. Ya he hecho mi duelo con Simone, no estoy enamorada de el, pero sin embargo no puedo imaginarme a nosotras sin el. Nos destrozaría.

El doctor salió a avisarnos que la operación se estaba demorando debido a que tuvo una hemorragia en el proceso. Teníamos que conseguir un donante para reemplazar la sangre que le donaron,su padre se ofreció así que fue con ellos. Mientras tanto yo seguía con su madre sentada.

-Sabes, cuando te conocí, no creí que fueras para mí hijo, pero me trague mi opinión. -Pronunció. ¿De verdad vamos a tener esta conversación ahora señora? Tome aire y me mantuve en silencio.  - Muchas veces te he comparado con Margot -Genial,lo que suponia- Ella era tan elegante y tu estilo era más ...vintage.No podía permitir que mi hijo saliera con alguien así luego de tener a la mujer perfecta. - Bueno,no tan perfecta diría yo.- Pero con el tiempo Elizabeth, me has callado la boca, has demostrado ser más perfecta por lo que llevas dentro que por lo que llevas fuera, que tambien es hermoso, solo que antes era una amargada, y creía que la perfección era algo más hegemónico. Pero aún así con tus imperfecciones has resultado ser más humana que otras personas por las que habría puesto las manos en el fuego. -Suspiró. -Incluso luego de todo lo que pasó sigues aquí, y me preguntó ¿Por qué?

-El es mi familia.-Respondí. -Y lo amo. -Ella me miró sonriendo.

-Entonces vuelve con el. -Contestó.

-Lo amo, pero no lo amo para estar juntos. Lo amo porque es el padre de mi hija y hemos pasado momentos hermosos, nos acompañamos en muchas etapas importantes, pero Simone y yo no nos amamos como pareja. -Ella agachó su cabeza. -Estaré para el siempre que me necesite. Aún seguimos siendo una familia.

-Gracias Elizabeth. -Se acercó a mí y me abrazo fuertemente.

Luego de pasar toda la noche en el hospital, finalmente pude entrar con su madre a verlo. El seguía dormido por la anestesia y nosotras estábamos a su lado. Me senté en la silla cerca de el.

-¿Sientes eso? -Pregunté mirando a su mamá.

-¿Que cosa? -Preguntó.

-Ese olor. - Utilice más en profundo mi nariz cuando el olor a sangre me revolvió el estómago. -Siento el olor a sangre.

-Que raro... Yo no lo siento. Quizás debe ser sus vendas.

-No lo sé, me ha dado náuseas de solo oler la sangre. -Ella me miró extraña y se acercó a mí.

-Anda  a casa, yo te aviso cuando despierte.

-¿Estás segura?-Pregunté. -Ella asintió.

Me despedí de ella y Simone y regrese a casa. Al entrar Evan estaba en el sillón de casa con una taza de café.

-¿Está todo bien? -Preguntó.

-Si, no te preocupes. -Respondí. -¿No has dormido ? -El nego con su cabeza. - ¿Y eso por qué ?

-Estuve pensando muchas cosas, además he visto las noticias y estaba muy preocupado por Simone,por ti, por Alice y por mi.

-¿Por ti? -Pregunté.

-Es que... has corrido hacia el en el instante que te enteraste que corría riesgo y yo...yo tengo miedo Beth. -Soltó. -No quiero ilusionarme contigo y que vuelvas con el, y entiendo si quieres volver con el porque es el papá de Alice y serán una familia hermos-Lo interrumpí.

-Evan, no. No quiero estar con el, simplemente es el padre de mi hija y lo amo por eso. Seguirá siendo mi familia por siempre. - El agachó su cabeza avergonzado.

-Lo siento, soy un imbecil. No debería haberte dicho esto en este momento. -Me acerque a él y puse mi mano en su mejilla. -¿Queres dormir un poco ? -Preguntó.

-Si. -Respondí. -Me tomo la mano y subimos a mi habitación. Apoyé mi cabeza en su pecho mientras el acariciaba mi pelo -Siento mucho lo de hoy -Hable.

-Ya habrá tiempo. -Respondió. -Espero que pronto porque me he quedado con ganas. -Solté una pequeña risa. -Beth...-Pronunció. levanté mi cabeza para mirarlo. -Descansa. -Beso mi frente y volví a acomodar mi cabeza en mi pecho. -Te amo. -Soltó. Y en ese segundo mi corazón brincó.

-Y yo a ti.


Tenemos un trato. //  Evan Peters //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora