James Alexander Harrison, 28 años.
El mafioso y narcotraficante mas temido de todo el mundo, un hombre cruel, y sin escrúpulos...
Ambar Jones, 19 años.
Una joven educada, dulce y amable...
Algo que le ocurrió en su pasado la acompaña con ella día a...
A la mañana siguiente quise levantarme pero los brazos enormes de alexander estaban rodeando mi cintura. Me abrazó toda la noche, y era la primera vez que no me molestaba el contacto físico, es más, me sentí cómoda y protegida por primera vez...
Como pude me liberé de su agarre y entré al baño para cepillar mis dientes y lavarme el rostro. Luego me vestí y bajé para desayunar.
--Buen día--Dije entrando a la cocina en donde estaba clara
--Buen día mi bella, como amaneciste? Se te ve alegre--Dijo clara sonriendo mientras preparaba el desayuno
--Es verdad, amanecí mejor que otros días, sabes clara, siento que ir a terapia me esta ayudando bastante--Dije
--Claro que si cielo, la terapia es justamente para ayudarte a superar y tratar tus problemas y mejorar día a día, no será fácil pero de a poco iras notando los cambios, solo confía en el proceso--Dijo clara regalandome una sonrisa
--Si, estoy sintiendome mejor últimamente--Respondí
Luego de un rato me encontraba desayunando un café con crema batida arriba y hotcakes hasta que alexander bajó las escaleras.
--Veo que no me esperaste para desayunar joness!--Dijo ofendido y llamandome por mi apellido
--Moría de hambre harrison--Dije defendiendome
El se sentó y al rato clara le sirvió el desayuno.
Y ambos comenzamos a desayunar.
--Hoy en la noche vendrá mi familia a cenar--Dijo alexander
--Ah, okey--Dije
--Te aviso para que a las 21:00 estes lista porque vendrán a esa hora--Dijo serio
--Esta bien--Dije
--Sabes que sucedió con mi celular? Me gustaría recuperarlo--Dije seria
--Lucas debe tenerlo--Dijo como si nada
--Y podrías pedírselo?--Dije
El me miró serio.
--No sé, lo pensaré--Dijo sin importancia
Yo respiré profundamente y no dije nada, si decía algo o le reclamaba íbamos a discutir, y la verdad así como estábamos, estamos bien, sin pelear ni discutir.
°°° Llegó la noche, decidí poneme un vestido azul y recogí mi pelo en un rodete.
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Una vez lista bajé a la sala y alexander estaba allí bebiendo whisky en un vaso y cuando me vio no dejaba de examinarme de arriba abajo.
--Ahora entiendo porque eres la envidia de tantas mujeres--Dijo viendome llegar y riendo
Yo reí al escuchar lo que dijo.
--Te ves bien--Dije mirándolo
Traía un traje negro como siempre, pero le quedaban muyy bien.
