La historia de Jacob Barber no es la típica de un adolescente común y corriente. Él es acusado de un crimen que no cometió y se ve obligado a huir de la policía. En su desesperación, Jacob se refugia en una cueva que resulta ser su trampa mortal. Si...
Capítulo: La operación León Marino y la operación Fénix en África
Este capítulo se centrará en las operaciones León Marino y Fénix en África, y se dividirá en dos partes.
Era el año 1940 y la Segunda Guerra Mundial estaba en pleno apogeo. Las fuerzas del Eje estaban envalentonadas tras su victoria en la batalla de Francia y se estaban preparando para su próxima gran ofensiva. Sin embargo, uno de los líderes más siniestros del Tercer Reich, Heinrich Himmler, tenía una idea diferente en mente.
Himmler estaba convencido de que los vampiros eran la clave para ganar la guerra. A través de años de experimentación en la rama de las SS, había logrado crear una raza de "super soldados" que eran inmunes a las balas y podían curar rápidamente sus heridas. Pero los vampiros no eran como los de estas películas, eran fríos y calculadores, obedientes al Führer y dispuestos a hacer lo que fuera necesario para la victoria.
Himmler había presentado su plan a Hitler y, para su sorpresa, el líder alemán estaba intrigado.
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Himmler se sentó en la mesa frente a Hitler, nervioso y emocionado al mismo tiempo. Era el momento de presentar su plan, el proyecto en el que había estado trabajando durante meses, el proyecto que podría cambiar el curso de la guerra. Sabía que si logró persuadir a Hitler, tenía el poder absoluto sobre el ejército alemán.
"Mi Führer", comenzó Himmler con una sonrisa nerviosa en su rostro. "Tengo una idea de que podría cambiar el curso de la guerra a nuestro favor".
Hitler lo miró con una mezcla de interés y desconfianza. "Adelante, Himmler. ¿Qué tienes en mente?"
Himmler tomó una bocanada de aire antes de empezar a hablar. "Imagínese, mi Führer, un ejército de seres inmortales. Un ejército que nunca se cansa, que nunca muere, que puede ver en la oscuridad, que es rápido y fuerte. Un ejército que podría causar una gran cantidad de daño al enemigo".
Hitler se inclinó hacia adelante en su asiento, intrigado. "¿De qué estás hablando, Himmler?"
"Vampiros, mi Führer", dijo Himmler en un susurro.
El silencio llenó la habitación mientras Hitler procesaba la idea. Los vampiros eran una criatura de ficción, algo sacado de cuentos de terror. ¿Cómo podría ser una ventaja en la guerra?
"Himmler, ¿estás seguro de que esto es factible?" preguntó Hitler con una ceja levantada.
Himmler sabía que este era el momento de persuadir a Hitler. Tenía que vender la idea y mostrarle cómo podría funcionar en la práctica. "Absolutamente, mi Führer. Los vampiros son reales, y tengo la forma de convertir a nuestros soldados en vampiros".
Hitler frunció el ceño. "¿Y cómo convenceríamos al pueblo alemán de que este ejército de vampiros es una buena idea?"
Himmler sonrió. "Mi Führer, los vampiros son el arma secreta perfecta. Podríamos utilizar para atacar Gran Bretaña, causar terror en la población y demostrando nuestra superioridad. Después de todo, ¿quién podría detener a un ejército de seres inmortales?"
