Capítulo 17

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Jisoo y Lisa se colocaron la mascarilla antes de bajar del vehículo, ya sea para bien o para mal, eran famosas y no era muy inteligente que les vean entrar a ese edificio.

Seulgi con la mano les indicó que es seguro ingresar, no había nadie merodeando por la calle. La mujer esperaría por la zona mientras las chicas terminan con su cita, se despidieron y se dirigieron a la segunda planta.

Antes de acceder se vio un cártel que decía "Consultorio psicológico", giraron la manilla y las recibió la secretaria diciendo que la doctora las esperaba, ya sabían el camino, lo han recorrido durante años.

—¿Qué tenemos aquí? A Tontín y Gruñón, la reina malvada no está aquí—una mujer las detuvo.

—Pero sí está la vieja bruja—contraatacó Jisoo con una sonrisa burlona.

—¿Por qué tengo que ser Tontín? No me gusta—Lisa puso un puchero—. ¡Exijo un cambio de nombre! Te voy acusar con Yongsun unnie que me estás molestando de nuevo, Moonbyul.

—¿Se puede saber por qué a mi esposa le dices unnie y a mí no? Sigo siendo mayor—arrugó la comisura de los ojos.

—Porque Yongsun no le dice Tontín a Tontín, por eso—reveló Jisoo con obviedad.

—¡Eso, lo que dijo Jisoo...! ¡Tú también me llamas Tontín!—la tailandesa cargó contra su mejor amiga.

La mujer reía por las ocurrencias de ese par, siempre le sacan una sonrisa, pero le entristecía pensar que tan maravillosas personas han sido dañadas por seres que no les llega ni a los talones en todo sentido.

—Bueno, creo que es hora de que veas a Blancanieves, Gruñón—dijo Moonbyul fijándose en el reloj que traía puesto en su muñeca.

—Tienes razón—Jisoo apartó a la menor, a veces el tiempo se iba volando cuando jugaban.

—Sip, en fin, me voy a llevar a Tontín—la mujer señaló a la tailandesa—. Necesito ayuda con unas cajas.

—¡Qué no soy Tontín!—cruzó los brazos

—Como digas—Moonbyul se rio para luego arrastrarla—. Nos vemos luego, Jisoo—Lisa también se despidió.

Cuando Jisoo las perdió de vista, suspiró y fue a tocar la puerta que decía Dra. Kim Yongsun, oyó como se le permitió el acceso, no lo iba a negar, estaba nerviosa. Lo consideró algo tonto porque ella era su psicóloga y sabía absolutamente todo de ella.

—Jisoo, pasa—le saludó la omega con una sonrisa invitándola a sentarse en un sillón muy cómodo.

—Gracias—correspondió el saludo con una inclinación.

—Bueno, Jisoo, dime, ¿cómo te has sentido?—comenzó con preguntas sencillas.

Por algún extraño motivo, Jisoo no tuvo respuesta para esa pregunta, ¿cómo se sentía? Abrió varias veces la boca, pero de ella no salió nada porque su mente no supo descifrar el revoltijo de emociones que invadían cada rincón de su ser.

Yongsun se dio cuenta de inmediato que algo pasó con su paciente, por el tiempo que lleva tratando a Jisoo puede decir con claridad que le recuerda las primeras sesiones que tuvo con ella, en ellas solo reinó el silencio con su toque personal, y ese toque era la ira.

Era claro que debía abordar el asunto de otra forma para que pueda abrirse con ella o mínimo lograr que diga unas cuantas palabras.

—Está bien, pasemos a otra pregunta, ¿te parece?—miró como ella asintió—. Entonces, ¿me podrías contar las actividades que has realizado estos días?

Black and PinkOù les histoires vivent. Découvrez maintenant