22. Stiles

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—Stiles yo —Derek corta lo que iba a decir, pero lo leí en su cara. Está inseguro.

—¿Es por mi condición de virgen?

—No... ¿Sí? No me malinterpretes, definitivamente quiero follar contigo. Como, mucho. —Derek se pone encima de mí y su largo cuerpo cubre el mío—. Pero quiero asegurarme de que esto es lo que realmente quieres.

—¿Estás bromeando? —Logro sonreír—. Además, ¿no está el sexo en el dormitorio en alguna parte de tu lista de experiencias universitarias?

—Sólo si tú quieres que lo esté.

¿Tengo miedo? Sí. Aterrado, de hecho.

Pero cuando miro a los ojos de Derek, todo lo que siento es certeza.

—Por favor, no me hagas rogarte.

—Sin bromas.

—No estoy bromeando —Paso mi mano por su sólida mandíbula—. Estoy dispuesto a suplicar.

—Por muy caliente que me parezca, no es necesario. —Se mueve para que su erección presione la mía—. Ahora ¿de quién fue la tonta idea de toda esta ropa?

—¿Te refieres a esta camiseta que llevo puesta?

El zumbido de Derek es bajo y embriagador mientras sus manos suben por mis muslos y por debajo de la camiseta. Se posan en mis caderas. — Ninguna ropa interior te sienta bien.

—Ninguna ropa te sienta bien. —Apenas puedo pronunciar las palabras antes de tirar de la camisa de Derek y él se echa hacia atrás para tirar de ella por encima de su cabeza. Su ropa interior le sigue, y mientras busco el dobladillo de mi camisa sus manos cubren las mías.

—Déjame.

Inhalo con fuerza mientras Derek agacha la cabeza para dejar caer ligeros besos sobre mi muslo. Su rastrojo me araña la piel, y juro que me resulta imposible ponerme más duro de lo que ya estoy. Me sube lentamente la camiseta, siguiendo el dobladillo con sus suaves labios, e incluso cuando deja mi polla al descubierto, la ignora y sigue el rastro de la tela sobre mi estómago. Me lame el pezón y luego me chupa la clavícula antes de quitarme la camisa por la cabeza. En cuanto me libera, sella mi boca con la suya.

El beso de Derek es profundo y necesitado. Me encanta que no piense demasiado en la forma en que me trata, y me permito disfrutarlo. Me dejo hundir en el beso ardiente, las manos suaves, el calor de su gran pecho contra el mío.

Me olvido de estar cohibido.

Hago lo que dice Derek. Me concentro en lo que me hace sentir bien.

—Eres tan jodidamente sexy. —jadea Derek.

—¿Te has visto? —Mis piernas lo acercan, y entonces cedo al impulso de envolverlo con ellas.

Si puede tocarme en cualquier parte, voy a aprovechar al máximo para devolverle el favor.

Derek vuelve a juntar nuestras pollas y se echa hacia atrás. Me da un rápido beso en los labios y se acerca a la mesa auxiliar. —Voy a hacer que esto sea tan bueno para ti.

Quiero decirle que deje de prometer y empiece a hacer, pero se me ocurre que él también puede sentir un poco de presión. Claro que sabe lo que está haciendo, pero ni siquiera sé si me va a gustar todavía, y aunque esto no sea algo a largo plazo, sé que le preocupa algo más que excitarse. Si la noche anterior sirve de algo, está claro que también disfruta haciéndome sentir bien.

—Mucho lubricante. —dice con una sonrisa, y se oye un fuerte chasquido al abrir la tapa. Cubre dos dedos y se inclina para darme un beso rápido—. Iré despacio, pero si quieres que me retire en cualquier momento, sólo tienes que decirlo.

Juegos de Poder & Puntuaciones Perfectas [STEREK] | Adaptacion | #1Where stories live. Discover now