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capitulo dos“fin de semana”

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capitulo dos
fin de semana





Dos semanas después.

No sé si es porque se aproxima la hora de la salida de los niños o porque era viernes y tal vez ellos comenzaban a saber que significa aquello o qué pero hoy estaban mucho más exaltados de lo normal, habladores, gritones y también peloneros. Me tocó parar ocho intentos de pelas que casi iban de mechón de pelo de niña a intento de agarrar el cabello de un nene a otras más tranquilas por así decirlo de gritos. U otras un poco más difícil de calmar cuando uno de los involucrados se pone a llorar.

Suspiro después de ayudar a Dana de tres años a intentar que no se pase de la raya del dibujo que pintaba, no es que eso me importe a mi pero estos meses con ella me di cuenta que va a ser muy perfeccionista porque cada vez que se sale de la raya se pone a llorar y se frustra, lo cual es un poco más desgastador porque un poco me siento indentificada ya que me sobran veces de las que llore cuando algo no salió bien. Y no quiero decir que es mi favorita porque no debe haber un trato especial con nadie pero es que Dana se llevaba mi corazón con cada acción como una especie de conexión desde el primer día de presentación, aparte que siempre me buscaba a mi para cualquier inquietud.

Ella me mira por última vez cuando me levanto y le digo con un gesto que no hay problema y que podría hacerlo sola, generalmente tampoco debemos sacar conclusiones ni opinar sobre lo que puede pasar en familia pero sentía que contención por parte de sus papás no tenía, no sé porque solo una sensación, pero si, espero equivocarme.

Observo el resto del salón, Catalina se reía con uno de los nenes jugando a un juego que se prendieron dos nenas más. Sigo con mi vista al rincón donde había un grupo de niñas jugando en los bloques, al lado estaba una de las más chiquitas casi pintándose el uniforme, hago una mueca y me voy acercando para ayudarle a enfocarse en su objetivo: el papel.

—Oli ¿cómo vamos? —me acerco sonriendo para apoyar mis rodillas en el colchón y notar como de un rápido movimiento se sacó la colita con la cual llegó.

Olivia casi nunca me hacía caso pero tampoco me hacía un lado cuando me acercaba o quería arreglar algo. Le doy un beso en su frente porque me parecía una de las tiernas y la ayudo a llevar a su atención al papel donde ya había muchos rayones de múltiples colores.

—Así mirá. —señalo para tomar un crayón y dibujar un corazón.

Al hacer las actividades libres que eran que ellos elijan que hacer, solo lo hacemos los viernes, debíamos tener el doble de cuidado por los objetos que manipulaban cómo justamente crayones para que no hayan accidentes de ningún tipo.

Los ojos de Olivia siguen mi dibujo atenta y luego la paso a ella para incitarla a qué lo intente. Rápidamente se prende así que me ocupo de hacerle un peinadito rápido, colita derecha para que cuando la busquen no esté con el pelito sobre su cara. Por suerte no se molesta porque está muy concentrada en dibujar que termino rápido de peinar y sin problemas.

Perfume | Enzo Fernández.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora