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capitulo cuatro“la familia”

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capitulo cuatro
“la familia”


Es domingo y decidí levantarme más temprano de lo normal para sorprender a mi madre en casa. Y digo sorprender porque después de pasar tres domingos que no iba seguramente no esperaba que aparezca hoy por allí.

Pago al Uber, que cada vez me salía más caro venir para acá en algo que no sea un bondi, busco mi llave de la casa dónde demoro un minuto o más porque casi creo que lo dejé en el departamento y eso sería el colmo. Lo encuentro poco después de putear un poco y finalmente abri el portón para después ingresar por la puerta de en frente que era la que estaba abierta.

—¿Mamá? —la llamó por lo alto ingresando.

Dejó a un lado mi bandolera para mirar sobre el sillón para descartar que mi mamá no estaba ahí cuando escucho sonidos en la cocina así que sé que debería estar ahí. Definitivamente la encuentro ahi.

—¡Bianquita, mi amor! ¿Qué haces acá? —sonríe abriendo sus brazos para recibirme.

—Vine a almorzar, hace rato no venía. —menciono para abrazarla y dejarle dos besos—. Hace rato no como ravioles.

Mamá se ríe un poco pero su sonrisa desaparece poco a poco y me alarma.

—¿Qué pasó?

—Hija. —suspira y solo me asusta más.

—¿Qué?

—Como hace varios domingos no venís no compre ravioles para comer hoy. —explica y suspiro aliviada.

—Ay mamá, pensé que era otra cosa. Pensé que le pasó algo a la abuela... —comento observando por la ventana—. ¿Donde está?

—Debe estar regando las plantas en el fondo, sabes que no se puede quedar quieta.

Informa y dejo de buscarla, la iría a saludar luego, miró nuevamente a mí mamá con una sonrisa a medias.

—Íbamos a comer un guiso. No prepare nada pero iba a comer eso.

Dudo unos segundos de lo que voy a decir hasta que simplemente lo digo.

—Vos sabes que me gusta todas tus comidas, pero yo no vine media hora desde el departamento para no comer ravioles. Si no tenes lo voy a ir a comprar, ¿qué más te falta?

Memorizo lo que me dice que compré, seguido le digo que voy a ir a saludar a la abuela hasta que me frena en el camino al patio.

—¿Solo vos vas a estar?

Giro mí cabeza sorprendida de que se esté preguntando por Nacho.

—Sí. ¿Por qué?

Mamá me mira con un gesto medio de desaprobación que no comprendo hasta que habla.

Perfume | Enzo Fernández.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora