Prólogo - El Hechicero

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—Es tu elección —dijo el hechicero, juntando las manos y apoyándolas en la mesa frente a él.

—No hay mucho donde elegir —respondió la joven desafiante.

El hechicero encogió los hombros.

—Es la misma oferta que hice a tus padres.

—A la cual se negaron.

—Bueno, eso no es del todo cierto. Tu padre estaba muy a favor.

La joven se enderezó.

—Pero al final él se alejó de ti. Te dejó y regresó con mi madre. El amor de mi madre ganó. Tú perdiste.

—De nuevo, eso no es del todo cierto. Ambos perdieron. No entendieron que, en última instancia, tengo algo que ellos no tienen: la llave de la vida y la muerte. Tus padres fueron unos ilusos.

—¿Lo fueron? Porque tú todavía no tienes lo que quieres, ¿no es así? —Fue la mordaz respuesta de la chica.

—No. Todavía no. —Las frías palabras salieron de su boca en un silbido letal.

Sin intimidarse, la joven miró fijamente a los ojos de su captor.

—Y yo tampoco quiero lo que ofreces.

El hechicero suspiró.

—Estás decidida a caer en un nivel de estupidez cegadora. Qué predecible. Tendré que hacer esto interesante, matarte ahora sería demasiado... ¿cómo lo diría? Demasiado prosaico. Me aburro con mucha facilidad, ¿sabes? —Desclavó sus manos y tocó las puntas de sus dedos. Miró hacía arriba, como si estuviera pensando...

Momentos después, miró hacia abajo con una sonrisa malévola.

—Creo que lo tengo... una apuesta.

—¿Con mi vida? —preguntó la chica.

—Por supuesto. No sería divertido de otra manera... sí, una apuesta. Mencionaste antes el amor triunfante de tus queridos padres. No sabía que los jóvenes todavía creían en el romance. —Cuando no obtuvo respuesta, continuó—: Esta es la apuesta. Si consigues encontrar a tu alma gemela en el plazo de un año, me iré. Si no puedes, me nombrarás como beneficiario de tu patrimonio, y luego morirás.

La joven entrecerró los ojos.

—¿Cuál es la trampa?

—No hay trampa. Es bastante simple: mi apuesta, mis reglas —sonrió el hechicero.

—¿Y cuáles son las reglas?

—No, no. —El hechicero movió un dedo— Así no se juega este juego. Te diré las reglas solo si aceptas la apuesta.

Dos pares de ojos se enfrentaron en silencio por un momento, antes de que la joven asintiera.

—Acepto la apuesta.

Bienvenidos a "El Secreto de Decker"✨

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Bienvenidos a "El Secreto de Decker"✨

¡Mil gracias por darle una oportunidad a esta historia! Espero que disfrutéis mucho leyéndola😉

La trama va un poco lenta de inicio, y puede que no entendáis algunas cosas al principio. No os preocupéis. Os prometo que, en un punto u otro, todo irá teniendo sentido. Y si hay alguna palabra o expresión que se os pasa, no dudéis en preguntar en los comentarios.

¡Gracias por el apoyo!

El secreto de Decker©️Where stories live. Discover now