11 - La Verdad

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      —¡Andi! —El grito de Tina fue amortiguado—, ¡El almuerzo!

Andi suspiró, se arrastró escaleras abajo hasta la cocina y se sentó en una silla.

      —¿Pasó algo en la finca? Has estado escondida en tu habitación durante días. ¿Qué pasa? —preguntó Tina.

      —Ma, no lo sé. Ella me liberó contractualmente de tener que estar allí, y no sé por qué —Andi explicó por décima vez—. Así que la estoy escuchando y me mantengo alejada. Fin.

      —Sigues diciendo eso —Tina se burló—. Pero claramente algo va mal, te estás comportando como si alguien acabara de morir.

El pitido de un camión salvó a Andi de tener que responder.

      —¿Estás esperando un paquete? —Tina le preguntó a su esposo.

      —No —dijo Steve con la boca llena de comida—, voy a ver.

Andi jugaba con la comida de su tazón.

      —¿Todavía sin apetito? —preguntó Tina.

Andi se encogió de hombros. Tina suspiró.

      —¡ANDI! Tienes que parar con esto de la autocompasión. Habla de ello o déjalo estar.

Andi dejó sus palillos.

      —No sé por qué me alejó.

      —La echas de menos —Tina afirmó. Andi se encogió de hombros—. Nunca has extrañado a alguien tanto como para permitirte desperdiciar tu vida en el país de los sueños.

      —Duermo, pero ya no sueño más —murmuró Andi. Era cierto. No importaba cuánto se lo propusiera, Quinn ya no aparecía en sus sueños.

      —¿Qué quieres decir con que 'ya no sueñas más'?

Tina estaba confundida.

      —Nada —Andi movió la mano despectivamente.

      —¿Quién está en tus sueños? —Tina preguntó. Andi se encogió de hombros de nuevo—. ¿La señora Decker? —Tina estaba empezando a unir las piezas—. En Ming me dijo que esperara esto.

      —¿Esperar qué?

      —Una maldición Gu puede hacer que los sueños y la realidad se mezclen. El hecho de que estés teniendo sueños sobre la señora Decker confirma que eres la clave para el contrahechizo.

        —Pero no estoy teniendo sueños con la señora Decker. Estoy teniendo sueños con... alguien más. Una mujer más joven.

Tina frunció el ceño. Esto era inesperado.

      —¿Quién?

Andi se encogió de hombros en señal de defensa. Se sentía estúpida confesando sus sueños sobre Quinn.

      —Andi, ¿quién se aparece en tus sueños?

Andi bajó la cabeza.

      —No es una persona real, Ma.

El secreto de Decker©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora