Capítulo 28 - Interrogatorio

234 34 19
                                    

—¡Es hora de la cena, cabrones! —exclamé

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Es hora de la cena, cabrones! —exclamé.

De pronto, Eva empezó a reír. La blanquita se emocionó un poco. Choco —por su parte—, trató de meterme un zape. Lo esquivé.

—No digas sonseras, oe.

—No son gaferas. Es mi forma de animar las cosas.

—No te entiendo. Ni que fuese una fiesta.

No sabes, pe.

Eva intervino.

—Cenar en familia es muy importante. Además, tenemos que celebrar el éxito de las compras. Empezaré a preparar la cena. ¿M-me ayudan?

—No —respondí.

Silencio.

—No me miren así, pe. —Me acerqué a la mesa—. Primero escuchen lo que tengo que decir.

—¡E-está bien! —dijo Eva.

—A ver —soltó la amazona.

En seguida, la blanquita se percató de mis palabras, mis intenciones. Se acercó a Eva y la llevó directo a la mesa. Hizo lo mismo con Choco y Menta. Nos sentamos todos juntos.

—Gracias, blanquita.

—De nada, Marvin.

—¡Va, empecemos!

Extendí mi palma derecha y empecé a invocar los platillos: las sopas, los segundos, los panes y los entremeses. Se armó un festín. Nada se veía mal, todo parecía fresco y recién preparado. Me sorprendí.

Chucha, el inventario mantiene los alimentos frescos, ¡bacán!

—Listo, disfruten.

Cerré mi inventario. Eva y Choco mostraban expresiones desencajadas.

—¿Qué es esto? —increpó Choco, incrédula.

—Es comida.

—¿Para quién?

—Para ustedes, pe.

—¡Desde cuándo eres tan atento!

—Mmh, esta respuesta la escuché antes.

La blanquita se avergonzó un poco.

Ignoré a Choco y observé a Eva. Mamá se quedó estática, sin decir vocablo alguno. Tuve que chasquear los dedos frente a ella para despertarla.

—Ma, ¿estás bien?

Su mente regresó a tierra como un rayo.

—Marvin, ¿cómo conseguiste todo esto?

—¿Acaso lo robaste? —soltó la amazona.

Tamare.

—No he robado nada, pendeja —repliqué—. Tu hermana es testigo.

Morí como un ladrón y reencarné como un... ¿ladrón?Where stories live. Discover now