EMMA
—¿Estás lista para arrasar en la calle hoy? —Oigo a Ellie, quien está sentada en mi cama. Giro mis ojos y la miro por el espejo que tengo frente a mí.
—Voy a buscar empleo, no a modelar —le recuerdo, por lo que ella resopla.
—Le quitas la emoción a todo.
Me río.
—Ese es mi trabajo.
—Si ni siquiera tienes, boba —contraataca y sin más que decir, le saco el dedo medio y ella responde soltando una carcajada. Acabo de pintar la raya bajo mi ojo, dejo mi maquillaje sobre la cómoda y me doy un último vistazo en el espejo.
Sonrío. Tengo una camiseta negra sin mangas y de cuello de tortuga, junto a unos vaqueros blancos y sandalias negras. Llevo en la cara un ligero maquillaje y mi cabello en una coleta atado. Saldré a buscar empleo, porque el dinero va bajando gradualmente y es mejor no esperar a que el tarro se vacíe.
—Lista —musito, a lo que Ellie se levanta de la cama como un resorte.
—Al fin, creí que acabaría a media noche. —La empujo y caminamos hasta el pasillo del piso, donde nos espera Thiago.
Él tiene su cabello rubio engominado y peinado hacia atrás. Una sonrisa adorna su rostro. Está muy animado, como es usual en él.
—Manifestemos que esta tarde podamos encontrar un buen empleo —dice, al vernos. Ellie silva y le da un repaso de arriba a abajo.
—Te has puesto galán, ya ves que te hace bien bañarte de vez en cuando —bromea la pelinegra, por lo que Thiago se sonroja, apenado.
—Bañarse está sobrevalorado, Ellie —digo, de lado de Thiago y él me sonríe, agradecido. Ellie hace una mueca de asco y comienza a caminar, dejándonos atrás.
Andamos tras ella, para en poco tiempo estar a las afueras del edificio, disfrutando el aire veraniego de Reed Beach. El sol brilla sin temor en el cielo y la brisa acaricia mi piel. Al estar a punto de recorrer las calles en busca de empleo me doy cuenta de que nunca he hechor esto antes. Apenas terminé mi bachillerato mis padres se encargaron de que mi tía me diera un trabajo en su restaurante. De hecho, pocas veces he hecho algo por mí misma, la mayor parte del tiempo mis padres influyen en todo y eso me desanima un poco... En efecto, hay momentos en los que nosotros mismos debemos labrar nuestro camino, aunque no vayamos precisamente en la dirección correcta, pero de eso se trata.
Sin embargo, apenas dejamos atrás unas tres cuadras nos detenemos en una pequeña heladería de paredes rosa pastel y suelo de cerámica blanca, donde hay una corta fila. Entramos y suspiro, no ha habido suerte hasta ahora, hay más tiendas cerradas que otra cosa, pero es que solo a nosotros se nos ocurre salir a buscar empleo un sábado.
—¿Te gusta la nata, el chocolate...? —Ellie indaga en mí, una vez es nuestro turno de pedir. Elevo una ceja, incrédula.
—Amo el chocolate.
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Un Viaje Alocado [✓]
Teen FictionUna chica viaja a un pequeño pueblo, en él conoce a dos increíbles chicos que pondrán su mundo de cabeza. *** Emma es una chica con una vida ajetreada. El estudio, el trabajo y su hobby nocturno de escribir, hacen que el cansancio de la rutina se ac...