EMMA
Estoy agradecida, demasiado.
Sin embargo, muy en el fondo no puedo evitar reprochar por qué precisamente tuvo que ser él quién me ayudara a quitarme a ese degenerado de encima. Pero estoy demasiado agradecida con Lucas, si no hubiese aparecido...
—Me alegra mucho que estés bien, de verdad que ese enfermo merecía una patada en el...
—Sí. Muchas gracias, Lucas, de verdad —le digo y él niega.
—Tranquila, Emma. Ha sido de hecho un honor golpear a ese desgraciado por estar de imbécil —expresa con furia. Puedo notar genuina preocupación en su mirada.
Llevo una mano a mi cuello y suspiro.
—Me hubiese gustado ayudarte a moler a golpes a ese tipo —confieso y ambos nos reímos por lo bajo. No quiero ponerme mal rollo, la verdad, el susto que he pasado es suficiente.
La tarde está cayendo, por lo que el aire pasa a volverse más frío paulatinamente. Lucas balancea su peso de un pie a otro, algo incómodo y cómo no, si nuestras últimas interacciones han ido como la mierda.
—Me alegra que estuvieras por aquí —suelto, cortando el silencio que nos envolvía. Lucas no disimula la sorpresa al escuchar mis palabras, muerdo el interior de mi mejilla.
—No iba a venir, pensaba quedarme en casa viendo una peli o algo, pero algo me dijo que viniera... Al final no me he equivocado —sonríe y no puedo evitar no hacerlo yo.
Se siente extraño tener una conversación normal con Lucas después de mis rabietas y sus tonterías. Y mentiría si dijera que no sigo molesta con él, es algo inevitable, y por haberme ayudado con el tipo ese no significa que ahora deba tirarle rosas y así, pero en cierta parte no deseo discutir más con él. Quiero mantenerme pacífica.
—Pues sí... —asiento, cruzándome de brazos, por el frío. Un flashback de aquella noche cuando él me dio su suéter llega a mi mente y desearía (mientes) poder borrar eso de mi memoria.
—¿Ya te sientes más tranquila? Si quieres puedo invitarte un café, para relajarte un poco y... Si no te incomoda, hablar —suelta esto último con algo de timidez nueva en él y que me sorprende.
En mi lado rabioso quiero pensar que se quiere aprovechar de la situación para molestarme y que terminemos en peleas. Sin embargo, sé que no es así. En sus ojos puedo ver que de verdad desea hablar conmigo y aunque no lo quiera aceptar, también necesito hacerlo. Tenemos que hablar y terminar esto de una vez por todas.
Así que ladeo la cabeza y asiento.
—Me parece bien, vamos —acepto y él de inmediato se posiciona a mi lado para comenzar a caminar y yo lo sigo.
Espero que podamos solucionar este tema rápido, los chicos me esperan y no quiero que Thiago piense mal respecto a esta situación.
En el camino no decimos ni una palabra, ni cuando llegamos al puesto de café, sino hasta que nos sentamos en la acera y damos el primer sorbo que me ayuda a relajar la mente y calentarme.
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Un Viaje Alocado [✓]
Teen FictionUna chica viaja a un pequeño pueblo, en él conoce a dos increíbles chicos que pondrán su mundo de cabeza. *** Emma es una chica con una vida ajetreada. El estudio, el trabajo y su hobby nocturno de escribir, hacen que el cansancio de la rutina se ac...