•DOS•

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Namjoon

Se encuentra en la oficina que tiene en su casa haciendo la reseña del último restaurante al que fue, en el mundo gastronómico él era considerado el gran  crítico Kim Namjoon aunque él simplemente se sentia un periodista que hacía reseñas a la comida.

La comida no estuvo ni muy buena ni muy mala en su opinión pero no podría poner eso en su columna.

¿Cómo había cambiado tanto su vida? Paso de ser el hijo del chef que no era para nada bueno cocinando y nadie conocía en persona a hacer reseñas de las comidas que otros preparaban en el periódico más reconocido en París.

Hace algunos años cuando tenía quince intento por todos los medios aprender a cocinar pero cada cosa que hacia en la cocina era una aberración trato por tres años más y lo único que recibió fue el desprecio y rechazo de su padre, venían de una larga lista de chefs y se suponía que él sería uno también, su hermano mayor Jinyoung lo era, era un gran chef en ascenso.

Vivía preguntándose a si mismo que había de mal con él, sus padres el gran chef alfa Kim Heechul y el gran souchef Omega Choi Siwon bueno Kim a quien le importa, su hermano mayor ahora Wang Jinyoung porque también se había casado con un alfa llamado Jackson Wang abogado de renombre, el menor Omega Kim Junmyeon quién era estudiante de repostería amaba los postres, todos cocinaban menos él.

Se rindió completamente a los dieciocho cuando empezó a estudiar periodismo, se imaginaba así mismo escribiendo sobre asuntos más importantes que deshuesar la carne o que una cocina llena de cucarachas.

¿A quién engañaba? Namjoon amaba la cocina, su más grande sueño fue seguir los pasos de su padre, quería ser un alfa igual al él pero termino como Omega y encima periodista, lo cual género más rechazo en su padre hacia él.

El karma o ironía obviamente le llegó porque luego de ser contratado en el periódico lo pusieron primero como asistente del aún columnista del área de críticas gastronómicas y cuando el hombre se jubiló le dieron su puesto diciendo que ya había aprendido lo suficiente del hombre para continuar su legado.

Aunque ya tenía éxito como crítico y tenía la aceptación del mundo gastronómico su padre igual no lo aceptaba, incluso nunca lo llevo consigo a sus galas donde premiaban su cocina, siempre fue él su esposo y dos hijos y Namjoon quedaba relegado e ignorado.

En ese momento sonó su celular sacándolo de sus pensamientos.

—¿Namjoon? ¿Me escuchas?— hablo su asistente y amigo Christopher Bangchan un Omega un año menor que su hermano Junmyeon.

—Dime Chris ¿Qué paso?

—Te llamo para hacerte recordar que hoy debes visitar dos restaurantes, te quedan prácticamente cerca, te mandaré las direcciones.

—Genial, en un momento también enviaré los borradores de mis reseñas, necesito que me señales los errores y las envíes.

—Ay, eso es tan aburrido Nam, más aún cuando sabes que los envías sin error.

—Igual hazlo cariño.

—Esta bien, te veo mañana por la tarde, ten cuidado

—Esta bien, nos vemos, y va igual para ti, nada de travesuras o desvíos.

Escucho como él que consideraba cachorro reía del otro lado, lo quería mucho, desde el desprecio de toda su familia, estaba solo, no culpaba a sus hermanos, tampoco a sus padres.

Talvez era el destino, talvez esa era la vida que debía vivir.

Igual no debía deprimirse, tenía a Chris, también a Jennie una alfa quien fue su mejor amiga desde la escuela y a Moonbyul su amiga de la universidad beta por cierto.

Ellos eran su familia de corazón, no necesitaba a nadie más, dejar otras personas entrar solo significaba más gente que le podían romper desde dentro tal como el gran caballo de madera que destruyó Troya .

Siempre piensa en como a sus veintisiete aún nunca tuvo un alfa, ni si quiera un pretendiente, los que si que tenían eran sus hermanos, él siempre fue tratado como feo, como torpe, como destructor, como una persona sin talentos en la cocina o en cualquier cosa que intentara hacer que le creo tales inseguridades que ahora apesar de ir a terapia no podía arrancar de su mente y menos de su corazón.

Procedió a enviarle el correo a Chris con copia a su jefe y a su superior.

Se levantó del escritorio y fue a su habitación, generalmente no estaba tanto tiempo en la oficina ya que siempre debía salir a los restaurantes, le daban el presupuesto e iba.

Saco su ropa casual ya que los restaurantes que hoy visitaba no tenían código de vestimenta, claro que tampoco iría en tenis pero si algo arregladito.

Se metio a la ducha y al salir comprobó que ya le había llegado el correo de su asistente con las horas y el nombre en las reservaciones.

Primero iría a un restaurante nuevo llamado "Le cousine" que original pensó virando los ojos y luego debía ir al "Sempiterno" de este había escuchado mil y un maravillas, es por eso que la reservación era más tardía, a pesar de no ser de lujo decían que era excelente.

Tomo las llaves de su departamento y salió, iba a caminar ya que estaba muy cerca a su casa.

Cuando paso por cierto lugar sintió un aroma que le escarapelo el cuerpo,  Chocolate y cerezas, necesitaba buscarlo, su Omega se lo pedía, pero en ese momento paso una moto que casi lo atropella.

Después de casi salir herido no sintió más el aroma, todo era tan abrumador pero debía despertar de su ensoñación debía apurarse por su reservación.

Llegó al lugar, era bastante moderno y minimalista, sillas por doquier un ambiente frío e impersonal, lo cual lo hacía bastante atractivo para los jóvenes.

—Bienvenido a "Le cousine" aquí tiene la carta— dijo el muchacho en perfecto francés.

—Traigame los tres platos más representativos del restaurante, los más vendidos y acompañalo con una copa de vino que vaya bien con todo, por favor— respondió Namjoon en un francés aceptable al no ser su primer idioma.

—Esta bien señor, ¿algún postre?— pregunto antes de irse con la orden.

—De igual manera el más vendido, por favor— dijo acomodándose en la mesa.

Mientras apuntaba todo lo que veía, el lugar, la atención al público, cuánto tiempo demoraba la comida, debía poner el sabor, como se llamaba cada cosa, ver la ración y demás.

El muchacho llegó con los platos en un tipo cochecito.

Le había traído Escargots de Bourgogne, Boeuf bourguignon, magre de Carnet y bueno la famosísima crème brûlèe, nada innovador escribió en su cuaderno, probablemente comida para turistas, igual el muchacho era muy amable y le sirvió el vino un Syrah pero no logro ver el año.

—Muchas gracias, podrías también traer un a botella de agua— el mesero asintió, sabía de experiencia que cuando los comensales solían ser tan fastidiosos como él, podían escupir en su vaso de agua y de más, así que prefería agua de botella sellada para limpiar el sabor entre comidas.

En ese momento se dedicó a evaluar los platos, desde presentación, a sabor, de sabor a texturas, de texturas a innovación, como se complementaba con la bebida, entre otras cosas como lo que llevaba al final: la cuenta y el trato e instalaciones. Por su puesto también tomo algunas fotos de referencia.

Comió muy poco ya que debía continuar en el siguiente restaurante, agradeció y pidió la cuenta, ahora debía ir al siguente destino.



EN LA COCINA DE JIN • [JINNAM] AUWhere stories live. Discover now