•INFINITO•

992 94 2
                                    

Seokjin y Namjoon

Esta en la cocina que cada vez la siente más como un maldito horno.

Ha estado golpeando las ollas y sartenes que usa, empujando a sus compañeros en la cocina. Sabe que debe concentrase pero en su cabeza hay una sola cosa o más bien una persona.

Toma unas costillas de cerdo y las mete en la olla presión para que salgan suaves y la carne casi se deshaga en el paladar.

Sazona antes de cerrar la olla y toma la hora. Mientras eso sucede va haciendo unas salsa y ensaladas, en lo que el plato fuerte se hace y es que es la "sopa" de esta tarde, generalmente manejan un plato del día, que claro, es la recomendación del chef, básicamente el hace lo que se le antoja comer en el día y también lo coloca como plato del día.

Toma unos rocotos que parecen manzana, unas cebollas rosadas, panco, ajíes rojos secos que debe hidratar, y claro ya siente también el olor a pan en el restaurante y es que ese plato se acompaña con pan casi dulce.

—Jin, deberías irte a casa— dice Yoongi tomando unos ingredientes que están cerca al alfa y el le gruñe —a eso es a lo que me refiero, idiota— le dice y se va a seguir con lo suyo.

—Jin, hazle caso a Yoongi— dice su primo ken- ve con tu Omega.

—Ve a un hotel, idiota, llamaré a Hoseok para que suba a ver a los cachorros, apestas terriblemente— dice y se va a un lado. Hacer la llamada.

Ve como los omegas de la cocina salen de la cocina y si, es obvio, está entrando en celo, por eso sus pensamientos pecaminosos acerca de Namjoon arrodillado...

Se hace aire con las manos para intentar bajar su calentura pero es obvio que no consigue nada.

—Llame a Hobi, está con Nam arriba, nos quedaremos en tu casa por hoy, Nam alistara una maleta y te verá en el auto, así que andando— dice el alfa y lo empuja a la salida.

Así que tal cual está vestido va saliendo en el camino se quita el gorro de cocina, el mandil la malla del cabello y los sostiene en la mano mientras va a su auto y saca sus llaves del bolsillo.

La llegada de Jungkook había llenado sus vidas de risas y alegría, y cada día era un nuevo capítulo en su historia de amor, todo era perfecto pero el hecho de tener a sus dos hijos y sus trabajos había menguado o más bien cancelado todo acto carnal entre ellos y es que también ambos no tenían energía para nada más que llegar a la cama a dormir y no pasaban de besos y dormir acurrucados.

Ahora se sentía tan ansioso, ansioso por sentir aquel aroma delicioso de su omega, ese coco y vainilla que lo volvían loco. Estaba dentro ansioso y mientras el Omega llegaba llamo a un hotel con vista a la torre Eiffel, si, quería una suite para ambos, afortunadamente solo tenía un día de celo así que podrían regresar con sus hijos y claro, necesitaba a su Omega pero tampoco quería dejar mucho tiempo solos a Taehyung y Jungkook.

Derrepente se abrió la puerta Namjoon metió la maleta en el asiento de atrás, cerro y abrió la puerta de co conductor y entro, le sonrió y se abrochó el cinturón.

—Me dijo Yoongi que estabas entrando en celo...

No lo dejo terminar de hablar porque lo beso, lo beso profundamente, mientras tocaba aquellas piernas gruesas, largas, las necesitaba de collar...

—Jinnie, aquí no...

Con lo poco de conciencia que le quedaba arranco hacia aquel hotel, sin decir nada.

Al llegar hablo con la recepcionista, quién le hizo el check in y le entrego la tarjeta que abría aquella habitacion, mientras tenia la maleta en sus manos.

EN LA COCINA DE JIN • [JINNAM] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora