Capítulo 27

1.1K 60 33
                                    

Miles

Los guardaespaldas también tuvieron la misión de subirse al helicóptero por cualquier cosa y me alivió bastante saber que no era el único nervioso por lo que iba a ocurrir, me dan miedo las alturas y al parecer a Parker también porque no ha parado de sudar y se encuentra blanco como un papel.

—¿Quién primero? Ya deben ir subiendo, el crucero es en dos horas —dijo Alexander.

Nos colocaron una especie de equipo de seguridad y comencé a pensar lo que pasaría si tuviéramos que saltar de allí, una locura ¿verdad? ¿Por qué pienso en esto justo antes de tener que poner un pie allí dentro? ¿y si explota?

—Con esto se salta —Lucas le habló a Parker y me acerqué.

—¿Con que...?

—Nada joven, nosotros nos encargaremos de su seguridad, suba que debemos irnos.

—¿Nosotros? —al parecer Parker era el único que no estaba enterado de aquello—. ¿Significa que no nos quedaremos mirando?

—Hay trabajo que hacer.

—No me pagan lo suficiente —tosió—. Nadie me entrenó para salvar a alguien en un helicóptero.

—Pero si da para darle calma al joven a su cargo —ambos me miraron y estaba aterrado escuchando su conversación.

—¡Me niego! —me senté en el suelo—, ¿Sabes lo peligroso que es?

—No tema.

—¿A una maquina gigante que en cualquier minuto se hace trizas?

—Uy has investigado los accidentes en helicóptero supongo —Milan sonrió con malicia acercándose para fastidiarme—. Son más probables que ir en avión. No es por asustarte, pero si no te subes quedarías en vergüenza frente a toda la prensa.

Volteé mi cabeza y allí estaban una cantidad impresionante de paparazis que llenaban la mitad de la cuadra, quise hundirme en la tierra y bajar bien al fondo donde nadie me encontrara.

—¿Acaban de ver mi berrinche? —pregunté para mí mismo y me levanté rápidamente haciendo como que buscaba algo en el piso.

—Si te quieres quedar está bien —me habló Alexander.

—N-no, yo puedo —inseguro con mi decisión lo enfrenté—. Quiero ir.

—Me alegra oír eso, hay que tener nuevas experiencias en la vida ¿no es así? Vamos Miles, te gustará.

—Piensa algo bonito, piensa algo bonito —susurré bajito y con miedo caminando al lado de papá.

—Voy a vomitar —Parker se colocó una mano en la boca.

—Vomitas afuera, pero en mí, no —Lucas dio un paso al lado.

—Me quedaré, los vigilo desde tierra, señor —Parker nos sonrió y arrugué las cejas.

Si caigo, no lo haré solo.

Es que no soy idiota, sé que Milan se burlará en cuanto tenga la oportunidad por la traición en la pista de hielo. Es que es mi hermano, ¿cómo no dejarlo en vergüenza? Y ese es su jodido plan en estos minutos. Que me niegue y haga una escena.

—Ah no, aquí nos unimos todos, es una muy linda experiencia. Se nos hace tarde —papá nos abrazó a los cuatro dándonos la mejor cara para subir—. ¡Estamos listos!

El señor que iba a tener nuestra vida en sus manos asintió. Es que ¿cómo sé que conduce bien esta cosa? Debería comprobarlo antes de poner un pie al menor.

Aventuras de un herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora