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Volvió a su hogar, dónde se estaba preparando todo para la unión que sería en dos días, y aunque de su familia no iría nadie, la de Brenda era enorme.

Sólo veinticinco personas vivían en la casa principal, con sus padres y hermanos, y en el resto del territorio, habían muchas más familias numerosas, y todos estaban invitados.

—¡Blake! —exclamó sonriendo al verlo llegar.

Sonrió suavemente y se acercó a ella con una de sus manos detrás de su espalda.

—Cierra los ojos, por favor —le pidió en un tono suave.

La rubia cerró los ojos, sonriendo. Sólo dos meses le había costado devolverle la sonrisa y las ganas de vivir a Brenda, y no permitiría que nadie le hiciera daño de nuevo.

—Ábrelos.

Al hacerlo, se encontró con un bonito ramo de flores en tonalidades lilas, el color favorito de ella.

—S-Son bellísimas —pronunció con lágrimas en los ojos—. Gracias, Blake, son muy bonitas. Y huelen tan rico.

Sonrió y sacó una de las florcitas más pequeñas que tenía el ramo, y se la colocó con cuidado a ella detrás de la oreja, antes de mirarla a los ojos.

—Creí que no podrías verte más hermosa, y parece que me equivoqué —sonrió.

—Que tonto eres —rio, antes de mirarlo a los ojos también—. Blake, yo...

La rubia respiró profundo y apoyó una de sus manos en la mejilla de él, acariciándola suavemente.

—Adoro verte reír —le dijo él en un tono suave.

Brenda se acercó un poco más, perdiéndose en sus ojos ámbar, en su cálido aliento, en su expresión tan calma, en su voz tan suave.

—¡Pero hasta que llegas! —exclamó Byron, tomándolos por sopresa a ambos, que rápidamente se separaron—. Vamos muchacho, muévete que hay mucho por hacer.

—Debo irme —sonrió alejándose de ella.

—¡Pero espera!

—¿Qué pasa? —le preguntó deteniéndose.

—Ellas también esperan tu saludo —murmuró.

Sonrió con ternura y volvió hasta ella, para agacharse y apoyar su mejilla contra el vientre de Brenda, cerrando sus ojos, acariciando suavemente sobre la tela de su vestido.

—Pórtense bien con mamá, no la pateen mucho, mis pequeñas preciosas —sonrió antes de darle un beso—. Las amo, a las tres —le aseguró a la rubia, poniéndose de pie, sonriendo—. Vendrá para la cena.

Observó a Blake irse, y no pudo evitar sonreír, acariciado su panza.

—Pero miren esa sonrisa tonta ¿Para cuándo el siguiente paso, eh? —preguntó traviesa su prima, llegando a ella.

—No lo sé, ¡me muero por besarlo! —chilló, cubriéndose el rostro con su mano libre—. Pero no quiero arruinarlo, porque no sé... Si él siente lo mismo.

—¿Cómo qué no? ¿No viste cómo te mira? ¿Cómo te habla? Es obvio que siente lo mismo, Brenda, pero creo que es muy tímido.

—Es que él tiene esa conexión con alguien más —pronunció bajo, perdiendo poco a poco la emoción que sentía—. Ella se llama Hana, es de Wildwolf.

—Puff, ¿Y quién dice que la volverá a ver? Además, él está contigo, con tus bebés, será el papá de tus niñas, no está con esa tal Hana. Te eligió a ti, no a ella.

—Pero estaba enamorado de ella —murmuró.

—A ver, entonces si aparece nuevamente el hijo de puta de su hermano ¿Tú te irás con él?

—No.

—No veo demasiada seguridad en ti. Mira si viene ese tal Kaelan y te dice "Brenda lo siento, me equivoqué, quiero intentarlo contigo, cuidar juntos de las niñas ¿Me perdonas" ¿Lo harás?

—No —murmuró mirando hacia abajo—... Kaelan me hizo mucho daño, y eso es algo que jamás podré perdonarle.

—¿Aún tienes sentimientos por él?

—Cuando estoy con Blake, no pienso en nada más, sólo en nosotros.

🌗🌗🌗

—Kaelan ¿A dónde crees que vas? ¡Kaelan! —gruñó furioso su padre, siguiéndolo por detrás—. ¡¿Qué crees que hacés?!

—¡Evitar que mi hermano se quede con mi familia!

—Hijo ¿Tú te oyes? ¿De qué familia hablas? Tú única familia actualmente, es esta chica que tienes enferma en tu casa. ¡Actúa como hombre y ocúpate de ella!

—¿Tú no entiendes que me uní a ella sólo para olvidar a Brenda? ¡No me interesa!

—¡Yo no te crié así! —gruñó frustrado North—. Te eduqué para que seas un buen hombre. Hace meses decidiste que no querías formar parte de la vida de esa muchacha, negaste a sus cachorros y tomaste a esta Omega, estos son los resultados de tus acciones como adulto, ahora acéptalos y afróntamos.

—¡¿Cómo me puedes pedir que acepte algo así?! ¡Mi hermano se quedará con mi mujer!

—Pero ella ya no es tu mujer, Kaelan ¡Reacciona de una vez! Tú rompiste la unión ¡Marcaste y te uniste a otra hembra!

—Pero mi unión está con ella, papá —pronunció frustrado, con lágrimas en los ojos—. Yo sólo me alejé de ella porque la culpé de todo, porque escuché a Biel y sus estupideces de la familia. Dejé a mi mujer y a mis cachorros, por imbécil, y ahora que sé que los voy a perder para siempre, no quiero... No quiero —le dijo antes de comenzar a llorar en silencio—. Yo siento a Brenda, no importa que me haya unido a Adda, porque yo la siento a ella. Ella es mi alma gemela.

—Ella ahora es feliz con Blake, y tú estás con Adda, ya deja el pasado atrás.

—¡Pero son mi mujer y mis cachorros!

—No, son la mujer y los cachorros de Blake, no tuyos.

—¡Tú siempre lo has consentido, padre! ¡Él es tu maldito favorito!

—Te equivocas, Kaelan, yo no tengo hijos favoritos, los a amo a todos por igual, pero no voy a darte la razón, cuando no la tienes. Y tú, no tienes derecho de ahora querer arruinar la familia que tu hermano creó.

—¿Pero de qué mierda me hablas? —rio de rabia—. ¿Qué carajos creó él? ¡Si sólo tomó a mi mujer y mis hijos!

—Kaelan, tu mujer está en tu hogar, y muy enferma. Vuelve a tu casa, quédate con ella, cómo el buen compañero que se supone que eres, y ya deja esta maldita locura.

—Yo no quiero a Adda —gruñó.

—Pero tú la tomaste como mujer ¡Y no vas a dejar mal visto el nombre de nuestro clan!

...

BrendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora