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Mi investigación sobre experiencias y hechos paranormales no estaba yendo a ningún sitio, así que decidí enfocarla de una manera distinta.

Empecé a buscar información sobre entidades y demonios, incluso llegué al punto de empezar a anotar lo que considerase importante en una libreta. Tal vez si comprendía qué era Ben exactamente, podría encontrar también la razón por que estaba atormentándome. Aún así, la tarea no estaba resultando sencilla. Habían muchos tipos de entidades con diversos orígenes folclóricos o mitológicos, y él no terminaba de encajar con ninguna descripción.

—No soy un youkai —Escuché a mi lado.

Instintivamente me levanté de mi sitio por el exalto y lo encaré. Después de encontrarme con su mirada burlona, regresé la mía a mi escritorio durante un instante, donde reposaba la dichosa libreta junto a mi laptop. La pantalla reflejaba una página web con información sobre los youkai del folclore japonés, de la cual había estado tomado varios apuntes.

—Ni tampoco un tulpa —Volvió a hablar ante mi silencio.

—¿Entonces qué eres? —Hablé por fin, analizando sus movimientos.

Había pasado apenas un día desde nuestro último encuentro, del cual me quedó bastante claro que sus intenciones no eran precisamente amigables. No podía dejar que el miedo me paralizase otra vez, menos sabiendo que él podía hacerme daño.

—¿Por qué insistes en saber eso? —Cuestionó esta vez él.

Se acercó un paso, el cual yo retrocedí por precaución. Tenerlo demasiado cerca no era una opción.

—Para saber cómo deshacerme de ti.

Mi respuesta le disgustó notoriamente. Enseguida frunció el ceño y su aura se tornó sombría. Me sentí como cuando jugaba al Majora's y su presencia a mis espaldas parecía amenazarme, sólo que esta vez lo tenía cara a cara observándome.

Lo siguiente sucedió muy rápido. Me tomó del cuello de mi camisa con brusquedad, pero no fue el único en tomar acción. Agarré un cutter que yacía en una lapicera sobre mi escritorio, la cual se volteó por mi acción. Los lápices y marcadores terminaron esparcidos por el suelo.

Por un segundo pareció sorprendido, tal vez no se esperaba que me defendiera. Aún así, no soltó su agarre, ni siquiera cuando lo señalé con aquel objeto punzante.

—Si crees que será tan sencillo, estás muy equivocada —Afirmó, sin dejar de mirarme—. Ya te lo dije, estás maldita.

Trató de alejar mi mano tomándome por la muñeca, pero apliqué fuerza también decidida a no dejarme vencer. Él soltó mi camisa, sólo para agarrarme del cuello.

—Tú... ¡Te equivocas tú!—Hablé con un poco de dificultad, agarrando su brazo con mi mano libre para tratar de alejarlo—. No voy a rendirme tan fácilmente.

Él reprimió una risa, su gesto pareció una burla hacia mí.

—Veremos cuánto tardas en romperte como los demás.

¿"Los demás"?

Después de pronunciar aquello, me empujó lejos de él. Por su propia acción, el cutter que yo sostenía en su contra rozó su mejilla.

—¡Argh! —Se quejó, tocándose la zona donde ahora tenía un pequeño corte. La yema de uno de sus dedos se manchó de rojo.

Sus iris parecieron brillar durante un instante. Me preparé por si quería hacer algo para dañarme en venganza. Esperé que lo hiciera por la mirada de odio que me dedicó, pero al contrario sólo apretó los labios mientras su entrecejo se fruncía, y me dio la espalda para dirigirse a la puerta de mi habitación.

Ai ajuns la finalul capitolelor publicate.

⏰ Ultima actualizare: Jun 28, 2023 ⏰

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Ahogamiento  |  Ben DrownedUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum