when winter comes [Minsung]

Capítulo V.

El restaurante por dentro es pequeño, tiene luces cálidas, plantas colgando del techo y mesas de madera amarilla adorando el lugar.

Jisung puede sentir el aroma a pollo y sopa de verdura colarse provocadoramente por sus pulmones.

Hace casi un año que no se pasaba por el lugar. La última vez que había ido fue con su madre, solo ellos dos, tranquilos, sonrientes y siendo devorados por el ambiente reconfortante del restaurante.

Sonrió.

Minho a su lado se encontraba azorado con la interesante vista de un restaurante de pollo frito. No esperaba ver algo tan bonito, tan cálido y tan confortable.

—Aprendí una nueva palabra hace días, me estaba esperando a utilizarla.

—¿Cuál es?

—Cozy. This place looks cozy.

—¡Lo es! Solía venir con mamá cuando era más pequeño, se siente bien sentir este aroma después de tanto tiempo.

—Me siento especial, entonces.

Detrás de la barra de cobro, una chica se acerca con dos cartas de menú, Jisung sabía que venía por ellos, puesto que el resto del restaurante se encontraba vacío. Era temprano, aún no anochecía, lo que significaba que el lugar sería poco transitado ya que siempre lograba quedarse sin lugares en el horario de la cena.

—¡Buenas tardes! Bienvenidos, ¿puedo ofrecerles una mesa?

—Buenas tardes, sí, por favor.

Jisung pudo notar el nerviosismo con el que su compañero se refería a la chica, lo que le provocó un poco de incomodidad.

¿A qué se debía de pronto el comportamiento tan cohibido de su amigo?, ¿le había parecido atractiva la chica?

La mesera los guió hacia una mesa para dos pegada a la pared, aquella que estaba llena de lindas botellas de variedad de colores.

Nunca se había sentado ahí.

—Pueden tomar asiento, volveré en unos cinco minutos para tomar su orden, ¿les parece?

—S-sí, gracias.

Otra vez estaba esa incomodidad palpable en el ambiente. Minho se removió en su silla con clara timidez y jugaba con sus dedos de manera muy inusual.

—¿Sucede algo?

Su amigo parpadea batiendo sus lindas pestañas una, otra y otra vez.

Confuso.

—Me pongo muy nervioso al hablar inglés, Jisung. ¿Crees poder hacerlo por mi? Sé que soy tu mayor y en Corea no está bien visto, pero...

El aire bien filtrado llega a sus pulmones.

—¡Me lo hubieras dicho antes, Minho! Estamos en Canadá, no te preocupes por las formalidades y roles de edad—. Palmea suavemente la mano del mayor, Minho no la quita y le sonríe mostrando su linda hilera de dientes aperlados.

—Muchas gracias.

Amarillo.

Jisung lucha por romper el contacto visual y por volver su vista al menú.
Todo estaba intacto, a excepción de los precios, pero esta vez no se fijaría en nada que no fuera disfrutar la compañía de su nuevo amigo, aquel que se estaba convirtiendo en el único.

—¿Ya viste qué pedir?

—Quiero tiras de pollo picante y puré de papa. ¿Tú?

—Quiero caldo de verduras y... creo que también quiero tiras de pollo, pero sin picante.