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—No me agrada —se sinceró en un pequeño susurro.

Miró como la rubia doctora fruncía sus cejas, entendiendo a qué se refería, pero no dijo nada. No podía hacerlo, cuando esa alfa seguía parada allí, a unos metros de su cama, teniendo los brazos cruzados sobre su pecho y fingiendo un rostro sin emociones, los ojos fijos en él como si analizara cada una de sus rasgos. No le gustó. Por fortuna era la única agente en el sitio y no miles de agentes alterar su orden. Solo esperaba que la mujer no acusara a Hoseok, aunque eso era imposible.

—Ella no me agrada —repitió en voz baja, esta vez los ojos azules de la rubia se levantaron.

—Ella es un agente especial y una alfa, Tae. Te protegerá igual o mejor que lo hizo Jung —ella dejó de inyectar los medicamentos y se lavó las manos, desechando las agujas en un pequeño bote rojo—, no tengo la menor idea del por qué mandaron a un agente y desecharon a Jung, es decir, ambos podían hacer el trabajo. Pero supongo que son órdenes superiores.

—Yo lo quiero a él —se quejó, se lamió los labios por aquello. De verdad no le gustaba la situación; no quería a esa alfa cerca de su espacio. Era desesperante acostumbrarse a alguien que resultaba ser un alfa y tenía aromas fuertes que lo abrumaban, quizás no como antes, pero sí que lo volvían pequeño e incómodo—. Yo quiero a Hoseok, no la quiero a ella —repitió.

—¡Tú tampoco me agradas, niño! Prefiero estar en una misión de alto nivel, que estar vigilando a chico aburrido —la mujer alzó la voz desde su lugar. Su espalda estaba recostada en la pared del rincón más lejano de la habitación, pero gracias a sus sentidos desarrollados como alfa podía escuchar esa simple conversación y lo tanto que el omega no la quería. No había forma que ella se vaya cuando fueron órdenes directas del jefe de seguridad nacional. Claro que, podía estar de picnic con sus amantes, pero bien sabía que esto era serio. Choi había estado aquí, a pocos kilómetros—; prefiero estar de vacaciones en la playa que cuidar a un omega que sigue llorando por la lejanía de su noviecito —sus labios se estiraron al ver que ese castaño se escandalizó más y rostro se tornó en un curioso rojo.

—¡Él no es mi no...! —no pudo terminar. Sus orejas se sintieron calientes y el ritmo de si interior latió con emoción—, no es... —no lo eran ¿cierto? Las palabras no habían sido dichas, a pesar que ellos se besaron varias veces. La carcajada de la alfa con cabellos negros lo sacó de su inexperta confusión y la miró con enojo por su burla—, ¡No es tu incumbencia si somos o no!

—Como si de verdad quisiera saberlo. No me importa lo que hicieron: si se besaron o cogieron a escondidas. Si el idiota se trata de tu free, sugar o tu amigo con derecho, solo déjame hacer mi trabajo aquí y mantén a ese idiota lejos de aquí. No tiene permitido pisar este sitio, o sufrirá las consecuencias, chico —exhaló un aire cansado. Infringir miedo no era una de sus posiciones favoritas, pero debía de hacerlo para el omega entendiera que Hoseok ya no era su guardaespaldas y tampoco podría ser su amante. No era bienvenido a estar en la misión al tratarse de un caso de seguridad nacional que no le competía. Ella sabía la enorme verdad y lo lamentaba por el chico castaño que se veía delicado y educado. Dejó la habitación sin querer seguir peleando.

Los labios de Taehyung se cerraron y bajó el rostro, ciertamente decepcionado y entristecido por lo que la alfa le había dicho. Se fijó en los ojos azules que lo compadecían y no se sintió con humor de seguir viéndola.

—¿Cuánto tiempo piensa que estaré aquí? Mi abuelo no me ha dicho mucho, se veía enojado y pensativo que no pude preguntarle. Pero viendo las cosas, no creo que asista en la universidad en estos días y menos puedan darme mi celular... de todos modos no tengo muchos amigos... pero —quería hablar con Hoseok. Se acomodó en su cama, tapándose con sus sábanas, ya podía sentir los efectos de los calmantes—, no importa —sin embargo, su abuelo no le gustaría que estuviera hablando con el alfa que no debería ser nada suyo.

Mi Dulce Omega  (HopeV)Onde histórias criam vida. Descubra agora