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Pudo ser el tranquilizante administrado que lo dejó con el cuerpo pesado, teniendo apenas fuerza para comer lo que Hoseok le compró, pero también podría tratarse de ese pensamiento que llevaba desde que abrió los ojos en la camilla de la enfermería, y era que de nuevo se le estaba haciendo imposible vivir. Recordar y sentir que no podía controlar su existencia inundaba su lado positivo, ese deseo de poder empezar de nuevo se veía opacado después de esos estados. Solo debía de esperar y reponerse antes de volverse a parar y continuar, como tantas veces se había aclamado a sí mismo, pero por ahora solo quería tener la mente en blanco sin nada qué pensar.

Con sus músculos flojos tomó la cuchara del arroz llevándoselo a la boca.

—No habías desayunado desde que saliste de la casa de tu abuelo. Debes de hacerlo ahora, te dará energía.

Escuchó el tono de voz del alfa sintiéndose pequeño ante él, sabía que lo había preocupado y que por su culpa había salido de la mansión pese a las indicaciones de su Hyung Bogum, pero nunca pensó que aquel episodio apareciera en ese día y momento. No pudo predecirlo, nunca podía hacerlo. Trató de tragar ese nudo y ocultar sus lágrimas, no quería que Hoseok lo viera de esa forma.

—Taehyung ¿Estás bien?

La voz suave de Hoseok le hizo volver a la enfermería donde se ubicaba. Sonrió un poco para calmar a ese alfa que no lo dejaba de observar como si de un enfermo se tratara, no quería ser tratado de esa forma, dolía mucho aquella mirada. Por un momento quería salir corriendo e ir a un jardín cercano para oler las inmensas flores y plantas para calmar su corazón dolido, aunque un abrazo podría reconfortarlo de igual manera, pero ninguna de esas opciones tenía en las manos en ese instante. Jung solo era su guardaespaldas y para nada le incumbiría la vida de un chico adolescente.

—Si, estoy bien. Solo tengo un poco de sueño —mintió para así dejar los alimentos en el plato a medio comer —¿Podemos irnos? —pidió con las mejillas volviéndose rojas cuando conectó unos segundos con su mirada. Quería irse a casa y olvidar ese día.

—Está bien. Solo le anuncio a las enfermeras para irnos.

Después que Jung volviera, él tomó sus zapatos acercándolo a sus pies para que se las pusiera y pudiera seguirlo, pero antes que sus pies tocaran el suelo el pelinegro lo cargó debajo de las piernas sorprendiéndolo rápidamente, temiendo caerse recargó su cabeza junto sus manos en ese pecho sintiendo ese calor traspasar su cuerpo reconfortándolo, se sentía casi igual a un abrazo, sus mejillas empezaron a sentirse calientes sabiendo que era la primera que Hoseok lo tomaba de esa manera.

—Es mejor de esta manera, el tranquilizante puede hacerte caer —con su otra mano acercó más los hombros del castaño a su cuerpo, para darle más seguridad y que logró al ver cómo la cabeza rizada se pegaba debajo de su mandíbula, con goce de ese leve gesto por el menor le hizo dibujar una sonrisa en sus labios.

—Gracias hyung —susurró bajito tratando de cerrar los ojos cuando sintió ese leve aroma a café que el alfa empezaba a despedir de su cuerpo, lo respiró suave y lentamente como si se tratara del dulce aroma de las flores que lo relajaban, casi se sintió allí con esa alegría propia que ellas le daban al emanar su perfume, pero daba el caso que eso no eran las flores, sino el aroma del alfa calmándolo.


—Taehyung... Abre los ojos.

La luz de su lampara de noche fue que lo sacó de ese ensueño para después visualizar su habitación, se movió un poco frotándose los ojos para seguir la voz que le habló, Hoseok estaba allí en su habitación —Hyung ¿Qué ha pasado?

Mi Dulce Omega  (HopeV)Where stories live. Discover now