CAPÍTULO 4

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Dante Grace

-Hola amigo- se acerca Luke Sand mi "amigo" por así decirlo.

Lo conocí la primera semana cuando entré a este instituto, es un muchacho demasiado alegre, pelo ondulado y rubio, sus ojos son verdosos, algo ausentes de ves en cuando.

-Vamos, no pongas esa cara- me dijo por lo que giré los ojos y lo miré.

-Ahora que quieres Luke- me apoyé contra la pared.

Él siempre me pedía que le consiguiera chicas bonitas para pasar la noche.

-Es que... harán una gran fiesta hoy, los demás irán, y tú podrías acompañarnos- me sugirió

No me encontraba de humor para fiestas, pero no soportaría tenerlo suplicando a cada rato.

-De acuerdo... iré -mi amigo comenzó a festejar, alcé una ceja y sonreí-. Si eso es todo... nos vemos en el bar.

****


Al llegar a la fiesta Luke salió corriendo hacia un grupo de chicas que se encontraban bailando, hizo un ademán con su mano para que lo siguiera. Sus miradas se posaron en mí una tras otra, yo solo les sonreía mientras bebía del trago que Luke me entregó.

Una de las Chicas se me acercó y comenzó a bailarme, en un intento de provocarme, su nombre era Brenda. La llevé a una esquina y comencé a tocarla de la forma más candente posible, sentía mis colmillos locos por clavarse en la piel de su cuello, hacían varios días que no probaba la sangre humana y me moría por hacerlo.

Cuando rocé mis labios por su cuello, listo para morder, me vino el recuerdo de ella, la chica que salvé aquella noche de ser devorada por un Lobo, recordé ese olor tan agradable y las ganas que me provocó de probar su sangre, y al hacerlo fue la sangre más pura y dulce que había bebido antes.

Aparté a Brenda y esta me lanzó una mirada entre enojada y confundida.

–¿Qué te pasa?– espetó en tono molesto.

Solo me volteé para alejarme de ella, y al hacerlo mis ojos dieron con otra chica, esta estaba moviendo sus caderas de forma sensual al ritmo de la música. Se encontraba bailando con un chico, pero mis ojos solo podían mirarla a ella.

Sentí una extraña sensación la cual jamás había experimentado antes. Aparte rápidamente mi mirada al sentir a Luke acercarse y antes de que dijera nada me adelanté

-Iré a buscar un trago- justo cuando salí caminando me toma del hombro

-De acuerdo, llévame uno al piso de arriba- salió corriendo antes de que pudiera negarme a su pedido

Al llegar a la barra pedí dos tragos de whiskey y de ahí me dirigí hacia las escaleras para llevarle su trago a Luke, el cual de seguro ya se encontraba follando.

Mientras subía, alguien choca conmigo y tira mis dos bebidas encima de mí.

-Qué demo... - la vi, era ella, y se veía sorprendente bajo la tenue luz que la alumbraba, alcé un poco la comisura de mis labios.

-Vaya, pero si eres tú... deberíamos dejar de encontrarnos de esta forma - mi voz sonó más ronca de lo habitual.

Alzó la vista y nuestros ojos se encontraron, era muy hermosa, y más aun teniéndola así de cerca. De pronto veo como se tambalea y antes de que cayera al piso la sujeté.

La cargué entre mis brazos y salí para llamar un taxi que la llevara a casa, pero en el momento que la siento sobre un banco para llamar al taxi, se vomitó encima. La limpié un poco con un pañuelo que llevaba en el bolsillo, en estas condiciones no sería buena idea enviarla a su casa.

Por suerte mi apartamento se encontraba cerca del bar, la cargué sobre mis hombros y la llevé conmigo.

En cuanto entré a mi habitación la dejé sobre la cama, le quité todo lo que llevaba puesto dejándola en bragas y sostén, y le coloqué mi camisa para no dejarla solo así, tenía un cuerpo esplendido y teniéndolo al descubierto no podría resistirme por mucho tiempo.

Luego de haber lavado su ropa, me recosté a su lado apartando varios pelos de su cara, no podía dejar de mirarla y me encontraba en una lucha interna por no tocarla más de lo que debía. Entonces poco a poco mis ojos se fueron cerrando por el cansancio.

Quién eres?Where stories live. Discover now