Anexo C: Futuro

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Washington D.C.

Julio de 2019



En medio del bullicio de los empleados y las quejas de dolor de Gretchen, Levi parecía mantener con diligencia la compostura que necesitaba para ese momento. Cuando La bestia por fin apareció a pocos metros de ellos, decidió cargar a su hija en brazos para acortar la tarea, negándose rotundamente a dejar que otro lo hiciera, y llevarla hasta el auto. Levi casi le gritó a Dave para que subiera primero, pues este parecía bastante aturdido. Detrás de él escuchaba indicaciones que no eran para él. "Avisen al hospital que preparen todo, estamos en camino". Era una voz estrepitosa que al parecer generaba más disturbio del que ya había.

Dave le ayudó a acomodar a Gretchen en el asiento, mientras ella se aferraba a él luchando por resistir el dolor de las contracciones.

De inmediato se encendieron las sirenas, dando cuenta que la comitiva saldría de la residencia. Aunque con retrasos debido a los cambios en el tráfico, ellos ya estaban recorriendo las calles ajetreadas de la ciudad a esa hora de la noche. Levi estaba al tanto de la ruta que seguirían en primera opción, además de las subsiguientes en caso de que la primera no sea viable. Algunas rutas fueron analizadas hasta el hospital durante el último mes, un trabajo que resultó exhaustivo contemplando algunas complicaciones o variaciones, como por ejemplo, la situación presente.

-¿No te faltaban dos semanas? -inquirió Dave con la voz temblorosa, agarrando la mano de Gretchen.

Gretchen afirmó con la cabeza, exhausta, su rostro estaba compungido y perlado en sudor.

-Evidentemente, ya no -agregó Levi con la voz pesada hacia él-. Avisa a tu madre.

Con una mano temblorosa Dave intentaba marcar al número de Hanji.

-¡Duele! -gritó Gretchen haciendo que Dave soltara el teléfono sin marcar la llamada- Duele mucho...

Levi sin saber bien qué hacer comenzó a acariciarle el vientre por sobre el vestido. Le decía que todavía debía resistir, no estaban ni a mitad del camino lo cual hizo que Gretchen comenzara a desesperarse más, pero no era la distancia sino el dolor y la sensación de que Marco no estaba, para hacerla desesperarse más. Tanto Levi como Dave se dedicaron a acicalarla y hablarle con tranquilidad.

Durante su embarazo, Gretchen había mantenido un estilo de vida bastante activo, sobrellevando el difícil primer trimestre entre fatiga, mareos, trabajo, matrimonio y conflictos emocionales. Marco, Levi y Dave prácticamente habían estado detrás de ella cada que podían, cuidándola y cumpliendo con todos sus requerimientos, aunque esa necesidad imperiosa de los tres por cumplir sus antojos llegó a hacerla sentirse asfixiada, por el hecho de que no tenía espacio para ella misma. Así que tuvo que decirles que la dejaran en paz, que ella podía caminar sola con su barriga por delante por todo el jardín sin estar sostenida al brazo de uno de ellos. Cómo fuera que sea, quería estar activa y manteniéndose ocupada, que inventaba cualquier cosa por hacer para no estar descansando -menos mal su embarazo no la obligó a mantener reposo- en cambio, se dedicó a cocinar comida que no había cocinado antes, plantar, a hacer manualidades mientras no tenía que atender asuntos públicos.

Sin embargo, ahora mismo, los cuidados de ellos dos la estaban salvando de decaer.

-No lo voy a lograr, no voy a llegar -dijo Gretchen apresurándose a tocar entre sus piernas.

𝑬𝒍 𝒔𝒂𝒃𝒐𝒓 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒅𝒖𝒍𝒕𝒆𝒓𝒊𝒐 |Levihan| [Finalizada]✓Where stories live. Discover now